Conexiones ocultas en la ciudad
Dos exposiciones del cubano Carlos Garaicoa reflejan las contradicciones de la sociedad
En un momento tan especial de Cuba, cuando despu¨¦s de medio siglo de enfrentamiento con Estados Unidos llega el deshielo y comienzan a ablandarse viejos nudos ideol¨®gicos, es de agradecer que dos destacados centros de arte de Espa?a hayan apostado simult¨¢neamente por la obra de Carlos Garaicoa, uno de los artistas cubanos contempor¨¢neos que de modo m¨¢s hondo y original se ha servido del lenguaje urbano y de los c¨®digos de la arquitectura para desvelar las conexiones ocultas y las contradicciones de los sistemas pol¨ªticos y de la sociedad.
Si en el origen del enga?o hay utop¨ªas socialistas fracasadas, o si las desdichas colectivas proceden de modelos capitalistas igualmente descalabrados, lo mismo da. El ciudadano siempre es ¡°la v¨ªctima¡±, cree Garaicoa, y de ello nos habla en Orden Inconcluso (Centro de Arte 2 de Mayo) y Orden Aparente (Fundaci¨®n Bot¨ªn).
Orden Inconcluso (abierta hasta el 8 de marzo) y Orden Aparente (en exhibici¨®n hasta el 1 de marzo en Santander) son muestras distintas, pero parten de la misma reflexi¨®n y abordan asuntos que han interesado a Garaicoa de siempre y que tienen que ver con el poder y con la posici¨®n que asumen frente a ¨¦l los ciudadanos.
Son obras realizadas entre el principio del 2000 y la actualidad, instalaciones, esculturas, maquetas, fotograf¨ªas, dibujos e intervenciones del mobiliario urbano, como una serie de alcantarillas en las que diversos esl¨®ganes denuncian injusticias o incitan a la rebeli¨®n
Desde que en los a?os noventa su pa¨ªs comenz¨® a sumergirse en la noche del Periodo Especial, Garaicoa se dedic¨® a documentar con su c¨¢mara los espacios ¨ªntimos y decadentes de su ciudad. Los viejos palacetes del Vedado en ruinas, los jardines convertidos en solares sembrados de columnas desmembradas, los bloques de cemento prefabricados de edificios de microbrigadas que nunca llegaron a terminarse. Aquel inventario del desastre poco a poco fue convirti¨¦ndose en punto de partida de exploraciones m¨¢s profundas. La historia, seg¨²n Garaicoa, se esconde detr¨¢s de las calles que atravesamos todos los d¨ªas y en las l¨ªneas invisibles que dibuja la ciudad en cada uno de nosotros. Por eso, desde siempre descubrir los secretos urbanitas fue uno de los objetivos de su obra, tanto en La Habana como en los lugares por donde pasaba.
Ya hace una d¨¦cada que Carlos Garaicoa (La Habana, 1967) se instal¨® en el barrio madrile?o de Malasa?a sin cerrar su estudio en la isla, donde un equipo de arquitectos, dise?adores y t¨¦cnicos trabaja coordinadamente con ¨¦l y da forma a las obras y proyectos que ¨¦l piensa o hilvana en Madrid, incluidas la mayor parte de las piezas que estos d¨ªas pueden verse en M¨®stoles y en Santander.
En Orden inconcluso y Orden aparente encontramos juntas referencias contextuales a las dos realidades en que ha vivido el artista en los ¨²ltimos a?os, desde su etapa de experimentos y desarrollo art¨ªstico en una Habana marcada por el fin de la utop¨ªa, a la Espa?a y las sociedades capitalistas de hoy en d¨ªa, incluidas las de los antiguos pa¨ªses socialistas, marcadas tambi¨¦n por los sue?os rotos y el deterioro del bienestar social.
Orden Inconcluso y Orden Aparente bucea en los secretos urbanitas
Son obras realizadas entre el principio del 2000 y la actualidad, instalaciones, esculturas, maquetas, fotograf¨ªas, dibujos e intervenciones del mobiliario urbano, como una serie de alcantarillas en las que diversos esl¨®ganes denuncian injusticias o incitan a la rebeli¨®n. O los ochos grandes d¨ªpticos de las cer¨¢micas Porno-Indignadas (2012-2014) en las que Garaicoa subvierte la publicidad de principios de siglo de la farmacia Juanse, devolvi¨¦ndonos el sentir de la gente a trav¨¦s de las pintadas que algunos han hecho sobre los azulejos. As¨ª, donde pon¨ªa ¡°Emplead Embrocaci¨®n: para dolores de espalda, tort¨ªcolis, lumbago, ci¨¢ticas¡±, pone ahora ¡°Emplead Provocaci¨®n: para el Estado, el poder pol¨ªtico, la banca¡¡±
En Orden Inconcluso (comisariada por Agust¨ªn P¨¦rez Rubio) tambi¨¦n encontramos dos r¨¦plicas de oro macizo en miniatura del Bundesbank alem¨¢n, que se contrapone al Banco de Espa?a, guardados ambos en sendas cajas fuertes. M¨¢s adelante gritan al espectador una serie de fotograf¨ªas de casas y paisajes en ruinas formando d¨ªpticos con radiograf¨ªas de personas enfermas ¡ªimpresas en hueso¡ª, una reflexi¨®n sobre qu¨¦ pasa cuando el ser social se enferma.
Bajo el comisariado de Vicente Todol¨ª, Orden aparente incluye 35 obras realizadas en diversas t¨¦cnicas. Aunque hay propuestas comunes con las de Orden Inconcluso, son ¡°menos directas¡± que las de Madrid. Se incluye la ya famosa serie Las joyas de la Corona, en la que Garaicoa reproduce una docena de s¨ªmbolos de la represi¨®n, como el edificio del KGB, el Pent¨¢gono, Villa Marista (el centro de interrogatorios de la Seguridad del Estado en Cuba) o el complejo de la STASI. Junto a ellas, aproximaciones m¨¢s po¨¦ticas como Jard¨ªn (1998) o Porque toda ciudad tiene derecho a llamarse Utop¨ªa (2001). Proyecto fr¨¢gil (elaborado para la muestra de Santander) recrea, usando delgadas l¨¢minas de vidrio unidas por imanes, una gran ciudad portuaria, con su geograf¨ªa de barcos y gr¨²as, que remite a la fragilidad de la ciudad. Si en la muestra de Madrid la denuncia es m¨¢s directa y el contenido m¨¢s social, en Orden aparente es m¨¢s ¡°po¨¦tico-pol¨ªtica¡±, pero en ambas Garaicoa logra que la sociedad hable y nos cuente algunas de sus historias, y tambi¨¦n sus miserias inconfesables.
Babelia
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