Cuarenta a?os de viaje alrededor del toro
El fot¨®grafo Ram¨®n Zabalza elabora "un ensayo visual" con im¨¢genes sobre festejos populares
"La cultura taurina no encarna el mal, ni los antitaurinos son el bien". A pesar de esta declaraci¨®n, el fot¨®grafo Ram¨®n Zabalza no tiene deseos de polemizar, no quiere "glorificar ni demonizar" la tauromaquia. ?l es consciente de que su libro Bos Taurus, que re¨²ne casi cuatro d¨¦cadas de im¨¢genes de festejos en Espa?a que rodean a este animal, puede servir de argumento tanto a los aficionados como a los que se oponen a las corridas y a esas liturgias populares que, sobre todo en verano, tienen al toro como objetivo.
Ah¨ª est¨¢n, por ejemplo, el uso de perros para manejar el ganado bravo, como atestigua una foto en Madrid de 1984; una imagen de un espect¨¢culo en el que se simula la lidia de un caballo amaestrado que acaba tumbado, pero no muerto, en Alcal¨¢ la Real (Ja¨¦n), en 1985; o el c¨¦lebre bombero torero, charlotadas hoy casi residuales, como las que retrata una instant¨¢nea de la localidad zamorana de Villanueva del Campo (1981). Son solo tres pinceladas del centenar de fotos en blanco y negro de Bos Taurus, publicado por Ediciones Asim¨¦tricas. ¡°Yo estuve en esos lugares, pero entonces no hab¨ªa ni fot¨®grafos, solo sol y moscas. Desde que empec¨¦ a fotografiar, mi obsesi¨®n era entender por qu¨¦ ocurr¨ªa todo eso. No me atra¨ªa lo que suced¨ªa en las plazas, sino lo que hab¨ªa alrededor del toro".
El autor admira a los que en los festejos "muestran coraje, sobre todo cuando salvan a otro"
En el ¨²ltimo a?o y medio, Zabalza ha sufrido "el dolor" de tener que seleccionar entre sus miles de fotos ?¡ª"?10.000? ?No!, muchas m¨¢s"¡ª las que finalmente integran esta "antropolog¨ªa visual de los mundos del toro". Bos Taurus no es un libro de fotos sobre el animal que m¨¢s debates suscita en Espa?a (las corridas est¨¢n prohibidas en Catalu?a pero en la Comunidad de Madrid son Bien de Inter¨¦s Cultural), sino "una invitaci¨®n a reflexionar sobre lo taurino". Por eso muchas im¨¢genes est¨¢n acompa?adas de textos, informativos y as¨¦pticos, en unas ocasiones; otras veces son las vivencias del autor y van en cursiva. "El resultado es un ensayo visual y conceptual sobre lo m¨¢s popular de estas fiestas. Solo con las fotos no se entender¨ªa mi trabajo ni la riqueza de la tauromaquia".
Zabalza naci¨® el 8 de enero de 1938 en Barcelona, ¡°bajo las bombas fascistas; ese d¨ªa hubo tres incursiones a¨¦reas sobre la ciudad¡±. Licenciado en Derecho, ha sido profesor de Antropolog¨ªa en la Universidad Complutense de Madrid y desde 1973 se dedic¨® a la fotograf¨ªa. Su obra se ha expuesto en Espa?a, Nueva York, Los ?ngeles, Par¨ªs, Londres, Pek¨ªn, Tokio...
"A los antitaurinos les digo que hay cosas m¨¢s graves en la sociedad espa?ola que requieren nuestra atenci¨®n"
Desde aquellos a?os del tardofranquismo en que empez¨® con la c¨¢mara hasta hoy "ha habido much¨ªsima evoluci¨®n en los toros". "Son los cambios de las tres emes. Masificaci¨®n, porque acude m¨¢s gente a los espect¨¢culos; medicalizaci¨®n, por la gran seguridad m¨¦dica que hay para las personas si les ocurre algo; y mediatizaci¨®n, por el enorme seguimiento en los medios de comunicaci¨®n". A esas tres emes a?ade luego, mientras hilvana unas ideas con otras, una cuarta: miedo. "Ahora existe un gran temor de los organizadores de estos eventos a que le suceda una desgracia a alguien, porque tienen mala conciencia".
El autor es consciente de que en su libro "hay fotos dur¨ªsimas", como la de una pe?a taurina de Fuenteguinaldo (Salamanca) que tiene atado al animal con una cuerda por el cuello mientras uno de sus componentes, cuchillos en mano, se prepara para matarlo y com¨¦rselo todos despu¨¦s; o la de las fiestas de San Juan de Coria (C¨¢ceres), en la que un escopetero dispara al toro con una bala para matar elefantes. "Son en su mayor¨ªa im¨¢genes del pasado, de algo que ya no pasa. En cualquier caso, yo no soy un moralista, solo observo. No estoy ni a favor ni en contra de las corridas". Zabalza s¨ª se pronuncia contra "los que hacen el salvaje en las fiestas, no me gusta la crueldad innecesaria". Tampoco le gustan los antitaurinos: "Les digo que hay cosas m¨¢s graves en la sociedad espa?ola que requieren nuestra atenci¨®n pero, ojo, esto que digo no es un pretexto para justificar nada". La otra amenaza para las corridas viene desde dentro. "La p¨¦rdida de esencias por la codicia y el fraude de los que est¨¢n arriba, toreros, ganaderos y adjudicatarios de las plazas. Pero solo rechistan cuatro. Esto ya lo denunci¨® hace mucho Joaqu¨ªn Vidal [cr¨ªtico taurino de EL PA?S fallecido en 2002] y nadie le ha hecho caso".
En cambio, este hombre menudo, de barba y pelo blanco, siente admiraci¨®n por los que en los festejos de los pueblos "muestran coraje, valent¨ªa, sobre todo cuando salvan a otro de un peligro". "Son situaciones en las que rozas el hospital¡ o el cementerio". Zabalza reconoce que ¨¦l mismo se ha "jugado el pellejo" a veces para sacar una foto. No solo porque el animal le pasara rozando, sino tambi¨¦n cuando sinti¨® el aliento de los mozos del pueblo. Fue en Arcos de la Frontera (C¨¢diz) en 1979, en el llamado Toro de J¨²bilo. Alguien roci¨® el rabo del animal con gasolina y le prendi¨® fuego. "Le arrojaron agua en seguida y le apuntillaron. Entonces me convert¨ª en el centro de atenci¨®n. Los j¨®venes quer¨ªan saber si hab¨ªa tomado fotos de aquello. Se cern¨ªa una tormenta sobre m¨ª cuando alguien con acento gaditano grit¨®: '?No la¡¯ja hecho¡¯!, ?No la¡¯ja hecho". Gracias a aquel espont¨¢neo, del que despu¨¦s se enter¨® que se apellidaba Amarillo (color de mal fario para tantos toreros), salv¨® Zabalza unas im¨¢genes exclusivas y probablemente se salv¨® de alg¨²n cogotazo.
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