Paseando con Sanzol
El dramaturgo considera que "hay que escribir para regal¨¢rselo a alguien. Para dar alegr¨ªa a los d¨ªas¡±
![Los intérpretes Mireia Gabilondo, Aitor Mazo e Iñaki Rikarte ( vestido de elefante) , en 'La calma mágica' , escrita y dirigida por Alfredo Sanzol.](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/Y6CC7SMGCMCPQ7343E555KUW7U.jpg?auth=799a36807e5e5b003c7d861c438ada1299eed65872bbce1204c903f0a0963a73&width=414)
Paseo con Alfredo Sanzol sin movernos de las butacas, en el escenario de la Fundaci¨®n March, una tarde de lluvia. Paseamos por el Madrid de su ¨¦poca de estudiante en la Resad, y por la plaza del Castillo de su Pamplona natal, y por Quintanavides, el pa¨ªs de su infancia, de sus veranos eternos. Hablamos de su fascinaci¨®n por el sketch, por la pieza corta, desde que, de peque?o, ve¨ªa a los Tele?ecos, y el Magic Circus de los Monty Phyton. Dice: ¡°Quiero contar lo sagrado que habita en la an¨¦cdota¡±. Me gusta mucho la grandeza y la humildad de esta frase, que pod¨ªan haber dicho Roald Dahl, y Pere Calders, y Jaime de Armi?¨¢n.
Har¨¢ cuatro a?os, en Pamplona, tuvimos un encuentro parecido, y lo que m¨¢s recuerdo son los ojos brillantes de su padre, a la salida. El a?o pasado volv¨ª a ver y a escuchar a su padre al final de La calma m¨¢gica, en el Valle-Incl¨¢n. Yo creo, le digo, que una de las funciones del arte es hacer volver a los muertos, devolv¨¦rnoslos con el mismo brillo en los ojos.
Hablamos del humor. De? L' umorismo de Pirandello, del eterno equilibrio entre humor y dolor, fecund¨¢ndose. Sanzol habla de un ¡°humor humanista¡±. Asiento y le digo que hay demasiado humor c¨ªnico, que ¡°se siente superior¡±, que mira por encima del hombro. O, mejor dicho, que mira por encima del hombre. Le digo que, sin dejar de escribir sus estupendas funciones, me gustar¨ªa mucho verle dirigiendo alg¨²n d¨ªa las tragicomedias de Arniches. O el teatro de Eduardo de Filippo. Hay una frase de Eduardo que nos gusta mucho a los dos: ¡°Busca la vida y encontrar¨¢s la forma; busca la forma y encontrar¨¢s la muerte¡±.
Sanzol tiene la mirada de un ni?o muy sabio, comprensivo y burl¨®n, perpetuamente extra?ado y maravillado, con las antenas siempre alerta.
Sanzol dice frases sencillas, profundas, memorables. Dice: ¡°Hay que escribir para regal¨¢rselo a alguien. Para dar alegr¨ªa a los d¨ªas¡±.
Hablamos, mucho, de la escritura. Me dice: ¡°Intento escribir historias para liberarme de las herencias. Es decir, de los clich¨¦s¡±. Y luego: ¡°Tengo muy mala memoria para los hechos pero muy buena para las emociones. Cuento historias para inventar los hechos que no recuerdo, y para contar me sirvo de las sensaciones que s¨ª guardo. No busco un orden: forzar el orden debilita el sentido¡±. Sanzol tiene sistemas estupendos para guiarse: ¡°Cuando he de empezar a escribir me digo: ¡°?Esto lo har¨ªa si estuviera de vacaciones y no tuviera nada que hacer? Si la respuesta es ¡°s¨ª¡±, el proyecto vale la pena¡±. Se define como un escritor de escena. ¡°Lo que hago¡±, me dice, ¡°no tiene sentido hasta que no lo veo encarnado en los actores. La escritura dram¨¢tica habita en el escenario, y es una flecha que a veces va hacia otro lado. Mi trabajo como director consiste en buscar hacia d¨®nde ha ido la flecha¡±. Hablamos de la vida, y me encanta que cite a un autor tan infravalorado como Kurt Vonnegut. ¡°?l dec¨ªa que cuando llegara al cielo iba a preguntarle a Dios cu¨¢les hab¨ªan sido las buenas noticias y cu¨¢les las malas. A veces son las crisis las que disparan las alarmas, y la imaginaci¨®n comienza entonces a construir soluciones. Tendemos a pensar que la vida es ¡°algo que nos pasa¡±. No estamos educados en la idea de que la vida es algo a lo que podemos dar forma, color. Ser sujetos de nuestra propia vida¡±.
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