¡°No quiero que suene pedante, pero yo era un crac atracando bancos¡±

Daniel Rojo (Barcelona, 1962) fue uno de los atracadores de bancos m¨¢s conocidos a mediados de los ochenta y principios de los noventa. Le apodaban Dani, El Rojo, y tambi¨¦n El Millonario. Echando n¨²meros dice que vaci¨® la caja fuerte de unos 150 en total y sostiene que se llev¨® de ellos m¨¢s de 10.000 millones de pesetas (60 millones de euros). Siempre sin herir a nadie. Pas¨® tres veces por la c¨¢rcel, se rehabilit¨® de todas sus adicciones, hoy tiene dos hijos, una esposa y no se arrepiente de nada. Da charlas de criminolog¨ªa en la universidad, en cursos de medicina ambulatoria, ha escrito cinco novelas, ha sido asistente personal de artistas como Calamaro, Rosario o Loquillo y de futbolistas como Messi. Tambi¨¦n hace mon¨®logos y est¨¢ terminando de rodar Anacleto, una pel¨ªcula donde debuta como actor junto a Quim Guti¨¦rrez o Imanol Arias.

Pregunta. Se llama como el l¨ªder de Mayo del 68.

Respuesta. Me llamo Daniel Rojo. Pero s¨ª, es un gui?o a Daniel Cohn-Bendit. Le conoc¨ª en casa de Jos¨¦ Mar¨ªa Mendiluce, y cuando nos vio a los dos en la piscina dijo: ¡°Tengo a los dos Dani, El Rojo, en mi casa¡±. Desde entonces he mantenido ese nombre art¨ªstico.

P. ?Tiene algo de rojo?

R. Los ideales se terminaron hace tiempo. Yo ahora soy un anarcoaburguesado.

P. ?C¨®mo decide uno atracar un banco?

R. Primero, porque est¨¢s enganchado a una sustancia que necesitas diariamente. Pero tambi¨¦n a una vida muy c¨®moda en una familia bien. Mis padres hab¨ªan pasado hambre y luego les fue mejor: solo quer¨ªan para nosotros educaci¨®n y bienestar. Me habitu¨¦ muy r¨¢pido a tener dinero en el bolsillo, me enganch¨¦ a la hero¨ªna a los 15 y luego empec¨¦ a robarle a mi padre¡­

P. Y le pillaron.

R. S¨ª. Me fui de casa y empec¨¦ a atracar estancos, farmacias¡­ pero a m¨ª me gustaba tener mucho dinero y vivir bien. As¨ª que hac¨ªa cuatro o cinco [robos] diarios. Hasta que conoc¨ª a un grupo que se dedicaba a los bancos.

P. ?Ten¨ªa pistola?

R. S¨ª, primero de fogueo y luego una 38 especial que consegu¨ª de un lote del Pa¨ªs Vasco. Pero entonces era todo muy f¨¢cil. Las puertas abiertas, la seguridad muy baja. Pas¨¦ una ¨¦poca as¨ª y luego me met¨ª a trabajar de portero en una discoteca.

P. ?Y qu¨¦ pas¨®?

R. Un d¨ªa vino un santo a verme y acab¨¦ atracando yo solo un banco.

P. ?Un santo?

R. Alguien que te da una informaci¨®n ¨²til para un robo. Fue la primera vez que lo hice solo; mi colega se qued¨® fuera al cerrarse la puerta. Y luego ya fue mi modus operandi. Aquel d¨ªa me llev¨¦ 11,8 millones [de pesetas]. Me habitu¨¦ a tener mucho dinero. Me compr¨¦ un Omega de oro, un cristo de Dal¨ª, una cadena de Cartier, una Benelli 500 y un Lancia Beta 2000.

P. ?Y no cantaba mucho?

R. S¨ª; por eso mis jefes en la discoteca, que eran delincuentes organizados, me propusieron una sociedad para montar minicasinos con el dinero. Llegamos a tener seis timbas en toda la ciudad. Entre la adrenalina y todo lo que nos met¨ªamos, dorm¨ªa tres horas a la semana.

P. ?Cu¨¢ntos bancos rob¨®?

R. En aquella ¨¦poca hicimos pocos, pero muy guapos. Con cada uno se podr¨ªa hacer una pel¨ªcula. Siempre nos esperaban otros dos coches a la esquina para cambiar enseguida e ir dividi¨¦ndonos.

P. ?Y eso de El Millonario qui¨¦n se lo puso?

R. No quiero que suene pedante ni a falsa modestia, pero yo era un crac. He hecho atracos de todas las formas posibles. Un buen atraco es estar poco rato, no molestar a nadie y llevarse todo el dinero que haya en la retardada. Sol¨ªa ir solo y no me iba sin ese dinero. Por eso me pusieron lo de El Millonario en 1989.

P. ?Y cu¨¢l era su sello?

R. Nunca he sido violento. Siempre intent¨¦ hacerlo muy suave, sin gritar idioteces como ¡°todo dios al suelo¡± para que lo acaben viendo desde fuera y te pillen. Hay que asustar a la gente, pero que no tengan miedo. De la violencia solo sacas violencia y reacciones imprevisibles.

P. No dir¨¢ que les trataba bien¡­

R. Si alguna se?ora estaba embarazada la hac¨ªa sentar, le preguntaba si ya le hab¨ªan dado su dinero y dec¨ªa que lo suyo no se tocaba. Ese era mi m¨¦todo.

P. ?Cu¨¢ntos bancos atrac¨®?

R. Unos 150.

P. ?Y cu¨¢nto dinero se llev¨®?

R. Lo calculamos cuando hice un mon¨®logo y¡­ unos 10.000 millones de pesetas.

P. ?Y qu¨¦ hizo con ese dineral?

R. Me lo fund¨ª. Y ahora tambi¨¦n lo har¨ªa. El dinero que entra f¨¢cil, f¨¢cil se va. Viv¨ªa en la zona alta y en mi casa hab¨ªa 11 personas cada d¨ªa tomando de mi droga. A las once de la noche, cuando me entraba hambre, les invitaba a todos al Botafumeiro [una marisquer¨ªa de Barcelona].

P. ?Nunca hiri¨® a nadie?

Siempre intent¨¦ ser muy suave, sin gritar idioteces como ¡®todo dios al suelo¡¯

R. No. Solo he tenido violencia pura y dura con otros delincuentes. Llevo varios agujeros.

P. ?De bala?

R. Me han disparado, pero no me dieron. Llevo tres pu?aladas talegueras.

P. Con todas las enfermedades que ha tenido, el c¨¢ncer, las pu?aladas... ?C¨®mo est¨¢ vivo todav¨ªa?

R. Soy muy afortunado. Tengo 52 a?os, pero es como si tuviera 19, justo el tiempo que llevo fuera de la c¨¢rcel.

P. En esa ¨¦poca se hizo acompa?ante de m¨²sicos y estrellas.

R. Un d¨ªa llev¨¦ a mi chica al aeropuerto y me encontr¨¦ a Loquillo. ?ramos amigos desde los 14. ?l sab¨ªa que yo era delincuente; de hecho, en un mont¨®n de conciertos me dedicaba canciones cuando estaba en la c¨¢rcel. Y aunque ahora no me habla, siempre le estar¨¦ agradecido. Luego me contrataron Bunbury, Rosario, Calamaro¡­

P. ?Y qu¨¦ hac¨ªa para ellos?

R. Asistente personal, merchandising¡­ Les cuidaba, les llevaba, les consegu¨ªa lo que necesitasen¡­ No era guardaespaldas; mi seguridad es pasiva. He estado 35 a?os buscando problemas, y durante ese tiempo me dediqu¨¦ a evitarlos. Estuve 10 a?os haci¨¦ndolo, hasta que tuve los ni?os.

P. ?Les cuenta batallitas?

R. ?Qu¨¦ les vas a contar! Pero lo har¨¦ a su tiempo, para que sepan por d¨®nde tienen que ir.

P. En las novelas ya ha contado bastante.

Uno es lo que ha vivido, y yo ahora soy feliz como consecuencia de eso

R. Empec¨¦ durante la convalecencia del c¨¢ncer de h¨ªgado. Cuando sal¨ª de la c¨¢rcel no quer¨ªa que supieran nada de m¨ª, pero te vas rodeando de gente que cada vez que explicas algo se queda con la boca abierta. As¨ª que escrib¨ª Mi vida en juego.

P. ?Lo hace siempre a medias?

R. S¨ª. No me las doy de escritor. Y Yolanda Foix no es mi negra ni la he utilizado, ?eh? 50% total. Yo boceto la historia y ella me da personajes nuevos, empieza a escribir, vamos a?adiendo cosas.

P. Todo lo que cuenta en sus libros habr¨¢ prescrito¡­

R. S¨ª, claro. Mi ¨²ltimo delito fue en 1991. Ya no tengo nada que ocultar. Ahora estoy escribiendo la tercera.

P. Cuando mira atr¨¢s, ?se arrepiente de algo?

R. No. S¨¦ que suena mal, pero es que la palabra es muy cat¨®lica. He aprendido de mis errores. Uno es lo que ha vivido, y ahora soy una persona feliz como consecuencia de todo eso. Adem¨¢s, solo rob¨¦ a bancos y aseguradoras, justo los que nos roban ahora.