Joaqu¨ªn Sabina: ¡°Decir gracias es decir poco¡±
El artista burla los fantasmas del p¨¢nico esc¨¦nico con el segundo recital en Madrid tras el rev¨¦s del s¨¢bado
Si lo decisivo es la contemplaci¨®n de una emoci¨®n, como quer¨ªa el poeta Jaime Gil de Biedma, Joaqu¨ªn Sabina vivi¨® ayer una noche decisiva. Un ins¨®lito estallido de emoci¨®n recibi¨® al cantautor cuando subi¨® al escenario del antiguo Palacio de los Deportes de Madrid (hoy, Barclaycard Center). ?l era el detonante. El p¨²blico, puesto en pie, los aplausos rivalizando entre s¨ª y cerca de 10.000 voces, buena parte de las que llenaban el recinto, salud¨¢ndole a gritos.
Sabina se quit¨® el bomb¨ªn como agradecimiento. Se le ve¨ªa emocionado. No dijo nada, pero empez¨® a cantar para delirio del p¨²blico uno de sus himnos a la ciudad. Solo tras su segunda canci¨®n, salud¨®: ¡°Buenas noches, Madrid. En una noche como hoy decir gracias es decir poco. Como afirmaba Franco cuando muri¨® Carrero: ¡®No hay mal que por bien no venga¡¯. Estos d¨ªas he recibido tantos gestos de solidaridad, tantas complicidades, que me han conmovido hasta los huesos. He visto cumplirse esa fantas¨ªa de ver a la gente en el entierro de uno. Y desafiando los negros presagios, vamos a dar el mejor concierto¡±. Y empez¨® a entonar 19 d¨ªas y 500 noches.
En el ¨¢nimo de todos estaba el ataque de p¨¢nico esc¨¦nico que sufri¨® el pasado s¨¢bado durante su primer recital en la capital de su gira 500 noches para una crisis, cuando no fue capaz de cantar sus habituales bises en su retorno a la ciudad de la que es estandarte tras cinco a?os sin actuar en solitario.
¡°El tel¨¦fono no ha parado de sonar desde el s¨¢bado, con toda la gente preocup¨¢ndose. Ha sido una locura. Pero ¨¦l est¨¢ muy tranquilo, en su casita¡±, comentaba una persona del entorno m¨¢s cercano al artista horas antes de que empezase la actuaci¨®n. ¡°Yo lo vi el lunes y estaba estupendamente¡±, apunt¨® Pancho Varona, el compositor que pone m¨²sica a algunas de las letras de Sabina y que le acompa?a en su banda desde hace 30 a?os. ¡°No s¨¦ si se siente m¨¢s presionado por todo lo que ha pasado. Creo m¨¢s bien que se presiona a s¨ª mismo por la responsabilidad. A m¨ª se me puso el vello de punta cuando sub¨ª el s¨¢bado al escenario a cantar Yo me bajo en Atocha. Y ¨¦l est¨¢ all¨ª siempre, solo, con miles de personas alrededor, pero solo¡±, a?adi¨®.
Quiz¨¢ esa sensaci¨®n de soledad que nunca le ha abandonado, a pesar de sus ¨¦xitos, explica de alg¨²n modo su reacci¨®n del s¨¢bado ante la masiva expresi¨®n de estima que ya recibi¨® ese d¨ªa, seg¨²n sugiere un buen amigo del cantante. Y tambi¨¦n el fin de la intensa y fruct¨ªfera gira mundial con Joan Manuel Serrat hace dos a?os ha podido afectarle. En 2007, el cantante reconoc¨ªa a este peri¨®dico que su colega catal¨¢n le disciplinaba, le ayudaba a prepararse, a ensayar. Era tambi¨¦n su psiquiatra, dijo. ¡°Me ha devuelto la necesidad de trabajar, de estar alegre por hacerlo¡±, aseveraba entonces.
Entre canci¨®n y canci¨®n, sin mostrar ning¨²n signo de malestar, m¨¢s bien al contrario, Sabina coment¨® ayer que ¡°uno se nutre de todo el mundo¡±. ¡°Le debo mucho a Joan Manuel Serrat, que est¨¢ por ah¨ª¡±, dijo en un momento se?alando al p¨²blico. ¡°A Ana Bel¨¦n y V¨ªctor Manuel, que tambi¨¦n est¨¢n por ah¨ª, como Jorge Drexler¡±, otros de sus c¨®mplices, apostill¨®.
El p¨²blico no dej¨® de corear y de seguir de pie y bailando las canciones, la mayor¨ªa de ellas de 19 d¨ªas y 500 noches, uno de sus ¨¢lbumes m¨¢s rotundos.
En una velada marcada por la emotividad y la entrega desde su inicio, la temperatura a¨²n subi¨® m¨¢s cuando el cantante anunci¨® que un hombre entre el p¨²blico iba a pedir matrimonio a su novia durante el concierto. Parece que ella acept¨® por el abrazo que le dio ¡ªambos estaban en primera fila¡ª y el gesto afirmativo. Sonaba Y nos dieron las diez.
A la hora y media de concierto, los m¨²sicos se retiraron del escenario, antes de dar paso a los bises. En ese punto fue cuando Sabina dio por concluido el s¨¢bado su recital. Anoche, tras haber estado plet¨®rico durante toda la actuaci¨®n, se hizo esperar para el regreso. Despu¨¦s de dos temas que interpret¨® su banda, Sabina apareci¨® con una copita de vino y sigui¨® cantando temas como Tan joven y tan viejo o Contigo a coro con buena parte de las cerca de 10.000 personas que abarrotaban el lugar. Continu¨® con la celeb¨¦rrima Princesa y su estribillo ¡°b¨²scate otro perro que te ladre, princesa¡± y el Palacio de los Deportes ya atron¨®. Los m¨²sicos se volvieron a retirar, pero entre el p¨²blico no se mov¨ªa nadie. Hab¨ªan pasado dos horas y 10 minutos.
Sali¨® al fin uno de sus guitarristas y le dedic¨® una canci¨®n. Y para rematar Sabina a¨²n cant¨® una canci¨®n nueva, M¨¢ter Espa?a, que nunca hab¨ªa presentado en directo, dedicada a la Espa?a plural, entre otros temas hasta que concluy¨® definitivamente con Pastillas para no so?ar. Hab¨ªan pasado m¨¢s de dos y media de recital. Si no fue el mejor, poco le faltar¨ªa.
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