Botelho, De Queir¨®s y Rego
De los Jer¨®nimos al cine; de la m¨²sica alentejana a una exposici¨®n de Paula Rego
Incumplo el primer mandamiento del lisboeta: Jam¨¢s visitar¨¢s los Jer¨®nimos en weekend. Me tienta, por dos razones: 1. Act¨²a un coro alentejano. 2. Desconozco su folclore. Son cantos del m¨¢s puro pueblo; ponen la piel de gallina sus voces y, sobre todo, sus rostros.
Enfilo al cine, concretamente al de El Corte Ingl¨¦s, por dos razones: 1. El metro me deja entre la taquilla y el espacio Gourmet. 2. Con un par de euros m¨¢s (8,90) accedo al espacio vip, con butacones y toda la pantalla para m¨ª. Elijo Os maias. Jo?o Botelho versiona el novel¨®n de E?a de Queir¨®s (1845-1900). Si en otras obras, el gran escritor portugu¨¦s se atreve con los amores prohibidos de los curas (El crimen del padre Amaro), aqu¨ª apunta a una saga aristocr¨¢tica con pasiones incestuosas. El director Botelho antes hab¨ªa osado poner en im¨¢genes El libro del desasosiego. En Os maias concibe una pel¨ªcula teatralizada, cortada en escenas y con el recurso de pinturas para los exteriores. Doy cabezaditas.
Vuelvo al metro, por dos razones: 1. Hay estaciones preciosas, como Parque o Chiado, de ?lvaro Siza. 2. Mientras, escucho lo ¨²ltimo de Banda do Mar, un tr¨ªo c¨¢lido con las voces brasileiras de Mallu Magalhaes y Marcelo Camelo y la percusi¨®n del portugu¨¦s Fred Ferreira, que les da ritmito. Interesantes.
Me apeo en Entrecampos, otra parada singular. La Galer¨ªa 111 cumple los 50. Fue la primera en apostar por la rebelde Paula Rego (Lisboa, 1935) y lo celebra con obra ignota, unos pasteles de los setenta, el reciente Blind sister, adem¨¢s de los grabados sobre la siniestra serie del aborto. La Rego, exiliada en Londres, no se prodiga y menos en su pa¨ªs. Un caso similar al de la pianista Maria Joao Pires y, en parte, al de Jos¨¦ Saramago. Puro desasosiego.
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