¡°Pens¨¢is que yo soy cr¨ªtico, pero no conoc¨¦is a mi madre¡±
El presentador de televisi¨®n y publicista Risto Mejide, famoso por su estilo incisivo, no se muerde la lengua en esta entrevista
Risto Mejide (Barcelona, 1974) no necesita psic¨®logos de sal¨®n. Su madre, cuenta, se sac¨® la carrera haciendo las pr¨¢cticas con ¨¦l. Pero el caso es que el personaje genera una irresistible tentaci¨®n de sentarlo en el div¨¢n. El respetado publicista, siempre oculto tras unos cristales oscuros, pas¨® de merendar triunfitos a conversar con la ¨¦lite del pa¨ªs sentado en un sof¨¢ ingl¨¦s. Y le va bien. Pas¨® de despertar el odio de la gente, a generar cierta empat¨ªa. ?Qu¨¦ sucedi¨® por el camino?
Pregunta. ?Despu¨¦s de tanto concurso de supuestos talentos necesitaba un programa de entrevistas con gente que tuviese cosas que contar?
Respuesta. Tu pregunta denota unos prejuicios brutales.
P. No le digo que no.
R. Yo no critico ni me averg¨¹enzo de nada de lo que he hecho en televisi¨®n. Si no hubiera pasado por esas etapas no habr¨ªa llegado a lo de ahora. Pero aparte de eso no creo que haya programas mejores o peores intelectualmente hablando. Sino aquellos que conectan con la audiencia.
P. Que tambi¨¦n pueden ser buenos o malos. Como el cine o la literatura.
R. ?Qui¨¦n lo decide? ?Una troika cultural? Hay much¨ªsimas cosas que no pasan a la historia que son tremendamente necesarias. Como Dickens, que publicaba folletines populares. No hay que ser censores de la cultura popular que es un reflejo de la sociedad en la que vivimos. Alg¨²n d¨ªa se estudiar¨¢ la historia a partir de lo que suced¨ªa en este momento. Como Bel¨¦n Esteban.
DNI urgente
Risto se llamaba Ricardo. Pero a los 15 a?os unos amigos fineses empezaron a llamarle as¨ª. Se lo cambi¨® en el DNI. Puede que ah¨ª naciera el personaje televisivo que sustituy¨® al brillante publicista.
P. Esperemos que no.
R. ?No te gusta? A m¨ª tampoco. Pero ella conecta con muchos millones de personas, otra cosa es que a ti te guste que tu pa¨ªs sea as¨ª. Pero s¨ª, en esta faceta me siento m¨¢s yo. Puedo hacer lo que quiera, as¨ª que dejo salir muchas m¨¢s cosas de m¨ª. Por eso tambi¨¦n las gafas son mucho m¨¢s transparentes, ya no necesito bloquear la mirada y quiero que la otra persona me vea los ojos.
P. ?Es menos personaje?
R. Es un trabajo, un rol.
P. Durante su etapa de OT se convirti¨® en el vertedero del odio de mucha gente. ?C¨®mo gestionaba esas emociones?
R. Una vez en The Times me compararon con Simon Cowell, que ten¨ªa el mismo rol. Dec¨ªan: ¡°El hombre al que todo el mundo ama odiar¡±. Y me encant¨®. A todo el mundo le gusta pensar: ¡°Qu¨¦ cabr¨®n, c¨®mo ha dicho eso¡±. Y la prueba est¨¢ en los picos de audiencia. Era muy gratificante desde mi punto de vista porque estaba generando relevancia, y eso en televisi¨®n es dinero.
P. ?Nunca se sinti¨® mal por hacer llorar a un concursante?
R. ?Mal? No, he recibido el cari?o de mucha gente. No confundamos hacerse el simp¨¢tico en televisi¨®n con caer bien.
P. No me negar¨¢ que era despiadado con gente claramente m¨¢s d¨¦bil intelectualmente¡
R. Discrepo completamente. Yo concentraba el foco de atenci¨®n en ese momento con una frase que la gente fuese capaz de repetir al d¨ªa siguiente. Para decir ¡°has desafinado como una perra¡± est¨¢ cualquiera. Para decir ¡°eres como un vibrador, perfecta en la ejecuci¨®n, pero fr¨ªa en el sentimiento¡±¡ eso es un spot de televisi¨®n. Y eso, perdona, pero es un m¨¦rito que nunca se me ha reconocido. Si me hice famoso es por decir las cosas de una manera determinada. La forma es a lo ¨²nico que no voy a renunciar.
Lo que dices desde el est¨®mago es lo que logra m¨¢s notoriedad¡±
P. Pas¨® de machacar a la gente a ponerse a su lado con art¨ªculos como el del trabajo. ?Se abland¨®?
R. La gente utiliza a los personajes p¨²blicos para lo que necesita. Y con el ¡°No busques trabajo¡± o el ¡°Largaos¡±, vieron que mi mala leche se pod¨ªa utilizar para sacar las verg¨¹enzas de quien hab¨ªa que sacarlas. Cambi¨¦ de enemigo y en vez de tener a los triunfitos o a los frikis de un programa, se vio que pod¨ªa cargar contra la casta.
P. ?Ha dicho alguna vez algo que no pensara?
R. Continuamente, lo que m¨¢s notoriedad o relevancia han tenido son las que menos he pensado. Otra cosa es que me arrepienta. Lo que dices desde el est¨®mago es lo que logra m¨¢s notoriedad.
P. Uno pensar¨ªa que todo este personaje es una coraza. ?Tuvo una infancia dif¨ªcil?
R. Siempre hay un momento en que los periodistas me sent¨¢is en el div¨¢n. Soy hijo de psic¨®loga, y mi madre se sac¨® la carrera cuando ya estaba crecidito. As¨ª que he pasado todos los test del mundo. He crecido sabiendo todo de mi personalidad, lleg¨¢is tarde.
P. ?Una entrevista ha de ser inc¨®moda?
R. El otro d¨ªa le¨ª una frase de un colega tuyo ya muerto que dec¨ªa: ¡°Una entrevista ha de ser inc¨®moda, lo dem¨¢s son relaciones p¨²blicas¡±. Hay que preguntar lo que alguien no se ha atrevido a decir.
P. Pues el otro d¨ªa entrevist¨® al director de La Raz¨®n, Francisco Marhuenda, y luego a su mentor, el publicista Toni Segarra. Al primero le machac¨® y al segundo le hizo una oda. ?Eso era sectarismo o relaciones p¨²blicas entonces?
R. A uno lo admiro y al otro no. Y eso se tiene que notar en una conversaci¨®n. Huyo del rigor, intento ser lo m¨¢s subjetivo del mundo. Yo no hago periodismo. Y lo de Segarra, pues s¨ª, eran relaciones p¨²blicas para que la gente joven que me sigue le conozca. Mucha gente me dijo en Twitter que les hab¨ªa descubierto a un t¨ªo maravilloso¡
Intento ser lo m¨¢s subjetivo del mundo. Yo no hago periodismo¡±
P. Por cierto, 1,7 millones de seguidores. ?Alg¨²n consejo?
R. La cosa no est¨¢ en la cantidad sino en la influencia. Si eres capaz de que tus 800 cometan un suicidio colectivo, tienes t¨² m¨¢s poder que yo.
P. ?De d¨®nde viene ese renovado inter¨¦s por la pol¨ªtica con programas como el suyo o el de ?vole?
R. Los medios y la pol¨ªtica van ligados. Vivimos un empoderamiento del consumidor y del votante, que es el mismo t¨ªo. Y eso ha de llevar necesariamente a un nuevo tipo de pol¨ªtico que trata con los medios de manera distinta. En mi programa lo que intento es que todos est¨¦n representados, pero te encuentras que la mayor¨ªa de los antiguos dicen no.
P. ?C¨®mo qui¨¦n?
R. Gallard¨®n me ha dicho que no y me lo sigue diciendo.
P. ?Por miedo?
R. No, es un t¨ªo muy preparado, dudo que tenga miedo. Pero debe pensar que como vengo de los programas de frikis¡
P. He o¨ªdo que quiso ser esp¨ªa del CNI.
R. Estaba en paro y buscaba ofertas en el peri¨®dico del domingo. El CNI est¨¢ obligado a anunciarse y encontr¨¦ una. ¡°Se buscan agentes que sepan hablar ¨¢rabe, chino o no s¨¦ qu¨¦ m¨¢s¡±. Yo estaba en nivel siete de chino y mand¨¦ un curr¨ªculum. Al cabo de un tiempo, me dijeron si quer¨ªa pasar las pruebas. Pregunt¨¦ el sueldo y desist¨ª. Era poco.
P. ?Ha pensado alguna vez que desperdiciaba su talento con sus trabajos?
R. Como dec¨ªa Woody Allen, tengo poco talento pero muy bien aprovechado.
P. ?Qui¨¦n le hace de Risto Mejide a usted?
R. Mi madre. Vosotros cre¨¦is que yo soy cr¨ªtico, pero no la conoc¨¦is a ella. Aparte de ser mi mejor amiga ha sido siempre referencia en todo.
P. ?Y no estaba preocupada con ese personaje suyo?
R. Se preocupaba como cualquier madre. Pero la primera vez que me dijo algo fue: ¡°Qu¨ªtate la chaqueta en el plat¨® que al salir tendr¨¢s fr¨ªo¡±.
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