Combate feroz contra el miedo

Desde hace unos diez a?os ten¨ªan un guion medio escrito que no consegu¨ªan sacar adelante. No saben muy por qu¨¦. Ahora s¨ª se lo explican. Solo necesitaban la oportunidad terrible de la crisis y el paro. "La situaci¨®n actual de Europa es la que nos empuj¨® a volver a este guion y sacarlo adelante, conscientes de una realidad aterradora como es la obsesi¨®n que existe por la productividad que obliga a los trabajadores a competir entre ellos, a veces de forma violenta". Los hermanos belgas Jean-Pierre y Luc Dardenne, de 63 y 60 a?os, respectivamente, retratan as¨ª en Dos d¨ªas, una noche, el recorrido ag¨®nico que realiza durante un fin de semana una trabajadora para tratar de convencer a sus compa?eros de que renuncien a una paga extra para que ella pueda mantener su empleo. Los Dardenne, una pareja de entendimiento perfecto a nivel personal y cinematogr¨¢fico -no en vano llevan ya firmados juntos nueve largometrajes-, se turnan met¨®dicamente en las respuestas. ¡°Dos a?os, una noche es un filme contra el miedo, contra el miedo econ¨®mico ante la posibilidad real de perder el trabajo. Todo el mundo conoce gente, tambi¨¦n nosotros, que se ha visto enfrentada a esta situaci¨®n, personas endeudadas. En esta realidad, el miedo est¨¢ muy presente y lo que nosotros hemos querido retratar es que incluso hoy, en circunstancias tan adversas, es posible luchar contra ¨¦l¡±, asegura Jean-Pierre Dardenne, en Valladolid, donde la pel¨ªcula forma parte de la secci¨®n a concurso de la Semana de Cine Internacional de la ciudad, Seminci, cuyos premios se dar¨¢n a conocer ma?ana s¨¢bado.

A su lado, su hermano menor, Luc, escucha atento la reflexi¨®n de Jean-Pierre y defiende el filme como el elogio a la solidaridad y la fragilidad de las personas. ¡°Hoy m¨¢s que nunca es necesaria la solidaridad y por eso nos hemos sentido obligados a dar testimonio de su importancia. Es dif¨ªcil en tiempos cr¨ªticos ponerse en el lugar del otro porque el sacrificio al que uno se enfrenta es muy grande. No es lo mismo, por ejemplo, realizar grandes huelgas en ¨¦poca de penurias que cuando la distribuci¨®n de la riqueza es m¨¢s justa. Es tambi¨¦n un canto a la fragilidad, algo poco com¨²n en una sociedad en la que parece que solo se valoran la eficacia, la potencia, los salarios, la competencia entre nosotros mismos. Todos somos c¨®mplices de ello¡±. De lo que huye esta pareja es de hacer de su pel¨ªcula una tesis o un juicio a los trabajadores que van desfilando delante de su compa?era.

Una trabajadora a la que interpreta una deslumbrante Marion Cotilllard, toda una estrella internacional. Con ella, los hermanos Dardenne han roto una tradici¨®n de su cine como es la de trabajar con actores casi desconocidos. ¡°Fue un flechazo cinematogr¨¢fico. Es la mejor decisi¨®n que hemos podido tomar. Ha sido una experiencia ¨²nica. Sab¨ªamos nosotros, y ella tambi¨¦n, que ten¨ªa que dejar a un lado su imagen de estrella no solo en el cine, sino tambi¨¦n en el mundo de la moda y el lujo. Nos reunimos con ella durante el rodaje de De ¨®xido y hueso, de Jacques Audiard, quer¨ªamos verla antes de tomar ninguna decisi¨®n. Casi inmediatamente despu¨¦s de sentarnos nos dimos cuenta de que est¨¢bamos ante la actriz de nuestra pel¨ªcula y as¨ª se lo hicimos saber. Hay algo en Marion que es muy misterioso. Cuando interpreta, su personaje puede estar muy lejos pero al mismo tiempo bien presente¡±, explican uno tras otro los dos hermanos. La actriz ganadora de un oscar en 2008 por La vie en rose, en la que se pon¨ªa en la piel de ?dith Piaf, uno de los grandes s¨ªmbolos de la m¨²sica en Francia, no tuvo, advierten los Dardenne, ning¨²n tipo de privilegios. ¡°Ni peluquero, ni maquillador privado¡±, le advirtieron de antemano. ¡°Fue muy generosa y disciplinada, no solo durante los ensayos, seis semanas, sino a lo largo del rodaje realizado en orden cronol¨®gico¡±. Y m¨¢s teniendo en cuenta la m¨¢xima de estos cineastas belgas: no hay lugar para la improvisaci¨®n. ¡°Nosotros estamos abiertos a los cambios, las propuestas, Marion hizo varias muy buenas. Nos gusta que los actores propongan cambios pero durante el rodaje no improvisamos¡±.

Asiduos y adorados en el Festival de Cine de Cannes, dos Palmas de Oro por Rosetta (1999) y El ni?o (2005), premio al mejor actor para Olivier Gourmet por El hijo (2002), mejor guion por El silencio de Lorna (2008) y Gran Premio del Jurado por El ni?o de la bicicleta (2011), con Dos d¨ªas, una noche se fueron de vac¨ªo en el ¨²ltimo certamen franc¨¦s, a pesar de que el filme sonaba en las m¨¢s poderosas quinielas. Ellos lo asumen con gallard¨ªa, esperando que la Seminci vuelva a repetir el premio que les concedi¨® hace ya 18 a?os con La promesa, su primer largometraje de proyecci¨®n internacional. Ma?ana se desvelar¨¢ la inc¨®gnita.