La ¨®pera de Nueva York aplaza su cierre patronal en busca de un acuerdo
La mayor instituci¨®n de artes esc¨¦nicas de EE UU amenaza con silenciar el teatro si los trabajadores no aceptan una importante reducci¨®n salarial
El Metropolitan Opera de Nueva York, la mayor instituci¨®n de artes esc¨¦nicas de Estados Unidos y una de las m¨¢s prestigiosas del mundo, ha aplazado in extremis su anunciado cierre patronal a petici¨®n de un mediador federal en el conflicto que mantiene con los trabajadores, a los que hab¨ªa amenazado con no renovar este viernes sus contratos y silenciar el teatro si no aceptaban una importante reducci¨®n salarial. La medida es un paso m¨¢s en la mayor crisis en d¨¦cadas entre la entidad y sus 3.400 empleados (1.600 de ellos son fijos), motivada por problemas financieros y un agrio enfrentamiento entre los sindicatos y la direcci¨®n, y extiende un manto de incertidumbre sobre la pr¨®xima temporada, que debe arrancar el 22 de septiembre con Las bodas de F¨ªgaro, de Mozart.
¡°A petici¨®n del Servicio Federal de Mediaci¨®n y Conciliaci¨®n, hemos aceptado extender la negociaci¨®n por otras 72 horas para que tengamos la oportunidad de alcanzar un acuerdo. Si ellos [los sindicatos] quieren llegar a un acuerdo con nosotros, las pr¨®ximas 72 horas nos dan un margen suficiente para ello¡±, anunci¨® Peter Gelb, director general de la instituci¨®n. La amenaza del cierre patronal, por lo tanto, contin¨²a. El alcalde de Nueva York, Bill de Blasio, declar¨®: ¡°Hemos seguido muy de cerca las conversaciones entre el Met y sus trabajadores. Estamos preparados para ayudar en la medida de lo posible¡±.
En el conflicto del Met se mezclan cuestiones presupuestarias (elevados costes salariales, ca¨ªda de los ingresos por taquilla, reducci¨®n de la dotaci¨®n de sus patrocinadores y unos costes de producci¨®n cada vez m¨¢s caros), profesionales (cr¨ªticas a la capacidad art¨ªstica y como gestor de Gelb) y las dificultades propias de una crisis que tiene a 15 sindicatos en uno de los lados de la mesa. La amenaza del cierre patronal, de concretarse, supondr¨ªa el cierre moment¨¢neo del teatro de ¨®pera del Lincoln Center de Nueva York y el final de los contratos y salarios de los trabajadores, as¨ª como los beneficios en ellos incluidos (el seguro m¨¦dico, fundamental para cualquier estadounidense). De momento, los trabajadores acudir¨¢n hoy al trabajo para ir dando forma a futuras producciones como Cavalleria Rusticana y Pagliacci. Lo que suceda el lunes es una inc¨®gnita.
La direcci¨®n del Met quiere aplicar una reducci¨®n salarial del 17%, la primera que se plantea en d¨¦cadas. Seg¨²n Gelb, los costes laborales (215 millones de d¨®lares) suponen dos tercios de su menguante presupuesto operativo (326 millones de d¨®lares), lo que amenaza el futuro de una instituci¨®n que por primera vez debe afrontar un d¨¦ficit presupuestario de 2,8 millones de d¨®lares. Los miembros del coro cobran una media de 200.000 d¨®lares al a?o y los m¨²sicos, 190.000.
El dinero que aportan los patrocinadores tambi¨¦n se ha reducido de 300 millones en 2006 a 260 en la actualidad. El Consejo de Directores, integrado por los principales donantes, comunic¨® a la direcci¨®n que s¨®lo ayudar¨¢ a restituir la dotaci¨®n si se reducen los salarios en un momento en que todas las ¨®peras del mundo sufren recortes en sus ingresos.
Los sindicatos consideran que Gelb carece de visi¨®n art¨ªstica y que su gesti¨®n ha sido un fracaso. Denuncian que muchas de las producciones de su etapa ha sido un despilfarro que no se ha justificado con el rendimiento en taquilla. Para reforzar sus argumentos, los trabajadores presentaron al Consejo de Directores una recopilaci¨®n de las cr¨ªticas negativas publicadas por la prensa. El Met asegura que el balance entre buenas y malas cr¨ªticas es equilibrado y similar al de otros responsables del teatro en sus muchos a?os de historia (fue fundado en 1880).
Gelb no deja a nadie indiferente. Nadie cuestiona, eso s¨ª, que ha introducido cambios radicales en el Met desde que se hizo cargo de la direcci¨®n en 2005. Entre sus innovaciones destaca la retransmisi¨®n en directo de ¨®peras en cines de todo el mundo con tecnolog¨ªa de alta definici¨®n. 14 millones de aficionados han podido disfrutar en las salas de su ciudad de las producciones del Met.
El cierre patronal amenaza con consecuencias impredecibles para el Met. El recuerdo del que ya padeci¨® el teatro en 1980 permanece. Se prolong¨® durante 11 semanas, despu¨¦s de las cuales la audiencia se resinti¨®. ¡°Se pod¨ªa cazar un b¨²falo entre las butacas de tantos espacios vac¨ªos como hab¨ªa¡±, record¨® en el New York Times el tromb¨®n principal de aquella orquesta, David Langlitz. Otras instituciones de Estados Unidos experimentaron crisis similares con una balance muy negativo. Es el caso de la orquesta de Minnesota, en 2012. El conflicto se prolong¨® durante 16 meses y se perdi¨® una temporada completa. Al final, los trabajadores aceptaron un recorte del 16%.
El conflicto del Met preocupa a todos los estamentos en la ciudad de Nueva York. El responsable de finanzas de la ciudad, Scott M. Stringer, inst¨® a las partes a extender las negociaciones y evitar el cierre patronal. "Los ingresos del turismo en la ciudad de Nueva York es un motor importante de nuestra econom¨ªa, con m¨¢s de 36.000 millones gastados en el 2012. Los artistas del Met, t¨¦cnicos y asistentes merecen un resultado justo, al igual que las decenas de restaurantes, tiendas y otros proveedores que se basan en la ¨®pera para su sustento", dijo el jueves en un comunicado.
Babelia
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