El tesoro de los 120.000 documentos
En 2002, Jos¨¦ Mar¨ªa Lafuente vendi¨® su colecci¨®n de arte para emprender el Archivo Lafuente Ha reunido un fondo documental de arte moderno y contempor¨¢neo de referencia internacional
Una pintura, una escultura, un dibujo, una fotograf¨ªa son solo la punta del iceberg. Sumergidas se encuentran las ideas, ese armaz¨®n invisible sobre el que se construyen las obras de arte y que, desde finales del siglo XIX, los artistas han plasmado en papel: manuscritos, cat¨¢logos, revistas, manifiestos, libros, cartas. Jos¨¦ Mar¨ªa Lafuente (Lugo, 1957) recurre una y otra vez al s¨ªmil del iceberg para hablar del Archivo Lafuente, un fondo de unos 120.000 documentos y 3.000 obras de arte que re¨²ne desde hace 14 a?os.
En mayo de 2002 Lafuente adquiri¨® el fondo de los Encuentros de Altamira ¡ªcelebrados entre 1949 y 1950 en Santillana del Mar para promover el intercambio entre artistas nacionales e internacionales¡ª, del editor y profesor universitario Pablo Beltr¨¢n de Heredia. ¡°Fue una revelaci¨®n. Porque ah¨ª, adem¨¢s de haber obras originales, hab¨ªa fotograf¨ªas de los encuentros, cartas, bocetos¡ Detr¨¢s del cuadro de Mathias Goeritz o la escultura de Josep Llorens Artigas se escond¨ªa todo ese material¡±. En esas fechas, tambi¨¦n se hizo con el fondo de Miguel Logro?o, cr¨ªtico de arte, fundador del Sal¨®n de los 16 y primer director de la biblioteca del Museo Reina Sof¨ªa. ¡°?l no ten¨ªa obras de El Paso, pero s¨ª el cartel, el manifiesto, el primer cat¨¢logo. Fue el otro momento fundacional. Ah¨ª me dije: esto es lo que quiero hacer¡±.
Acto seguido el industrial c¨¢ntabro vendi¨® su colecci¨®n de arte. La hab¨ªa iniciado a mediados de los ochenta y era fundamentalmente de arte espa?ol. ¡°Se trataba de una colecci¨®n volcada al dibujo y a la escultura, con piezas de Pepe Espali¨², Cristina Iglesias, Adolfo Schlosser o Juan Mu?oz. En 15 a?os llegu¨¦ a tener unas doscientas obras¡±, explica Lafuente, que tambi¨¦n es editor de Ediciones La Bah¨ªa y de las revistas Arte y Parte y El Estado Mental. Hoy solo conserva las piezas de artistas c¨¢ntabros y alguna m¨¢s ¡°a la que le ten¨ªa especial cari?o¡±.
¡°En aquel momento interpret¨¦ que mi colecci¨®n de arte era una m¨¢s y que tampoco pod¨ªa aportar otra mirada. Me pareci¨® que me pod¨ªa desarrollar en el ¨¢mbito documental, tan ef¨ªmero, tan proclive a la destrucci¨®n¡±. Y tan descuidado en Espa?a. ¡°Aqu¨ª siempre ha primado el cuadro, la pared, lo medi¨¢tico. Las grandes instituciones, salvo el momento glorioso del IVAM, no le han dado importancia a lo documental, aunque es verdad que eso est¨¢ cambiando: ahora el Reina Sof¨ªa y el MACBA s¨ª tienen inter¨¦s¡±.
El Museo del Prado, cuenta Lafuente, fue su universidad. Al regresar del exilio mexicano, una t¨ªa suya hab¨ªa comprado un peque?o hostal en Madrid y, con 17 a?os, se sub¨ªa al autob¨²s en Santander los viernes por la tarde y pasaba el fin de semana recorriendo las salas de la pinacoteca madrile?a. ¡°Ahora miro hacia atr¨¢s y creo que este paso es l¨®gico. Mi evoluci¨®n viene del arte, no de los libros: quer¨ªa entender el arte y encontr¨¦ respuestas en los textos originales¡±.
El Archivo Lafuente es una colecci¨®n documental especializada en historia del arte del siglo XX en Europa ¡ªcon especial inter¨¦s en Espa?a¡ª, Latinoam¨¦rica y Estados Unidos. En este inmenso fondo guarda uno de los 50 ejemplares del cat¨¢logo de la primera exposici¨®n de El jinete azul con xilograf¨ªas de Kandinsky y Franz Marc, los Poemobiles de Augusto de Campos y Julio Plaza o la serie completa de la revista bonaerense de los cincuenta Nueva Visi¨®n, pero la pieza predilecta de su impulsor ¡ªno lo duda¡ª es La prosa del Transiberiano y de la peque?a Jehanne de Francia. ¡°Es emocionante ver sus colores en directo. Es la pieza elegida por el a?o, 1913, porque es un poema de Blaise Cendrars, porque es una obra incre¨ªble de Sonia Delaunay, porque se usan 10 o 12 tipograf¨ªas diferentes, porque es una amalgama entre el arte y la escritura, porque es un objeto que no es ni una obra de arte ni un libro al uso, porque tiene forma en zigzag. Es la obra que re¨²ne todo lo que representa mi colecci¨®n¡±.
Ese ejemplar est¨¢ ahora expuesto en el Palacete del Embarcadero de Santander, dentro de ?Qu¨¦ es un libro de artista?, la segunda de las cuatro exposiciones impulsadas por Lafuente para dar a conocer su archivo. La idea del arte, en el Museo de Arte Moderno y Contempor¨¢neo (MAS) de la capital c¨¢ntabra, fue la primera oportunidad de adentrarse en un universo de cartas de Ulises Carri¨®n, libros de la Bauhaus firmados por Kandinsky, Malevich o Paul Klee, fotomontajes propagand¨ªsticos de John Heartfield, manifiestos de Joaqu¨ªn Torres-Garc¨ªa o ¡°comentarios pl¨¢sticos¡± de Elena Asins, que Lafuente resume en cinco claves: ¡°Libro, escritura, experimentaci¨®n, archivo, biograf¨ªa/vida¡±. Desde el pasado jueves puede visitarse la tercera de las muestras en el Paraninfo de la Universidad de Cantabria, Sol LeWitt: Libros. El concepto como arte, y el pr¨®ximo 16 de octubre se inaugurar¨¢ en el C¨ªrculo de Bellas Artes de Madrid Escritura experimental en Espa?a, 1965-1983.
¡°La labor del archivo es la adquisici¨®n y conservaci¨®n, no el comisariado de exposiciones, ?pero c¨®mo cuentas qu¨¦ es el Archivo Lafuente? Porque tenemos un listado y una web, pero nos ha pasado que lo ven y no lo creen. Solo cuando constatan que tengo f¨ªsicamente el Cabaret Voltaire o La prosa del Transiberiano o la colecci¨®n de la revista Aspen o todo el material latinoamericano van dando cr¨¦dito: por eso quer¨ªa hacerlo todo a la vez. Cuatro exposiciones, cuatro cat¨¢logos, la puesta en marcha de la web¡±.
Aqu¨ª siempre ha primado el cuadro. Las grandes instituciones no le han dado importancia al legado documental
Algunos de los fondos del Archivo Lafuente han formado parte de exposiciones como Am¨¦rica Fr¨ªa (2011) y Surrealistas antes del surrealismo (2013) en la Fundaci¨®n Juan March o A?os treinta: Teatro de la crueldad, lugar del encuentro (2012) y ?scar Dom¨ªnguez: Decalcoman¨ªas y objetos (2012) en el Museo Reina Sof¨ªa ¡ªcentro con el que mantienen un convenio de colaboraci¨®n¡ª, pero para evitar reservas como las de la viuda y la hija de LeWitt se decidi¨® invertir un a?o de trabajo en la presentaci¨®n de su archivo. ¡°Cuando les escribimos para informarles de que ¨ªbamos a montar una exposici¨®n que iba a reunir por primera vez toda la obra gr¨¢fica de LeWitt se mostraron esc¨¦pticas. Nos contestaron, muy prudentemente, que les envi¨¢semos una relaci¨®n de lo que ¨ªbamos a exponer¡ Y, claro, a partir de entonces se pusieron a nuestra disposici¨®n. Somos un archivo joven y no estamos asociados a ninguna instituci¨®n, por eso este despliegue nos va a beneficiar: cuando quieres que te conf¨ªen un fondo importante muchas veces no es un problema de dinero: para los artistas y sus familias es primordial saber ad¨®nde ir¨¢n sus materiales, c¨®mo se guardar¨¢n, si se difundir¨¢n¡±, se?ala.
En enero de 2015 se clausuran las dos ¨²ltimas exposiciones y, a partir de entonces, Lafuente espera concentrarse en la misi¨®n principal del archivo. ¡°Quiz¨¢s en el futuro hagamos alguna muestra puntual, pero nuestra labor consiste en dar cobertura documental a exposiciones de otras instituciones. Por ejemplo, la galer¨ªa Whitechapel de Londres va a montar una sobre la abstracci¨®n desde el punto de vista de revistas y nosotros les vamos a prestar apoyo. Tenemos que dedicarnos a archivar y a las adquisiciones¡±. A completar las ¨¢reas de la posmodernidad y vanguardias hist¨®ricas y, sobre todo, a Latinoam¨¦rica. ¡°Es nuestra prioridad. Es un territorio en el que nos hemos especializado, pero es complejo porque se han perdido muchos materiales. Adem¨¢s, all¨ª tenemos de margen un a?o o dos: luego no podremos comprar nada porque lo habr¨¢n hecho los grandes centros americanos¡±.
Otro de los objetivos del Archivo Lafuente es el impulso de nuevas investigaciones. ¡°Nosotros hemos puesto en marcha dos: una sobre escritura experimental en Espa?a y otra sobre Ulises Carri¨®n¡±. Y ahora se les amontonan las solicitudes de investigadores para consultar sus fondos. ¡°Pero les tenemos que decir que no porque en este momento podemos conservar, pero no tenemos la estructura para poner nuestro fondo a disposici¨®n de investigadores¡±.
Esa es una tarea pendiente: la creaci¨®n de un centro documental. Porque Lafuente insiste en que el suyo ¡°es un archivo privado, pero de vocaci¨®n absolutamente p¨²blica¡±, y en que le gustar¨ªa que su colecci¨®n no tardase en ser ¡°consultable¡±. ¡°Me planteo que quiz¨¢s sea posible llegar a un acuerdo con una instituci¨®n, porque no tengo los medios para hacer este tipo de difusi¨®n desde el ¨¢mbito privado. Aunque s¨ª me gustar¨ªa conservar una cierta independencia del archivo para que est¨¦ al margen de vaivenes pol¨ªticos. Ser¨ªa una pena que se desperdigase: es un fondo de consulta excepcional¡±.
La idea del arte. Museo de Arte Moderno de Santander y Cantabria. Rubio, 6. Hasta el 14 de diciembre. Sol LeWitt: Libros. El concepto como arte. Paraninfo de la Universidad de Cantabria. Sevilla, 6. Hasta el 20 de diciembre. ?Qu¨¦ es un libro de artista? Palacete del Embarcadero. Muelle de Calder¨®n, s/n. Hasta el 8 de enero. Escritura experimental en Espa?a, 1965-1983. C¨ªrculo de Bellas Artes. Alcal¨¢, 42. Madrid. Del 16 de octubre al 11 de enero de 2015.
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