Rubens se muda al centro de Madrid
Un nuevo museo albergar¨¢ joyas de maestros flamencos y holandeses Cuenta con importantes pr¨¦stamos del Prado y del Museo de Bellas Artes de Amberes
Nadie podr¨¢ negar que, en tiempos as¨ª, el nacimiento de un nuevo museo reviste caracteres de epopeya y merece titulares a cinco columnas. En tiempos como estos de duda met¨®dica ¡ªy no precisamente referida a Descartes y su b¨²squeda de la verdad absoluta, sino al muy humano reflejo de ¡°por si acaso no me muevo, que si no, no salgo en la foto¡±¡ª la inminente apertura del Museo Carlos de Amberes Madrid de Maestros Flamencos y Holandeses se parece bastante a un rayo de esperanza para aquellos que a¨²n creen que no est¨¢ todo perdido. Para quienes insisten en que no s¨®lo eso de los saberes ¨²tiles sirve para afrontar la sucesi¨®n de los d¨ªas.
Habr¨ªa que ir m¨¢s all¨¢, habr¨ªa que preguntarse si, de verdad, la contemplaci¨®n de algo como El martirio de San Andr¨¦s de Rubens, principio y fin de este peque?o pero conmovedor recorrido por el arte de los siglos XVI y XVII, es o no es un saber ¡°¨²til¡±. Y cabe responder que s¨ª, si se tiene en cuenta la cantidad de claves que, no s¨®lo referidas al arte sino tambi¨¦n a la religi¨®n, la traici¨®n, la violencia, el odio y el sacrificio, incrusta en quien la mira esta monumental obra de Rubens.
La Fundaci¨®n Carlos de Amberes, nacida hace 420 a?os, acoge la instituci¨®n. El rey Felipe VI inaugurar¨¢ la pinacoteca el mi¨¦rcoles
El mismo argumentario cabe aplicar a las escenas campesinas y a los paisajes de David Teniers el Joven, al deslumbrante Retrato de familia de Cornelis de Vos ¡ªun fogonazo de eficacia y belleza para plasmar de golpe el c¨¦lebre y discreto encanto de la burgues¨ªa¡ª, a El sue?o de Venus de Jacob Jordaens, a La educaci¨®n de la Virgen del propio Rubens o a las santas In¨¦s y Dorotea de la pintora del XVII Michaelina Wautier, ¡°una de las joyas desconocidas del museo¡±, en palabras de su director, Fernando Checa, exdirector del Prado y especialista en pintura barroca del XVII.
Los responsables de la Fundaci¨®n Carlos de Amberes (en el 99 de la madrile?a calle de Claudio Coello), que alberga el nuevo museo y que es propietaria del mencionado El martirio de San Andr¨¦s, han logrado reunir una colecci¨®n de 40 obras en la que tambi¨¦n figuran artistas como Van Dyck, Van Orley, Van Alsloot o Brueghel el Viejo. Veinte de ellas proceden del Real Museo de Bellas Artes de Amberes (KMSKA), en B¨¦lgica, y diez del Museo del Prado, entre ellas los retratos de la Infanta Isabel Clara Eugenia y del Archiduque Alberto, ambos de Rubens. Tambi¨¦n la Biblioteca Nacional, Patrimonio Nacional y la Fundaci¨®n Custodia de Par¨ªs aportan obras. Al conjunto se suman 11 grabados de Rembrandt sobre el tema del desnudo (expuestos de forma temporal hasta el mes de febrero) y el tapiz Los funerales del rey Turno, tejido en Flandes en el siglo XVI y prestado por Patrimonio Nacional, que ayer mismo entraba en el nuevo museo ¡ªescoltado por la Guardia Civil¡ª para su instalaci¨®n.
En el caso del Real Museo de Bellas Artes de Amberes, la cesi¨®n de obras ha sido posible, en gran medida, por los actuales trabajos de remodelaci¨®n, que tendr¨¢n el centro cerrado al p¨²blico hasta 2017. El museo flamenco acaba de cambiar de director, con lo que los gestores de la Fundaci¨®n Carlos de Amberes, que ya ten¨ªan el ¡°s¨ª¡± de la anterior direcci¨®n, siguen negociando para obtener de facto la cesi¨®n de obras hasta dentro de, por lo menos, un a?o. La idea, en adelante, es renovar los fondos incorporando nuevos pr¨¦stamos de otros museos. ¡°Un museo vivo, un museo que cambia¡±, zanja Fernando Checa.
Todas las pinturas han sido prestadas por un a?o renovable. Y la palabra ¡°prestadas¡± no es un capricho en el texto del contrato entre estas instituciones y el nuevo museo: ya se vio, en el reciente affaire entre El Prado y Patrimonio Nacional a cuenta de las obras de El Bosco y Van der Weyden que Patrimonio quer¨ªa recuperar, el monumental jaleo que puede llegar a organizar un t¨¦rmino como ¡°dep¨®sito¡± en vez de ¡°pr¨¦stamo¡±.
Las salas muestran 40 obras de artistas como Van Dyck, Van Asloot o Jordaens
Resulta ins¨®lito pasear por el coraz¨®n del barrio de Salamanca y, al poco de empujar la puerta de una antigua iglesia, apenas recorridos unos metros, toparse con semejante pu?ado de obras maestras, reunidas en un conjunto que ser¨¢ inaugurado el pr¨®ximo mi¨¦rcoles por Felipe VI. El rey acudir¨¢ no s¨®lo en su calidad de tal, sino tambi¨¦n como patrono de honor de la Fundaci¨®n Carlos de Amberes, instituci¨®n nacida hace 420 a?os, cuando el propio Carlos de Amberes cedi¨® sus posesiones en Madrid para un hospital que atendiera a los viajeros procedentes de las antiguas Diecisiete Provincias de los Pa¨ªses Bajos que llegaban a la capital del imperio.
¡°Este museo es una aut¨¦ntica joya en el centro de Madrid, y digo museo, porque es un museo, no es una exposici¨®n temporal¡±, explica entusiasmado Fernando Checa, mientras da las ¨²ltimas instrucciones a los operarios que tienen entre manos a Jordaens, a Van Dyck, a Teniers¡
¡°La idea del museo surgi¨® hace cosa de dos a?os, cuando nos pusimos en contacto con Miguel Zugaza y con el director del Museo de Amberes, que dieron toda clase de facilidades; se trataba de hacer un discurso acerca del tipo de pintura que hicieron los artistas flamencos y holandeses del XVII: el retrato, la pintura mitol¨®gica, la religiosa, y la pintura de g¨¦nero como el bodeg¨®n o el paisaje¡±, argumenta Checa, quien reconoce que no ha sido sencillo escenificar un discurso museogr¨¢fico para obras de tal calibre en un espacio limitado como son los locales de la Fundaci¨®n.
Sus responsables han acometido importantes trabajos de remodelaci¨®n en lo referente al estancamiento de salas, cristaler¨ªa, seguridad, sistemas antihumedad, etc¨¦tera. ¡°Quer¨ªamos romper el modelo que impera en Madrid de tantas exposiciones temporales, que no nos parece mal en absoluto, pero quer¨ªamos dar una idea de estabilidad¡±, comenta Catherine Geens, directora de la Fundaci¨®n, que aspira a recibir 100.000 visitantes al a?o y que ya tiene en mente las l¨ªneas maestras de lo que, a partir de este museo, quiere ser un gran centro cultural de la cultura de los Pa¨ªses Bajos en Madrid.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.