Aquellos vaqueros contraculturales
El cr¨ªtico analiza las influencias del 'country' en otro de tipo de m¨²sicas
En el catecismo del mel¨®mano, nos repet¨ªan que Rock era la suma de Blues m¨¢s Country. En realidad, la ecuaci¨®n se expresaba as¨ª: rock & roll = rhythm and blues + country and western. Eso se contaba a mediados de los sesenta y nos qued¨¢bamos un tanto desconcertados. Resulta que no hab¨ªa mucho country en nuestra dieta: el ¨²nico locutor espa?ol que lo pinchaba era ?ngel ?lvarez y normalmente prefer¨ªa el sonido Nashville, el llamado countrypolitan,donde abundaban violines y coros; poco que ver con el rock, nos parec¨ªa.
Sin embargo, la formulaci¨®n ten¨ªa sentido. Para nuestra desdicha, el rockabilly, la rama m¨¢s n¨ªtidamente rural del rock & roll, apenas lleg¨® aqu¨ª. Aunque Jerry Lee Lewis y Johnny Cash hab¨ªan desertado al country, sus discos no se editaban en Espa?a. Quedaban Ricky Nelson y los Everly Brothers, pero luc¨ªan, bueno, demasiado guapitos para encarnar la masculinidad del cowboy.
Para nuestro pasmo, s¨ª hab¨ªa country en los Beatles. Y no solo en los temas que cantaba Ringo Starr; en su guitarra, George Harrison reflejaba la escucha de Carl Perkins o Chet Atkins. Pero los Beatles eran omn¨ªvoros y su querencia por el country resultaba tan misteriosa como su devoci¨®n por los aires de music hall. Estaban en otra dimensi¨®n, todo les era permitido.
Nadie estaba preparado para lo siguiente: en la segunda mitad de los sesenta, tipos cool como Bob Dylan o The Byrds peregrinaron a Nashville para grabar. Conflu¨ªan vectores como la mitificaci¨®n de la vida rural o el rechazo de la psicodelia, en lo que fue un fen¨®meno muy californiano: m¨²sicos hirsutos que se aproximaban al country. Conoc¨ªan las claves: simplicidad mel¨®dica, capacidad narrativa y t¨ªmbrica propia. As¨ª, entre el arsenal del rock, apareci¨® la steel guitar, un instrumento que lloraba. Solo que, tras pasar por el fuzz de Sneaky Pete Kleinow o Red Rhodes, pod¨ªa sonar como un oso enfadado.
Un flirteo que fue a m¨¢s y que est¨¢ desarrollado en una nueva colecci¨®n del sello Bear Family. Truckers, kickers, cowboy angels es el tipo de proyecto panor¨¢mico que ya no encaran las multinacionales. Siete vol¨²menes que cubrir¨¢n la evoluci¨®n del country-rock desde 1966 a 1975, generalmente con discos dobles. Se supone que, siendo esta una historia genuinamente estadounidense, terminar¨¢ en un triunfo apote¨®sico: la convergencia entre los rebeldes y el establishment de Nashville. Victoria vac¨ªa: los Eagles arrollan cuando dejan efectivamente de sonar country, mientras que los j¨®venes vaqueros son seducidos por el rock m¨¢s convencional.
Hoy suenan luminosas, pero las dos primeras entregas de la serie tambi¨¦n retratan las suspicacias, el imposible vals entre el hirsuto hijo de la contracultura y la digna dama sure?a. Est¨¢ Drug store truck driving man, de The Byrds, escrita por Gram Parsons y Roger McGuinn en 1968, tras ser rechazados por un poderoso locutor country. En la letra, el hombre pertenece al Ku Klux Klan; le respetan ya que programa m¨²sica hermosa pero ¡°no entiendo que me deteste¡±.
Era una queja tramposa. EEUU estaba dividido por la guerra de Vietnam y el country reaccionaba con automatismos patrioteros. Adem¨¢s, los so?adores del country-rock pod¨ªan ser m¨¢s puristas que los mismos vaqueros cantarines. En su siguiente banda, los Flying Burrito Brothers, Gram Parsons resucitaba los empastes vocales y hasta el lenguaje apocal¨ªptico de los Louvin Brothers, cristianos fundamentalistas que habr¨ªan podido cantar Sin city (1968), anatema contra Los ?ngeles.
Truckers, kickers, cowboy angels, subtitulado The blissed out birth of country rock, cuenta una extraordinaria aventura est¨¦tico-pol¨ªtica y lo hace con minuciosas notas de Colin Escott, uno de esos benditos brit¨¢nicos que cruzaron el Atl¨¢ntico para investigar m¨²sicas que los propios estadounidenses ignoraban. Est¨¢n los grandes nombres que cabr¨ªa desear ¡ªexcepto los Beatles, ay¡ª pero tambi¨¦n abundantes esbozos que no despegaron. Y se pone interesante con la inclusi¨®n de leg¨ªtimos cantantes country ¡ª?Buck Owens!¡ª que reaccionaron creativamente ante la invasi¨®n de los pelos largos.
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