Y los domingos... fiesta del pensar
El catedr¨¢tico Manuel Cruz presenta la nueva colecci¨®n de EL PA?S. Una revisi¨®n de los grandes fil¨®sofos desde Plat¨®n hasta Marx de una manera cercana y sencilla
![Platón y Aristóteles representados por Rafael en ‘La escuela de Atenas’.](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/P6DFUKOEF4Y4S6INLYH6RXEDSA.jpg?auth=07a83d3c00b1c0e9ab1744b084d8c88612728511f09128536beb341574e748ab&width=414)
El fil¨®sofo reflexiona sobre cualquier cosa, pero no de cualquier manera. No existen temas espec¨ªficamente filos¨®ficos, sino un tratamiento filos¨®fico de casi cualquier tema. El fil¨®sofo no ve m¨¢s que los dem¨¢s (no tiene el equivalente a rayos X en los ojos ni a ning¨²n otro poder extrasensorial): ve lo mismo que todo el mundo, se maneja, al igual que los dem¨¢s, con las solas herramientas de su raz¨®n y su palabra, pero posa su mirada en aspectos que al com¨²n de la gente, entretenida en sus afanes y urgencias, le suelen pasar desapercibidos. Y as¨ª. De este tipo de consideraciones, familiares para muchos y a las que sin esfuerzo se le podr¨ªan sumar otras de parecido tenor, planteadas por cl¨¢sicos de la filosof¨ªa (?qui¨¦n no se ha tropezado alguna vez con las citas "todo hombre es fil¨®sofo", de Gramsci, "la filosof¨ªa ense?a a la mosca la salida del frasco", de Wittgenstein, o "la filosof¨ªa es un gran caer en la cuenta", de Ortega, por mencionar solo algunas de las m¨¢s c¨¦lebres?), se acostumbra a extraer como conclusi¨®n destacada la de que el discurso filos¨®fico no es algo abstruso y alejado del mundo real, sino algo perfectamente comprensible y pr¨®ximo.
La conclusi¨®n es correcta en lo sustancial, pero insuficiente. Es verdad, pero no toda la verdad. La filosof¨ªa tiene m¨¢s de destino que de posibilidad, de necesidad m¨¢s que de opci¨®n. En efecto, no se puede no pensar. Lo ¨²nico que est¨¢ en nuestras manos es la decisi¨®n de hacerlo mejor o peor, por cuenta propia o ajena, de manera cr¨ªtica o resign¨¢ndonos al triste papel de ponerle la segunda voz -una especie de eco derrotado- a lo que pasa. Nuestro mundo por entero est¨¢ amasado de pensamiento, empastado con una espesa argamasa de nociones, valores, ideas y supuestos que le conceden su car¨¢cter particular, que provocan que se nos aparezca en la forma en que lo hace, como cargado de sentido o como perfectamente absurdo. Pero tanto una posibilidad como otra -como la infinidad de intermedias que se podr¨ªa plantear- son declinaciones del pensamiento, derivadas ineludibles de nuestra condici¨®n de seres racionales.
Plat¨®n a la cabeza
La colecci¨®n dirigida por Manuel Cruz, Biblioteca Descubrir la Filosof¨ªa, hace un repaso de los grandes pensadores de forma sencilla y se ayuda de ejemplos actuales. EL PA?S se vuelca este mes con la filosof¨ªa coincidiendo con su lanzamiento el pr¨®ximo domingo. El primer tomo est¨¢ dedicado a Plat¨®n y se podr¨¢ adquirir con EL PA?S. Proponemos un concurso en nuestra web para poner a prueba los conocimientos. Tambi¨¦n queremos hablar de los conceptos filos¨®ficos de una forma diferente. Javier Gom¨¢, Adela Cortina, ?ngel Gabilondo, Amelia Varc¨¢rcel, Manuel Guti¨¦rrez Arag¨®n y ?ngel Cappa protagonizan un encuentro en el hablar¨¢n de la relaci¨®n de la filosof¨ªa con aspectos cotidianos. Habr¨¢ un debate moderado por la directora de Babelia, Berna Gonz¨¢lez Harbour, con los cinco ponentes. El acto se celebrar¨¢ el jueves 22 de enero en CaixaForum Madrid. Los v¨ªdeos de las intervenciones estar¨¢n disponibles en la web de EL PA?S.
El entrenamiento de un pensador consiste en enfrentarse a dilemas. El fil¨®sofo y jurista Javier Gom¨¢ propondr¨¢ tambi¨¦n en la web de EL PA?S cada martes y viernes un debate, basado en ejemplos actuales, para que los lectores opinen e interact¨²en . Adem¨¢s invitamos a los internautas a contar cu¨¢les son sus citas filos¨®ficas favoritas a trav¨¦s de las cuentas de El Pa¨ªs Promociones en Twitter y Facebook.
En ese sentido, la filosof¨ªa ha estado siempre en todas partes porque constituye un elemento b¨¢sico de lo real. Cuando se dice que hay pel¨ªculas filos¨®ficas, novelas filos¨®ficas, obras de teatro filos¨®ficas o incluso canciones filos¨®ficas (pienso en Franco Battiato, obviamente, pero sin esfuerzo podr¨ªa mencionar a bastantes m¨¢s) no se est¨¢ describiendo una cualidad sino un grado. La actitud, pongamos por caso, del que se proclama de vuelta de todo y desde?a con pseudo-argumentos del tipo: "deseng¨¢?ate, as¨ª funcionan las cosas: todo el mundo va a la suya" a quienes defienden la importancia de la ¨¦tica en la vida p¨²blica, responde a un conjunto de convicciones de fondo tan cargadas de valor como las que afirma despreciar. Lo que le ocurre a semejante individuo es que, tan vergonzante como ignorante, se niega a reconocer y a defender en voz alta la naturaleza de los valores que en la pr¨¢ctica ha escogido.
Las diferencias entre fil¨®sofos tienen que ver, en definitiva, con las diferentes realidades en las que han vivido, desde la de la antigua Grecia a la del mundo contempor¨¢neo, y con las actitudes que frente a ellas han ido adoptando. Pero si de todos podemos predicar la com¨²n condici¨®n de fil¨®sofos es porque comparten la voluntad de protagonizar sus existencias desde un determinado punto de vista, el de la inteligencia, y de ofrecer a los lectores de sus textos los materiales para que tambi¨¦n puedan hacerlo, esto es, para que puedan correr la misma aventura.
Probablemente en el momento actual, en el que la filosof¨ªa m¨¢s institucionalizada, la que se ense?a en institutos y facultades universitarias, est¨¢ sufriendo los reiterados ataques de unas autoridades educativas poco merecedoras de dicho nombre (de ninguna de las dos palabras que lo componen, en realidad), resulte m¨¢s conveniente que nunca echar la vista atr¨¢s y convocar en nuestra ayuda a quienes nos precedieron en el uso de la palabra y del pensamiento. La lecci¨®n que extraeremos, la que han ido destilando para nosotros, lectores, los autores de los diferentes vol¨²menes de la serie cuya publicaci¨®n inicia EL PA?S el pr¨®ximo domingo (especialistas tan acreditados por su conocimiento de los fil¨®sofos de los que hablan como por su capacidad para la comunicaci¨®n), es no solo la de lo que podr¨ªamos llamar, parafraseando a Nietzsche, la utilidad de la filosof¨ªa para la vida, sino la de que la filosof¨ªa en cuanto tal, el pensar mismo, es una fiesta, un fogonazo de luz en medio de la cerrada noche de la mediocridad y la ignorancia. Una de las intensidades mayores que le ha sido dada al ser humano. Sin el menor g¨¦nero de dudas (y que Descartes me perdone).
Manuel Cruz es catedr¨¢tico de filosof¨ªa en la Universidad de Barcelona y director de la colecci¨®n Biblioteca Descubrir la Filosof¨ªa.
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