¡®Olive Kitteridge¡¯, el pu?etazo televisivo de Frances McDormand
La actriz produce y protagoniza la adaptaci¨®n de la novela ganadora del Pulitzer
¡°?Yo? ?Dirigir? ?Por favor, con uno en casa es m¨¢s que suficiente!¡±. Frances McDormand (Chicago, 1957) pega un respingo, abre los ojos exageradamente y se abanica el sofoco con las dos manos. Puede que la actriz, ganadora del Oscar por Fargo y esposa de Joel Coen (de ah¨ª su exclamaci¨®n), no haya dirigido los cuatro episodios de Olive Kitteridge, la miniserie de la cadena HBO que el lunes y el martes emite Canal+ Series ¡ªdos entregas por d¨ªa a las 21.30¡ª, pero McDormand fue quien ley¨® la novela hom¨®nima ganadora del Pulitzer en 2009 de Elizabeth Strout y compr¨® sus derechos, fue quien convenci¨® a la HBO (que ha estrenado la serie este pasado fin de semana en Estados Unidos) de las maravillas del material, y fue quien ¡ªconvertida en productora ejecutiva y protagonista¡ª complet¨® el resto del reparto y busc¨® realizadora (Lisa Cholodenko, candidata al Oscar con Los chicos est¨¢n bien y conocedora del mundillo televisivo con la serie L). La guionista Jane Anderson ¡ªya se pueden imaginar qui¨¦n la contrat¨®¡ª bromea: ¡°Solo le falt¨® hornear bollitos para sus compa?eros en el rodaje. Pero ahora en serio, Olive Kitteridge es el beb¨¦ de Frances¡±. Vuelta a la aludida: ¡°Si no me busco yo mi trabajo, cosa que ya hago en el teatro, ?qui¨¦n me lo va a ofrecer. Pero no quiero dirigir. Yo ya tengo dos carreras extraordinarias, la de ama de casa y la de actriz¡±.
La apuesta oto?al de HBO
La serie Olive Kitteridge se present¨® en mitad del Festival de Cine de Venecia el pasado verano dentro de su secci¨®n Oficial y como complemento a un premio a su carrera que recibi¨® Frances McDormand. El certamen quer¨ªa as¨ª recalcar el actual poder narrativo de ciertos productos para la peque?a pantalla. Jane Anderson, la guionista y veterana de la televisi¨®n, comentaba: "Es un proceso muy largo y solo gente como la que dirige HBO se arriesga en impulsos creativos as¨ª. Por mucho Pulitzer que ganara la novela, solo una cadena como esta elige como apuesta para su oto?o una miniserie con un tono tan complejo protagonizada por una mujer complicada y con problemas mentales". McDormand explica: "Fue muy f¨¢cil convencerles, primero para comprar la producci¨®n, despu¨¦s para que nos dieran tiempo de rodaje", como el que requiri¨® Lisa Cholodenko para filmar los cambios de estaciones. "En cualquier caso", asegura Richard Jenkins, "no todo es jauja. Mezcl¨¢bamos l¨ªneas temporales y yo a veces solo sab¨ªa en que ¨¦poca estaba si me pon¨ªan o no peluqu¨ªn".
La Olive Kitteridge del t¨ªtulo es todo un personajazo, una profesora de mal car¨¢cter ¡ª¡°Una zorra¡±, en palabras de Anderson¡ª en un peque?o pueblo de Nueva Inglaterra que amarga la existencia durante d¨¦cadas a cuantos le rodean, empezando por su marido (Richard Jenkins, maestro en eso de encarnar a tipos comunes) y su hijo. Dentro de la complejidad de esa mujer, se esconden un mont¨®n de frustraciones, de ocasiones vitales perdidas ¡ªcomo su truncada relaci¨®n sentimental con otro maestro, encarnado por Peter Mullan¡ª, de dolorosa constataci¨®n de que ¡°la infelicidad es el sentimiento que acabar¨¢ por definir su existencia¡±, seg¨²n McDormand. La actriz tambi¨¦n entra en la categor¨ªa de mujer de armas tomar, y cuando la guionista comenta ¡°Frances es parte Olive y parte Marge [su papel en Fargo]¡±, la aludida salta a puntualizar: ¡°No. Marge y Olive son parte de m¨ª. Yo las compuse. Existe cierta fascinaci¨®n cuando aparece un personaje ic¨®nico ¡ªy estos dos lo son¡ª en darle una vida que en realidad no tienen¡±.
S¨ª reconoce McDormand que las tres mujeres ¡ªla real y las ficticias¡ª comparten or¨ªgenes de clase media. ¡°Cuando le¨ª la novela vi conexiones, intu¨ª posibilidades. Y eso que est¨¢ hecha a base de peque?as historias que tuvimos que ensamblar en el libreto. Tengo 57 a?os, las pel¨ªculas no me esperan y yo tampoco he sido muy de levantar proyectos. Soy actriz secundaria en la gran pantalla. En teatro s¨ª lo hago y ahora he aplicado esta planificaci¨®n en la miniserie. Adem¨¢s, mi hijo ya es adolescente, no necesita que le controle. Olive Kitteridge es el beb¨¦ que me ha hecho superar la ausencia de mi beb¨¦¡±.
McDormand habla de la experiencia de la serie, que prolonga el aliento del g¨®tico americano que transmit¨ªa la novela, como de una experiencia transcinematogr¨¢fica: ¡°Tienes que estar muy segura de que quieres hacer el personaje porque no es un rodaje de diez semanas para filmar 90 minutos. No. Olive Kitteridge necesita su tiempo de desarrollo en pantalla y por tanto m¨¢s meses de rodaje. Yo veo muy poca televisi¨®n ¡ªno, no he visto la serie Fargo, ?para qu¨¦?¡ª; no tengo esa constancia para seguir un show y si la poseo la empleo en otras actividades¡±. ?Es Olive en el fondo una de esas madres endurecidas por el paisaje vital y humano que le rodea? ¡°Algo de eso hay. En el rodaje, much¨ªsimos t¨¦cnicos y actores me cuchicheaban: ¡®Olive es mi madre¡¯. La m¨ªa tambi¨¦n se asemejaba. No me importa ser simp¨¢tica a los telespectadores, solo me ha importado ser fiel a Olive¡±.
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