Harper Lee publica 55 a?os despu¨¦s la secuela de ¡®Matar a un ruise?or¡¯
La editorial Harper Collins confirma el regreso el pr¨®ximo 14 de julio de la autora
Que Harper Lee publique una novela tiene un impacto similar, en el mundo literario, al que habr¨ªa tenido en su momento en el musical la reuni¨®n de los Beatles. La autora de Matar a un ruise?or -la novela de 1960 sobre la segregaci¨®n racial en el sur de Estados Unidos que ha marcado a generaciones de norteamericanos- era una autora de una ¨²nica obra. Ya no. La editorial Harper Collins anunci¨® este mi¨¦rcoles que, el 14 de julio, publicar¨¢ Go, set a watchman (Ve, aposta a un centinela, un t¨ªtulo sacado del Libro de Isa¨ªas en el Antiguo Testamento) una secuela de Matar un ruise?or.
El descubrimiento del manuscrito de la nueva novela y la decisi¨®n de publicarla es el acontecimiento editorial del a?o. Nelle Harper Lee -su nombre completo- pertenece a la raza de escritores alejados de los focos, como J. D. Salinger. Debut¨® hace cincuenta a?os con Matar a un ruise?or, la historia de Atticus Finch, un abogado que defiende a un negro acusado de violar a una blanca, narrada por Scout, la hija de Finch. Despu¨¦s Lee call¨®. Recluida en Monroeville, el pueblo de Alabama que inspir¨® la novela, dej¨® de publicar y de dar entrevistas.
Enseguida Matar a un ruise?or, publicada en la era de la lucha por los derechos civiles, se convirti¨® en algo m¨¢s que una novela. La pel¨ªcula, en la que Gregory Peck interpretaba a Atticus Finch, contribuy¨® a ello. Matar a un ruise?or, que recibi¨® el premio Pulitzer, ha vendido m¨¢s de treinta millones de ejemplares. Sigue ley¨¦ndose en las escuelas: en un pa¨ªs donde el trauma por el racismo pervive, su significado no se ha agotado y sus personajes -Finch, el hombre justo, el faro moral; Scout, la muchacha rebelde e independiente- mantienen la fuerza. La novela tiene algo de Biblia civil, de manual de ciudadan¨ªa que ense?a a los j¨®venes a respetar al pr¨®jimo, a ponerse en su piel.
La escritora, que tiene 88 a?os y vive en una residencia de ancianos, no hab¨ªa dicho la ¨²ltima palabra y la novela nacional estaba incompleta. Le faltaba la secuela, que en realidad Lee escribi¨® antes que Matar a un ruise?or, a mediados de los a?os cincuenta. En un comunicado, Lee explic¨® que la protagonista es Scout adulta. Vive en Nueva York y regresa a Monroeville -Maycomb en la ficci¨®n- para visitar a su padre, Atticus. Cuando al escribirla la mostr¨® a un editor, a este le interesaron los pasajes en los que Scout recordaba su infancia y convenci¨® a Lee para que escribiera otra novela desde el punto de vista de Scout ni?a. Esta novela fue Matar a un ruise?or.
¡°Yo era una escritora novata e hice lo que me dijeron¡±, dice la autora en el comunicado. ¡°No era consciente de que [el libro original] hab¨ªa sobrevivido, as¨ª que me sorprend¨ª y me alegr¨¦ cuando mi querida amiga y abogada, Tonja Carter, lo descubri¨®. Despu¨¦s de mucho pensar y muchas dudas, lo compart¨ª con un pu?ado de personas en quienes conf¨ªo y me complaci¨® escuchar que consideraban que val¨ªa la pena publicarlo. Me honra e impresiona que se publique ahora, despu¨¦s de tantos a?os¡±. Carter, que trabaja en un bufete de abogados de Monroeville, negoci¨® el contrato con Michael Morrison, el presidente y consejero delegado de HarperCollins, seg¨²n la agencia Associated Press. No se ha divulgado la suma. La primera edici¨®n en ingl¨¦s de Go set a watchman ser¨¢ de dos millones de ejemplares. La novela tiene 304 p¨¢ginas y se publicar¨¢ tal como fue escrita, sin revisiones.
El silencio de Harper Lee durante estos a?os ha alimentado todo tipo de teor¨ªas. Una de las m¨¢s mal¨¦volas sosten¨ªa que en realidad el autor de Matar a un ruise?or, o de parte del libro, no era Lee sino Truman Capote, su amigo de infancia y uno de los personajes de la novela. Otra teor¨ªa, m¨¢s veros¨ªmil, es que sin la ayuda de Lee, que le acompa?¨® durante los viajes a Kansas para recabar informaci¨®n, Capote dif¨ªcilmente habr¨ªa escrito su obra maestra, A sangre fr¨ªa. Lee no era una estilista como Capote, pero, como dijo una vez otro escritor sure?o, Allan Gurganus, Capote carec¨ªa del ¡°sentido ¨¦tico¡± de Lee. Ambos acabaron distanciados.
Harper Lee no habla con la prensa desde 1964. Su amiga la abogada Tonja Carter, sin la que la nueva novela probablemente no existir¨ªa, rehu¨ªa este mi¨¦rcoles el asedio. ¡°La se?ora Carter no da entrevistas¡±, dijo por tel¨¦fono una asistente en el venerable bufete Barnett, Bugg, Lee & Carter. Situado en el segundo piso de un edificio en el n¨²mero 60 de Hines Street, en Monroeville, es un despacho digno de figurar en la historia de la literatura. All¨ª trabajaba a¨²n, entrados los noventa, Alice Lee, la hermana de la novelista. Uno de los primeros socios fue A.C. Lee, padre de ambas y modelo de Atticus Finch.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.