¡°Hablo con mendigos porque en la calle no hay ministros, hay mendigos¡±
La actriz Terele P¨¢vez repasa una vida con bajadas al infierno y elevaciones al Olimpo
Luz matizada de r¨ªmel en sus ojos oscuros, refrescante en mitad del calor gracias a un t¨¦ helado y al repaso a una vida con bajadas al infierno y elevaciones al Olimpo gracias a un Goya y a un ba?o de homenajes como el que acaba de recibir en el Festival de Cine y Arquitectura de Avil¨¦s. Mujer que en ese sentido, ha dise?ado un m¨¦todo de interpretaci¨®n para cimentar la Espa?a negra en pantalla y en teatro, de su inolvidable R¨¦gula en Los santos inocentes a Las brujas de Zugarramundi, todo en Terele P¨¢vez es de una verdad imponente e inquietante.
Pregunta. ?Recogiendo lo sembrado?
Respuesta. Estoy asustada, vivo como las artistas de antes, venga fechas, yendo, viniendo. Ni me hac¨ªa a que me dieran un Goya, estaba acostumbrada, pero me hizo tanta ilusi¨®n el de la cr¨ªtica, que lo tuvo mi hermana Emma (Penella) y jug¨¢bamos como ni?as peque?as, a entreg¨¢rnoslo. Cuando me lo entregaron dije: es que me lo he dado yo ya tantas veces¡
P. Cuando la veo en el cine no s¨¦ si me da m¨¢s miedo, angustia o pena, en el sentido tierno del t¨¦rmino.
Cuando vienen los agujeros negros hay que agarrarse al borde y esperar¡±
R. Est¨¢ muy bien eso porque yo bordeo lo que inquieta. Seres que caminan sin amor, con esa torpeza que te entra cuando est¨¢s mal y te pones fe¨ªsimo. Mis personajes est¨¢n perpetuamente en el desamor y en ese laboratorio que somos los actores, lo descubro en casi todos ellos.
P. ?Desamor o desilusi¨®n?
No somos unos desalmaos; el cine espa?ol es un arte con ideas y sentimientos¡±
R. Desidia, de todo, lo que la vida no te da para que te pongas guapo. Yo ahora me siento m¨¢s guapa que nunca. He pasado a tener las preocupaciones normales.
P. ?Cu¨¢les son, en su caso?
R. Pagar la luz, una neverita un poco bien¡
P. ?Y las anormales?
R. Mis agujeros negros, pero no te los cuento.
P. Alguno, mujer. A lo mejor est¨¢ usted en un momento tan luminoso que le producen risa.
R. Eso me ocurre¡ Cuando eres mayor, sobre todo. Ya no tengo agujeros negros. Cuando vienen, hay que agarrarse al borde y esperar, no cre¨¦rtelo, pensar que no eres t¨². Si ocurre al rev¨¦s y viene la felicidad, haces lo contrario: en vez de agarrarte al borde, pues vas.
P. ?Y aquello de que anduvo medio tirada en la calle?
R. Yo por la calle es que ando casi todos los d¨ªas. Ya lo expliqu¨¦. Estaba sentada en un banco, me qued¨¦ dormida, me vieron, sacaron una foto y se lio. Fue tan inc¨®modo y tan largo que¡ Empezar otra vez a tirar de aquello no quiero porque me doli¨®. La culpa fue m¨ªa por quedarme dormida en una acera. Me pod¨ªa haber hundido, pero no.
P. Este es un pa¨ªs tan raro que cuando vemos a alguien en el hoyo, despu¨¦s de haberlo metido, nos da por sacarlo.
R. Del hoyo hemos salido todos juntos. Que hablo con mendigos, pues s¨ª, porque en la calle no se ven ministros, se ven mendigos.
P. Ahora m¨¢s que nunca.
R. Es que son gente especial. Con mucho sentido, pero mucho. A m¨ª me pone las pilas hablar con alguien as¨ª y que te admitan tambi¨¦n cuesta.
P. Hay muy poca gente que le haya sacado tanto partido a la Espa?a negra como usted. De La celestina a la R¨¦gula de Los santos inocentes, y ahora con lo que le exprime ?lex de la Iglesia, menudo cat¨¢logo.
R. A m¨ª me dice ?lex, anda, t¨ªrate por un barranco y ah¨ª me voy. La R¨¦gula, por otra parte, es vertical¡ Amorosa, lo justo. Lo mismo corta le?a que planta un ¨¢rbol o lava el culo a su hermano, lo suyo es quitar obst¨¢culos. A veces me gustar¨ªa que no fuera as¨ª, que plantara m¨¢s cara.
P. ?C¨®mo se recuerda de ni?a?
R. Segura de que har¨ªa algo en este mundo. Con nueve a?os entr¨¦ en el Teatro Espa?ol y a nadie se le olvida cuando pisa ese suelo. Yo era observadora y tranquila, distinta. Hasta que descubr¨ª el teatro. Dije una frase y me gust¨® mi voz en escena. Aquello llegaba a todas partes. La voz que ten¨ªa era ¨¦sta eh, no te creas, la de siempre.
P. Tres hermanas actrices en la familia y cada una se llam¨® de distinta forma. ?Por qu¨¦?
R. Porque no hay nada peor que las hermanas tal. Emma era distinta, ten¨ªa esa cosa como de Claudia Cardinale y Elisa..., muy grande. Cada una ten¨ªamos nuestro sitio.
P. ?El de usted estaba en la rebeld¨ªa?
R. No, yo era una ni?a cobarde y llorona. Mis hermanas me defend¨ªan.
P. Con Emma siempre tuvo sus m¨¢s y sus menos, ?por qu¨¦?
R. Una relaci¨®n muy rara, rarita, pas¨¢bamos a?os sin hablarnos, perd¨ªamos la costumbre. Y ahora la echo de menos constantemente. No se entiende. Dej¨¢bamos de hablarnos por tonter¨ªas. Cosas de familia, de ver la vida, yo era la peque?a y me trataban con un maternalismo extra?o. Y, adem¨¢s, si ¨¦ramos actrices, ten¨ªa que haber envidias, entre otras cosas. Luego nos re¨ªamos, pero volv¨ªamos a las andadas.
P. ?De su padre me va a hablar?
R. ?Qu¨¦ quieres que te cuente de mi padre?
P. Hasta qu¨¦ punto les marc¨® la historia de que lo se?alaran como parte implicada en la muerte de Lorca.
R. Pues ya te puedes imaginar, claro que nos ha afectado. Hasta en eso del apellido, el quitarnos el Ruiz las tres, pues nos lo quit¨¢bamos porque nos avergonz¨¢bamos. Pero paso, ya est¨¢ bien. Era un buen padre, un t¨ªo estupendo.
P. Uno imagina c¨®mo bordar¨ªa usted un personaje como Bernarda Alba. ?Por qu¨¦ no quiere hacerlo? ?No ser¨ªa un gran gesto?
R. Pues por eso. No me apetece. Me hace da?o. No quiero hacer grandes gestos, yo soy de peque?os gestos. Es un asunto que he guardado en el caj¨®n, un largo proceso de tiempo asimilar aquello. Para m¨ª ya est¨¢ en su sitio. Si me decidiera, lo har¨ªa bien y la gente iba a ir, pero no es un personaje que podr¨ªa afrontar con libertad. Lo dejamos as¨ª. Hace 20 a?os, que era m¨¢s insensata, a lo mejor podr¨ªa haberlo hecho. Y eso que a Bernarda Alba yo la veo como un s¨ªmbolo de amor a sus hijas tremendo. Es el miedo a que las pase algo el que la hace caer en ese fanatismo y esa dureza.
P. ?Es usted lo que aparenta?
R. No, soy muy fr¨¢gil, pero no me gusta que se me note.
P. ?Una pista?
R. No, no quiero hablar de los agujeros negros, as¨ª que ?a ti te voy a contar! Yendo de fuerte y de bruja me ha ido como me ha ido¡
P. ?D¨¦bil y santa, entonces?
R. Tampoco, soy muy nada. La interpretaci¨®n es una cosa muy grande. Construir un personaje, jugar con todo eso, es enorme, sublime. Mi m¨¦todo ha sido observar. No podr¨ªa trabajar con alguna tragedia que me ocurriera en mi vida referente a mi hijo, por ejemplo. Imposible. Tenemos una relaci¨®n ¨²nica, aunque ha cumplido 40 y est¨¢ criadito, vive conmigo.
P. ?Con 40 a?os?
R. Tiene una gracia eso.... Esta es una sociedad ¨²nica. ?Estamos condenados a vivir juntos! No s¨¦ qu¨¦ decir. A nadie le extra?a que vivas con una boa, pero s¨ª con tu hijo. Si preguntas a cualquiera ahora qu¨¦ quiere ser de mayor, te responder¨ªa: ?Yo? ?Hijo!
P. Eso lo coge Freud y¡
R. Pues nos pasan cosas muy bonitas.
P. ?Qu¨¦ hay que hacer para que la gente vaya al cine?
R. Para empezar, que Montoro no nos ponga verdes y nos vean como unos desalmaos. El cine espa?ol es otra cosa: un arte con ideas y sentimientos.
DNI urgente
Teresa Marta Ruiz Penella naci¨® en Bilbao el 29-7-1939. Ha trabajado con directores como Berlanga, Mario Camus. Gerardo Vera, Vicente Aranda, Bigas Luna o ?lex de la Iglesia. Con este ¨²ltimo gan¨® en 2013 el Goya a la mejor actriz de reparto por Las brujas de Zugarramurdi.
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