Europa desde la iconoclastia
Torreblanca agarra el asunto de la gobernaci¨®n de la Uni¨®n Europea desde la crisis de 2008
?Qui¨¦n gobierna en Europa?, de Jos¨¦ Ignacio Torreblanca, es un ensayo l¨²cido: estupendo e inquietante. Estupendo por su iconoclastia. Porque agarra el asunto de la gobernanza/gobernaci¨®n de la Uni¨®n Europea desde donde toca: la crisis de 2008. Y c¨®mo, a su comp¨¢s, se han trastocado la arquitectura de la uni¨®n monetaria, los equilibrios institucionales de los Veintiocho, las funciones de las democracias nacionales.
Y por su tesis central: la condici¨®n pol¨ªtica ineludible para realizar ulteriores cesiones de soberan¨ªa nacional (si tal cosa existe) estriba en que "se recupere en la pr¨¢ctica a nivel europeo en forma de mayor, mejor y m¨¢s efectivo margen de actuaci¨®n". Debe haber un estrecho paralelismo entre los nuevos traspasos (de poderes sobre el presupuesto, la banca, el Tesoro) hacia "Bruselas" (Comisi¨®n y Consejo) y el traspaso a "Estrasburgo" (Parlamento) de su control pol¨ªtico. So pena de incurrir en d¨¦ficit democr¨¢tico y de incrementar la ya creciente desafecci¨®n popular hacia Europa, convertida por los Gobiernos en chivo expiatorio de todo mal.
Otros aciertos: su explicaci¨®n sobre la "tecnocracia", o encargo de gesti¨®n a t¨¦cnicos o cuerpos t¨¦cnicos de materias muy especializadas, a cambio de resultados eficientes (pero no su aplicaci¨®n indiscriminada a "Bruselas", como suced¨¢neo de conceptos como "burocracia" o "monstruo burocr¨¢tico", tan caros a Margaret Thatcher); su cr¨ªtica a la conversi¨®n de los Parlamentos nacionales en legitimadores de lo decidido despu¨¦s de decidido, y no antes; su carga contra abusos institucionales como las cartas-ultimatos del BCE a Espa?a e Italia en plena crisis, pero tambi¨¦n su aplauso a esta instituci¨®n como "poder federador" europeo; el convencional aguij¨®n a la pol¨ªtica econ¨®mica alemana¡ seguido del respeto al debate democr¨¢tico y al juego institucional de ese pa¨ªs; la acertada foto de los nuevos populismos, aunque en una evaluaci¨®n que los sobredimensiona: no es exacto (a¨²n) que "ya no son minoritarios"¡ Y as¨ª decenas de apuntes. Lean el libro.
Pero l¨¦anlo tambi¨¦n cr¨ªticamente, desde la irreverencia. Porque Torreblanca lleva su eurocriticismo a la frontera del euroescepticismo cuando no solo exige mayor control democr¨¢tico a los poderes europeos, sino que muestra excesiva nostalgia del Estado-naci¨®n y de la soberan¨ªa nacional. Porque tiende a envolver esa deriva con un abuso de conceptos como la "soberan¨ªa democr¨¢tica" de J¨¹rgen Habermas aplicada a la soberan¨ªa nacional, o el "vaciamiento constitucional" pre?ado de connotaciones negativas en lugar de la m¨¢s positiva "federalizaci¨®n".
Y parece haberse dejado en el tintero lo que ¨¦l mismo tantas veces ha escrito, que la crisis econ¨®mica soliviantadora de la gobernanza europea ha sido y es brutal, recidivante. Y pues, los fallos sist¨¦micos afectan no solo a las instituciones comunes, sino a todas, y a todas las corporaciones y profesiones, no solo a las mal¨¦ficas ¨¦lites pol¨ªticas, que opone a la ben¨¦fica ciudadan¨ªa.
Adem¨¢s, deja en el limbo si el nuevo andamiaje de la uni¨®n econ¨®mico-monetaria inventado en este lustro (fondos de rescate, paquetes fiscales, nuevo rol del BCE¡) es un mero c¨®ctel de medidas improvisadas o enhebra una refundaci¨®n, a¨²n imperfecta, de la Uni¨®n. Con todos esos defectos, y algunos m¨¢s, el bistur¨ª de Torreblanca corta muy fino. Con rotundidad envidiable.
?Qui¨¦n gobierna en Europa? Jos¨¦ Ignacio Torreblanca. Libros de la Catarata. Madrid, 2014
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