Cambio de guardia en Lucerna
Tras el fallecimiento en enero de Claudio Abbado y con Pierre Boulez a medio gas,
el festival suizo de cl¨¢sica busca nuevos referentes para encarar su futuro
Acostumbra el Festival de Lucerna, en el coraz¨®n de Suiza, a titular cada una de sus ediciones con una palabra o frase que defina su l¨ªnea de programaci¨®n e incite a la reflexi¨®n. El a?o pasado, con motivo de su 75? cumplea?os, se inclinaron por?Viva la revoluci¨®n, as¨ª como suena, en perfecto espa?ol. En esta edici¨®n se han inclinado por?Psyche con el subt¨ªtulo ¡°m¨²sica como espejo del alma¡±. Viene como anillo al dedo para reflejar los nuevos aires que soplan en el festival tras el fallecimiento en enero de Claudio Abbado y el delicado estado de salud de Pierre Boulez, lesionado en un hombro y con deficiencias en la visi¨®n. La ¨²ltima d¨¦cada del Festival de Lucerna podr¨ªa calificarse, sin forzar excesivamente los calificativos, como prodigiosa en su conjunto, pero los dos puntales en que se ha apoyado la singular personalidad del evento han sido Abbado, con la creaci¨®n a su medida de una fabulosa orquesta desde 2003, y Boulez, art¨ªfice de la Academia del Festival, centro de formaci¨®n y difusi¨®n de la m¨²sica contempor¨¢nea, con una orquesta joven de campanillas desde 2004. Las dos orquestas se mantienen, qu¨¦ duda cabe, pero su planteamiento va a experimentar modificaciones. No es necesario que todo cambie para que todo siga igual, como se dec¨ªa en El gatopardo, sino que se requiere un proceso de adaptaci¨®n a la nueva situaci¨®n para mantener la filosof¨ªa del festival y la excelencia de sus resultados art¨ªsticos.
El gran reto es
De entrada se acaba de renovar hasta finales de 2020 la titularidad art¨ªstica del festival a una persona tan din¨¢mica e imaginativa como Michael Haefliger, activo en el cargo desde 1999. Su apuesta por la juventud y por la m¨²sica contempor¨¢nea corren paralelas a la consolidaci¨®n de Lucerna como el gran foro mundial de las grandes orquestas. Sus planes de expansi¨®n y modernidad pasan por proyectos como el auditorio port¨¢til de Anish Kapoor y Arata Isozaki, inaugurado el pasado a?o en la zona castigada por el tsunami en Jap¨®n. Este oto?o volver¨¢n a tierras niponas y ya demandan su instalaci¨®n provisional para alg¨²n concierto desde Nueva York a los Emiratos ?rabes. El gran reto del visionario gestor es la edificaci¨®n en Lucerna de un gran teatro modular de ¨®pera. Con su tenacidad es m¨¢s que probable que lo consiga. En el contexto de apuesta por la juventud no es casual que la inauguraci¨®n de la actual edici¨®n del festival haya estado a cargo del director let¨®n de 35 a?os Andris Nelsons, y que la clausura a mediados de septiembre tendr¨¢ como protagonista al joven venezolano de 33 a?os Gustavo Dudamel, con tres programas diferentes al frente de la Filarm¨®nica de Viena.
A ello hay que a?adir una gran cantidad de conciertos especiales gratuitos dedicados al p¨²blico joven, desde los familiares a los que utilizan formatos no superiores a los 40 minutos de extensi¨®n, o el popular ciclo de m¨²sica en las calles con grupos de Italia, B¨¦lgica, Argentina, Madagascar, Tailandia, Ucrania y Suiza. Como apunte econ¨®mico, los datos de 2013 son significativos: 62 espect¨¢culos con 94 % de ocupaci¨®n y 107.000 asistentes en el festival de verano; 44 % de los ingresos procedentes de venta de entradas, frente a un 33 % de patrocinadores privados y solamente un 5 % de subvenciones p¨²blicas. Sin comentarios.
Andris Nelsons es el mejor situado para suceder a Abbado al frente de la orquesta
Andris Nelsons es quien mejor est¨¢ situado para reemplazar a Claudio Abbado al frente de la orquesta del Festival de Lucerna. De momento no hay nada firmado, pero orquesta y director est¨¢n en un periodo de rodaje para ver si se comunican bien art¨ªsticamente. Nelsons ha asumido los programas de Abbado en esta edici¨®n, con un par de sinfon¨ªas de Brahms como plato fuerte, a las que el let¨®n ha dado un tono sereno y profundo. La impresi¨®n que se ha transmitido es que existe un entendimiento s¨®lido, y as¨ª lo han manifestado tambi¨¦n varios m¨²sicos de la orquesta, entre ellos el obo¨ªsta espa?ol Lucas Mac¨ªas Navarro. Un pianista tan ligado a Abbado como Maurizio Pollini fue el solista del primer concierto para piano de Chopin, con un acompa?amiento impecable de Nelsons. El recuerdo del inolvidable cuarto concierto para piano de Beethoven, con Abbado y Pollini, hace unos a?os en Lucerna, se hizo evidente. Pollini se volc¨® t¨¦cnica y emocionalmente en el concierto chopiniano, alargando su visi¨®n del m¨²sico polaco con una conmovedora propina, que puso al p¨²blico en pie. La sombra del director milan¨¦s es alargada y se le recuerda con admiraci¨®n en cada rinc¨®n de la ciudad. La edici¨®n del disco con su versi¨®n de la Novena sinfon¨ªa de Bruckner, la ¨²ltima que interpret¨® en Lucerna, se ha convertido estos d¨ªas en un objeto de identificaci¨®n afectiva.
El director-estrella con la orquesta de la Academia ha sido este a?o Simon Rattle. Es la primera vez que la dirige y los resultados han sido excepcionales. En particular la obra Coro, de Luciano Berio, sobre poemas, entre otros, de Pablo Neruda, para cuarenta voces y orquesta, con cantantes e instrumentistas intercalados, tuvo una lectura de una sutileza fuera de lo com¨²n. Rattle ya la hab¨ªa interpretado en la serie de conciertos de cuarenta minutos, jugando con la correspondencia de las cuarenta voces, ante un p¨²blico inexperto que reaccion¨® con id¨¦ntico entusiasmo al p¨²blico m¨¢s curtido en estas lides. En realidad no hay excesiva diferencia en el p¨²blico de Lucerna en lo que respecta a la acogida musical por criterios de fecha de composici¨®n. Despu¨¦s de un par de obras de Dukas y Debussy, Simon Rattle dirigi¨® el estreno mundial de El silencio de las sirenas, de la compositora coreana Unsuk Chin, con la soprano canadiense Barbara Hannigan. Es ya el s¨¦ptimo encargo de la empresa farmac¨¦utica Roche, despu¨¦s de los de Benjamin, Hosokawa, Pintscher, Birtwistle, Yi y Kyburz. Horas antes del concierto de Rattle se anunci¨® con un concierto monogr¨¢fico y un interesante coloquio la adjudicaci¨®n de la pr¨®xima obra a la compositora austriaca Olga Neuwirth, famosa por sus colaboraciones con la premio Nobel Elfriede Jelinek. El estreno de Unsuk Chin desprendi¨® un magnetismo sensual con ecos de Ligeti y fue recibido calurosamente por el p¨²blico. Chin y el austriaco Johannes Maria Staud, del que se estrena esta tarde un concierto para viol¨ªn con Midori de solista, son los compositores en residencia de la actual edici¨®n del Festival. Las artistas-estrella son las citadas Hannigan y Midori.
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