De (y para) Raphael
Querido Raphael:
Al principio fueron los seguidores. Despu¨¦s llegaron las (sobre todo, las) incondicionales. Hoy los m¨¢s j¨®venes quiz¨¢ seamos fans. Ya da igual: ahora vamos todos a una. Hace dos, tres lustros, quiz¨¢s ni t¨² mismo habr¨ªas imaginado este repunte de pasi¨®n, esta ola que te har¨ªa rodearte de chavaler¨ªa con la que ni tus hijos comparten ya generaci¨®n, pero de la que est¨¢s cerca en curiosidad y energ¨ªa, mucho m¨¢s pr¨®ximo que a los de tu quinta. ?Imaginaste esto? Quiz¨¢ es que los ahora fans ¨¦ramos entonces j¨®venes (vamos, cr¨ªos) y recordamos aquellos tiempos como de aburridos tamborileros navide?os, ropopomp¨®n, para se?oras de abrigos de pa?o o a veces hasta de vis¨®n.
C¨®mo han cambiado las cosas: 71 a?azos (55, de carrera), 50 millones de discos, una decena de pel¨ªculas, tres hijos, dos eurovisiones, un trasplante y sonrisa profident frente al espejo. ?Que hay que sacar single? Hoy mismo, all¨¢ va. ?Que hay que preparar disco? Al estudio. ?Promoci¨®n? Dale: chats, redes sociales, revistas, peri¨®dicos, lo que nos echen. ?Gira? De agosto a diciembre, sin cansancio, tuiteando, digan lo que digan.
?Y la que se te ha venido encima ahora? Cuando t¨² no est¨¢s, Tom Jones, Bryan Ferry, Elton John, muchachos de tu quinta, se te intentan acercar, pero (apreciaci¨®n personal) no se pueden comparar. Ni do?a Gloria Gaynor, que se pasea por las galas de esta Espa?a estival levantando pasiones. T¨², t¨² eres cabeza de cartel en un festival, y no a lo Vi?a del Mar: el Sonorama, uno de esos llenito de modernos, de hipsters, que se llaman hoy. No tienes muy claro lo que es un hipster, has comentado. No pasa nada. Hablemos del amor que te profesan esos festivaleros, los consumidores de m¨²sica de hoy, que no se conforman con casi nada. Ellos estar¨¢n en primera fila (aunque digan que no son hipsters, ni caso: modernos), con sus barbas y sus gafotas y sus camisas de cuadros. Porque muchos van solo por ti. Y repetir¨¢n.
Tu espect¨¢culo en el Sonorama (porque eso no va a ser un concierto, va a ser un espect¨¢culo, y lo sabes, que dir¨ªa tu coet¨¢neo Julio) es uno de los eventos m¨¢s esperados del verano, de la temporada. Puede ser tu gran noche. Cuando salt¨® el notici¨®n muchos pensaron que eran Twitter y sus bromas. ?Qui¨¦n se estrena en un festival de 40.000 asistentes pasados los 70? Solo t¨², cual ave f¨¦nix.
Luego est¨¢n los esc¨¦pticos. Los que creen que no mereces estar ah¨ª, que no es tu sitio, que ya no toca. Qu¨¦ sabe nadie. Ellos no han visto tus conciertos. No te han o¨ªdo cantar, desga?itarte, tirar el micr¨®fono y entonar a capela, sudar tres horas largas encima de un escenario con y sin m¨²sica, roto de emoci¨®n y de aplausos. Recitales que son un esc¨¢ndalo, una declaraci¨®n de poder y de intenciones. Eso es resistencia, y no solo en lo pulmonar.
En Navidad ya no es lo mismo cuando t¨² no est¨¢s. ?Ser¨¢n as¨ª ahora nuestros veranos? Los modernos ya han ca¨ªdo. Prep¨¢rate para encandilar a la siguiente tanda de raphaelistas.
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