Twitter desnuda a ¡®Ad¨¢n y Eva¡¯
El programa de Cuatro triunfa en las redes sociales cada semana
Los mensajes van apareciendo uno tras otro. ¡°A los guionistas se les est¨¢ viendo el plumero¡±. ¡°Mi perro me da besos con m¨¢s pasi¨®n que el de Alejandro y la morena¡±. ¡°A este programa le faltan m¨¢s efectos de sonido y chorradas varias como los de Qui¨¦n quiere casarse con mi hijo¡±. No es un grupo privado de Whatsapp; es Twitter, y cualquiera puede leer los halagos e insultos que agrupaba el hashtag #AdanYEva4 el pasado martes, cuando Cuatro emit¨ªa su reality show de citas, en el que los concursantes van desnudos a una isla esperando encontrar el amor.
?¡°Un producto muy valiente¡±, describ¨ªa el d¨ªa de su presentaci¨®n a la prensa Mariano Tomiozzo, director de contenidos de Eyeworks Espa?a, productora del show. Desde el minuto uno se mostraban confiados del ¨¦xito que pod¨ªa tener, siendo los primeros en resaltar que la desnudez es una caracter¨ªstica secundaria. ¡°Se le da demasiada importancia a estar vestido o desnudo. Este no es un factor llamativo si no hay algo detr¨¢s¡±, explicaba entonces Tomiozzo junto al director, Baldomero Lim¨®n y Mariano Blanco, director de programas de Cuatro. Esta noche, el show se tira a la piscina con la bisexualidad de una de sus Evas. Otro caramelo para las redes.
¡°Los realities han sido desde sus inicios programas que se prestan mucho al comentario. Lo fueron antes de que existieran las redes sociales o los foros en Internet. Hay que pensar, por tanto, que un grupo importante de espectadores puede encontrar alicientes en las redes para estar al tanto de lo que sucede¡±, explica el semi¨®logo Wenceslao Casta?ares. Adem¨¢s de haber sido director del departamento de Periodismo III de la Universidad Complutense de Madrid, Casta?ares ha escrito numerosas veces sobre la popularidad de los reality shows y es autor del libro La televisi¨®n moralista. Valores y sentimientos en el discurso televisivo (Fragua, 2006).
Est¨¢ de acuerdo en que los participantes, a pesar de ser personas corrientes, est¨¢n seleccionadas para propiciar ciertos acontecimientos y hacer m¨¢s interesante la trama. Y aunque admite que la edici¨®n de los programas se hace para generar mayor expectaci¨®n y morbo en el p¨²blico, asegura que es una tendencia general de la televisi¨®n actual: ¡°Otra cosa es que la tem¨¢tica de estos programas contribuya a ello¡±, concluye el profesor, que adem¨¢s resalta que no todos los seguidores de estos programas son j¨®venes con cuentas en Twitter.
Es cierto que en sus cuatro semanas de vida, Ad¨¢n y Eva ha llegado cada martes a ser uno de los temas del momento en la red de microblogging. Pero de los 2.604.000 espectadores de media que ha tenido cada episodio, s¨®lo hubo 91.387 tuits el d¨ªa del estreno. Y ese n¨²mero ha ido en descenso. Seg¨²n datos de la empresa de an¨¢lisis de audiencia social Tuitele, durante la emisi¨®n del cuarto episodio el programa s¨®lo consigui¨® 9.663 menciones en las redes.
¡°En realidad es un patr¨®n habitual de un programa novedoso, que gener¨® ruido medi¨¢tico, y que se puede considerar controvertido¡±, cuenta Carlos S¨¢nchez, cofundador de Tuitele y actual director global de televisi¨®n social de Kantar Media. ¡°A medida que pasa el tiempo los comentarios se estabilizan¡±. De hecho, no da importancia a que alrededor del 10% de estos tuits hayan sido negativos. ¡°Tal vez ese es el efecto que quieren conseguir. No significa necesariamente que el programa sea malo¡±. Adem¨¢s, explica que lo importante no es lo mucho que se hable en las redes, sino lo mucho que se lee. ¡°Cada mensaje es le¨ªdo por unas 30 o 50 personas, que van a cambiar el canal para ver de qu¨¦ habla todo el mundo¡±.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
?Tienes una suscripci¨®n de empresa? Accede aqu¨ª para contratar m¨¢s cuentas.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.