Valor social y placer visual

Matador se autodefine como revista de colecci¨®n. Cada a?o se publica un n¨²mero correspondiente a una letra del alfabeto, de tal modo que el proyecto editorial y la propia revista finalizar¨¢n al llegar a la Z. El ¨²ltimo volumen aparecido, correspondiente a la Q, se dedica ¨ªntegramente a la fotograf¨ªa, bajo el elocuente t¨ªtulo, no exento de nostalgia, Elogio de la fotograf¨ªa. La selecci¨®n de los contenidos se ha confiado a un fotoeditor, procedimiento cada vez m¨¢s habitual en cierto tipo de revistas de fotograf¨ªa, como es el caso, por ejemplo, de OjodePez o CPHOTO. L¨®gicamente, el perfil del editor invitado, en este caso Robert Pledge, fundador en 1976 de la agencia Contact Press Images, determina y condiciona el resultado. Su opci¨®n se inclina, en coherencia con la filosof¨ªa de la mencionada agencia, hacia la afirmaci¨®n de una fotograf¨ªa documental que quiere mantenerse como testimonio del mundo, comprometida y volcada en la representaci¨®n de valores humanos y sociales.

As¨ª, los 12 porfolios de otros tantos fot¨®grafos de diversas procedencias geogr¨¢ficas transitan desde la preocupaci¨®n medioambiental hasta la denuncia social, desde las v¨ªctimas de las guerras hasta la explotaci¨®n laboral, desde las amenazas a escala planetaria hasta las historias de vida y las tragedias ¨ªntimas. Entre los autores se encuentran nombres bien conocidos, como los de Sebasti?o Salgado, Edward Burtynsky, Annie Leibovitz, LuGuang o David Burnett, junto a otros menos difundidos como Kosuke Okahara (Jap¨®n), Taslima Akhter (Bangladesh), Sim Chi Yin (Singapur) o Yun Sunyeon (Corea del Sur), responsables de interesantes trabajos.

Los 12 porfolios transitan desde la preocupaci¨®n medioambiental hasta la denuncia social, desde las v¨ªctimas de las guerras hasta la explotaci¨®n laboral

El contrapunto a esta homog¨¦nea selecci¨®n, que nos retrotrae a una ¨¦poca en que cierto tipo de fotograf¨ªa documental gozaba de fronteras, contornos y usos a¨²n bien definidos, lo constituye la inclusi¨®n de una densa y perfecta secuencia tomada en la guerra de Vietnam por la fot¨®grafa, ya desaparecida, Catherine Leroy. Un contrapunto que deja ver las fracturas, conflictos y debilidades que se han abierto a lo largo de estas d¨¦cadas en la fotograf¨ªa documental, y que no obedecen tanto a est¨¦riles diferencias entre artistas y fotoperiodistas, o al riesgo de desaparici¨®n del documental y el fotoperiodismo, como evoca en su texto el editor de este volumen, como a la crisis de realidad y al estrechamiento, tanto del presente como del futuro, que caracteriza nuestro tiempo y al que de un modo u otro intentan dar respuesta los fot¨®grafos. Sin duda es tambi¨¦n un s¨ªntoma de nuestra contradictoria ¨¦poca que cierto tipo de fotograf¨ªa documental vinculada a los valores sociales y humanos est¨¦ asociada, cada vez con mayor fuerza e incluso como requisito, al placer visual de las im¨¢genes, como el que alimenta la mayor parte de los trabajos aqu¨ª reunidos. El mismo placer que proporcionan, al fin y al cabo, ciertos escenarios de papel impreso.

Matador. Volumen Q.? La F¨¢brica. Madrid, 2014. 184 p¨¢ginas. 70 euros.