El influjo de la cultura pop
Una exposici¨®n consagra la influencia del movimiento art¨ªstico m¨¢s popular del siglo XX en creadores de la antigua URSS o China
El r¨ªgido perfil en bronce de Josef Stalin se solapa con la fotograf¨ªa de una Marilyn Monroe plet¨®rica y sonriente, en una escultura mural que conjuga dos personajes muy diferentes, aunque ambos iconos de su tiempo. El culto a la celebridad que el Pop Art elev¨® a la categor¨ªa de arte, con su celebraci¨®n o su cr¨ªtica a la cultura de consumo, aparece como herramienta de propaganda pol¨ªtica en un universo antag¨®nico. Esta obra del ruso Leonid Sokov ejerce de cartel de presentaci¨®n de una exposici¨®n consagrada en Londres a la influencia del movimiento art¨ªstico m¨¢s popular del siglo XX en creadores procedentes de mundos tan distantes como la antigua URSS y de China, que le han imprimido su propio sesgo.
El influjo de la cultura pop, esgrimen los art¨ªfices de la muestra en la Galer¨ªa Saatchi, encarna un punto de encuentro del arte producido en el Este y el Oeste. El despliegue en su sede del barrio de Chelsea de 250 obras firmadas por un centenar de autores permite comparar c¨®mo un lenguaje art¨ªstico que eclosion¨® en EE.UU. y el Reino Unido en los a?os 50 y 60 es adoptado y reinterpretado por sucesivas generaciones de artistas de la ¨®rbita occidental y, a su vez, por otros que trascienden a ese ¨¢mbito geogr¨¢fico y pol¨ªtico.
El signo del d¨®lar, en lugar del martillo, se ensambla con la hoz en una instalaci¨®n de Sokov que la galer¨ªa exhibe junto a las urnas que el estadounidense Jeff Koons ha llenado de pelotas de baloncesto en suspenso. Si el Pop Art surgi¨® como una reacci¨®n a la superproducci¨®n de bienes de consumo y de su publicidad, una suerte de equivalente en el antiguo bloque sovi¨¦tico, el Sots Art, ¡°nace de la superproducci¨®n de ideolog¨ªa y propaganda¡±, argumentaban los fundadores de este ¨²ltimo movimiento originado a principios de los 70, Vitaly Komar y Alexander Melamid.
El influjo de la cultura pop encarna un punto de encuentro del arte producido en el Este y el Oeste
¡°Las circunstancias en las que trabajan estos artistas (integrantes de la exposici¨®n) son obviamente muy diferentes, pero les une el inter¨¦s por un entorno que de forma progresiva se configura de forma artificial¡±, subraya el director de la Saatchi, Nigel Hurst. Mientras la obsesi¨®n consumista va perfilando las sociedades occidentales de la segunda mitad del siglo XX, la ideolog¨ªa es el factor dominante en la vida diaria de millones de sovi¨¦ticos. El busto de Lenin aparece integrado en el cl¨¢sico logotipo rojo de la Coca Cola que promociona ¡°the real thing¡±, en una propuesta de Alexander Kosolapov (1982) que ensambla las nociones de publicidad y propaganda.
El artista pop explota unas im¨¢genes inmediatamente reconocibles por el p¨²blico, que en el caso de China se refleja en la iconograf¨ªa visual del Realismo Socialista. La figura de Mao Zedong aparece de forma repetitiva en el recorrido, ya sea en las pinturas que nos muestran a Gran Timonel resplandeciendo entre un mar de flores, flanqueado por gatos mitad blancos mitad negros mientras saluda a su futuro sucesor Deng Xiaoping (introductor de reformas del mercado bajo la premisa de que ¡°no importa de qu¨¦ color sea el gato mientras cace ratones¡±) o, en una de las obras expuestas de m¨¢s reciente cu?o, convirtiendo la Larga Marcha en objeto de videojuego en las mega consolas ideadas por el artista Feng Mengbo.
Algunos de los primeros trabajos de Ai Wei Wei ya se traduc¨ªan en retratos humor¨ªsticos del entonces reci¨¦n fallecido Mao. El artista chino que goza hoy de mayor proyecci¨®n internacional ¡ªmientras su pasaporte permanece retenido por las autoridades de Pek¨ªn¡ª tiene su espacio en una exposici¨®n que nos recuerda c¨®mo bebi¨® de la influencia de Andy Warhol durante el tiempo en que vivi¨® en Nueva York, y el posterior recurso de su obra a los mass media y las plataformas sociales. Tambi¨¦n su colega Wang Guangyi utiliz¨® la imaginer¨ªa heroica de la propaganda de la era mao¨ªsta, en su caso combinada con logotipos de marcas occidentales tan conocidas como Benetton o Swatch: la seducci¨®n del consumo ante la que el r¨¦gimen conminaba a los chinos a oponer resistencia.
Post Pop: East meets West, organizada por la galer¨ªa de Charles Saatchi con la colaboraci¨®n y parte de los fondos art¨ªsticos de la Fundaci¨®n Tsukanov, re¨²ne hasta el 23 de febrero una colecci¨®n de trabajos que pretenden reflejar la fascinaci¨®n que ha ejercido el pop art por encima de fronteras. El resultado es una variopinta y amena exhibici¨®n, con sus altos y bajos, capaz de combinar retratos de estrellas y pop y l¨ªderes de partido, los s¨ªmbolos del dinero con emblemas estatales o, en una propuesta que hoy se antoja m¨¢s divertida que provocadora, las figuras de Lenin, el rat¨®n Mickey y Jesucristo caminando juntas con los brazos entrelazados.
Babelia
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.