Coches de choque
Los coches de choque son un entretenimiento de feria. Aplicados al debate pol¨ªtico, suponen un ejercicio empobrecedor y chill¨®n. laSexta noche los fomenta cada vez que opone al periodista Eduardo Inda con los portavoces de Podemos. M¨¢s que morbo produce pena. No fue una excepci¨®n el s¨¢bado con la larga comparecencia de Pablo Iglesias. Que llamara ¡°Pantuflo¡± repetidas veces al periodista lo emparentaba con el listo de clase que, amparado en el grupo o en su labia, dedica el ingenio a humillar a un compa?ero. El intento de arrinconar al nuevo partido con acusaciones maximalistas puede que funcione en la charca electoral. El PP ha logrado convertir a Podemos en su n¨¦mesis durante la pasada convenci¨®n, pero lo hace para reanimar a su parroquia, desmotivada tras ver traicionadas las promesas electorales que les dieron la mayor¨ªa absoluta.
Que el periodista regalara una chapa con la bandera espa?ola a Iglesias alimenta esa provocaci¨®n de patio de p¨¢rvulos, capitaneada por Esperanza Aguirre, cuya clave consiste en expedir certificados de malos espa?oles, filoterroristas y estalinistas. Con buen tino, Iglesias record¨® que el patriotismo no se demuestra con chapas, cuellos de camisa y pulseritas con la bandera, sino en la declaraci¨®n de Hacienda, que, hoy por hoy, es la ¨²nica declaraci¨®n de patriotismo convincente. La reuni¨®n de Zapatero y Bono con Iglesias y Errej¨®n produjo una incomprensible histeria en el c¨ªrculo de Pedro S¨¢nchez. Como afirmaba Fernando Vallesp¨ªn en un art¨ªculo reciente, muy preciso, los socialistas han perdido la iron¨ªa. Es mucho m¨¢s grave de lo que parece.
Pablo Iglesias declar¨®, en la parte no lamentable del debate, que reunirse con pol¨ªticos que han tenido altas responsabilidades de gobierno es muy formativo y que no reh¨²ye hacerlo. Demuestra que la expresi¨®n ¡°casta¡± es un error que se vuelve contra quien lo usa, como los escraches terminaron por perjudicar a las causas que quer¨ªan defender. La democracia obliga a aceptar la legitimidad de quien piensa diferente; es una carretera donde los coches circulan con arreglo a unas normas que permiten la convivencia. Los coches de choque son otra cosa. A todos nos divierten, pero no nos subimos a ellos para emprender un viaje largo y necesario.
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