¡°La cr¨ªtica, como toda la cultura, es temporal, no eterna¡±

Al otro lado del Atl¨¢ntico, en Am¨¦rica Latina, los ejemplos de las nuevas formas de hacer literatura saltan a la vista. Y si alguien sabe de ellas es el periodista, ensayista, escritor y tambi¨¦n cr¨ªtico literario Sergio Gonz¨¢lez Rodr¨ªguez (Ciudad de M¨¦xico, 1950), un precursor en la literatura que se ha adentrado en la violencia en M¨¦xico: una de sus obras m¨¢ximas, Huesos en el desierto (Anagrama), es un referente obligatorio para adentrarse en lo m¨¢s oscuro del lado m¨¢s cruel de Ciudad Ju¨¢rez: sus muertas. Gonz¨¢lez Rodr¨ªguez gan¨® el premio Anagrama de ensayo 2014 por Campo de Guerra, un retrato descarnado de la violencia del narcotr¨¢fico en M¨¦xico y es ¡°uno de los mejores ensayistas de los temas proscritos del discurso oficial [mexicano]¡±, en palabras de Juan Villoro.

Gonz¨¢lez Rodr¨ªguez cree que ¡°la opini¨®n de Bloom acerca de su descreencia en que haya algo nuevo en la literatura actual merece menos desd¨¦n que comprensi¨®n. Como otros cr¨ªticos humanistas, Bloom considera que se vive una ¨¦poca crepuscular respecto de la gran literatura de Occidente. Y tiende a observar el fen¨®meno literario como un eco de un acontecimiento fundacional, algo impar, perfecto y mod¨¦lico. La literatura actual ha mutado de tal forma que diverge de tal acontecimiento, y esta mutaci¨®n implica un cambio dual en el modo de leer y de escribir, cuya complejidad apunta lo mismo al cuestionamiento de un canon centr¨ªpeto, que a su diversidad en fuga¡±. Un cambio que se traduce en una ¨¦poca que ¡°reconfigura lo que entendemos y leemos como literatura. Y los nuevos valores y prestigios al respecto suelen ser invisibles si se mantiene un punto de vista inadecuado de cara al presente. Al emplear s¨®lo la perspectiva del canon, todo se leer¨¢ como basura o eco degradado del origen. Sin embargo, contra tales amenazas persiste hoy la capacidad de distinguir y apreciar lo nuevo de calidad que, si bien surge de la tradici¨®n, comienza a construir una nueva expresi¨®n literaria¡±.

Sobre esa nueva expresi¨®n literaria, los ejemplos saltan a la vista. En Latinoam¨¦rica, los autores m¨¢s j¨®venes han tomado las redes sociales por asalto y han formado lazos y formas de creaci¨®n insospechadas. Est¨¢ el caso de Mauricio Montiel (Guadalajara, 1968), tambi¨¦n cr¨ªtico y ensayista, que a trav¨¦s de una cuenta de twitter (@elhombredetweed) ha hecho de las plataformas digitales una nueva forma de expresi¨®n. Inici¨® una historia por entregas a base de tuits, enriquecida por el intercambio con los lectores, una ¡°novela de folletuit¡±, como suele llamarla el autor. Los resultados han cruzado el umbral del digital al papel. La mujer de M, inspirada en el ejercicio, lleg¨® a las librer¨ªas en 2012.

Persiste hoy la capacidad de distinguir y apreciar lo nuevo de calidad que, si bien surge de la tradici¨®n, comienza a construir una nueva expresi¨®n literaria"

Montiel afirma: "Decir que en la literatura contempor¨¢nea no hay nada 'radicalmente nuevo' es s¨ªntoma tanto de una ceguera profunda como de una pereza lamentable. Basta asomarse a las redes sociales para constatar el hervidero de atractivas propuestas narrativas y po¨¦ticas que reflejan un esp¨ªritu de renovaci¨®n; obviamente, estas propuestas representan s¨®lo una parte del aire fresco que sopla en el ¨¢mbito literario. Hace unos d¨ªas Patrick Modiano, Premio Nobel de Literatura 2014, reconoc¨ªa el potencial creativo de internet: hay que hacer caso de esas miradas que apuestan por lo novedoso y no s¨®lo por lo can¨®nico, por lo ya establecido y digerido culturalmente."

En opini¨®n de Antonio Ortu?o, finalista del premio Herralde en 2006 y cuya ¨²ltima novela, La fila india, es un retrato para lectores sin est¨®mago del drama que viven miles de centroamericanos que cruzan M¨¦xico cada a?o, la literatura vive un momento sumamente interesante. Preguntado por su opini¨®n sobre Bloom, opina: ¡°A ver, Harold Bloom es un hombre que entiende mucho de unas pocas cosas, poco de algunas y nada de much¨ªsimas. Entre ellas todo lo que se ha escrito desde 1960. Es como cuando Sinatra dijo que no le impresionaba el rock: no impresion¨® a nadie¡±. Gonz¨¢lez Rodr¨ªguez no deja espacio a dudas: ¡°Hay que recordarle a Bloom que la cr¨ªtica, como toda la cultura, es temporal, no eterna¡±.