El octavo d¨ªa, Dios escribi¨® ¡®El diario de Ad¨¢n y Eva¡¯

Cada d¨ªa desde hace una semana Ad¨¢n y Eva se encuentran por primera vez en el teatro Bellas Artes de Madrid. Y ese encuentro entre el primer hombre y la primera mujer lleva repiti¨¦ndose durante a?o y medio en m¨¢s de 70 localidades espa?olas. Ya ocurri¨® de la misma manera hace diez a?os. Y un mill¨®n y medio de espectadores han sido testigos de las primeras jornadas de Ad¨¢n y Eva en el para¨ªso, tal y como lo narr¨® Mark Twain (1835-1910), y de las ¨²ltimas noches radiof¨®nicas de Felipe y Catalina, tal y como lo versionaron Blanca Oteyza, Manuel Gonz¨¢lez y Miguel ?ngel Sol¨¢. Este ¨²ltimo, actual director de la puesta en escena de Ana Mil¨¢n (Alicante, 1973) y Fernando Guill¨¦n Cuervo (Barcelona, 1963).

Ad¨¢n, Eva, Catalina, Felipe y Manuela, los protagonistas de esta historia, se suceden en el escenario. Los personajes masculinos corren a cargo de la versatilidad de Fernando Guill¨¦n y los femeninos toman el cuerpo de Ana Mil¨¢n. Quien haya visto esta obra en su versi¨®n anterior tiene que hacer esfuerzos para olvidar la serenidad y la dulzura con la que Oteyza afrontaba tanto a la parlanchina Eva como la sin par Catalina. Mil¨¢n, que se confiesa "muy Eva" en la parte m¨¢s pizpireta de su personalidad, est¨¢ mucho m¨¢s cre¨ªble en la calma de Catalina, alejada de sus trabajos m¨¢s populares.

Hoy: El diario de Ad¨¢n y Eva es un texto en el que no solo aparecen los personajes mencionados, la voz, la radio y el p¨²blico juegan su papel. Y uniendo a todos ese tema universal que es el amor y que impregna todo el teatro incluido el patio de butacas, as¨ª los espectadores son uno m¨¢s sobre las tablas. Observan las historias de amor que all¨ª se cuentan, pero cada uno la extrapola a la suya. "La que tuvo, la presente o la que le gustar¨ªa vivir", explica Mil¨¢n. El agradable ambiente que se genera se debe a la sencilla y sosegada puesta en escena, y a ese lugar en el que sucede todo. Transcurre en la radio, en dos momentos de su historia y en dos formatos diferentes: entrevista y teatro radiof¨®nico, manteniendo en com¨²n la intimidad que se crea entre el que la escucha y el escuchado. Y es que esta pieza no perder¨ªa un ¨¢pice de su magia si se escuchara en alguna emisora, de lo que Mil¨¢n reconoce que ya han tenido propuestas y "es probable que suceda".

Lo amo, s¨¦ que lo amo, pero cuando me pregunto por qu¨¦ lo amo, no lo s¨¦

Los actores desconocen el motivo concreto del ¨¦xito de esta obra. Se sienten sobre seguro, tienen programadas ocho semanas en Madrid ¨Ca pesar de las dificultades que vive el mundo de la escena¨C. No est¨¢n nerviosos, ya est¨¢ sobradamente testada y funciona. ?Por qu¨¦ funciona? Quiz¨¢ por el poso de felicidad y calma que se queda al final; porque es de esas obras que hace que pases de la carcajada a la emoci¨®n en segundos; porque Eva explica ese enigma que es el amor de una manera totalmente reconocible: "Lo amo, s¨¦ que lo amo, pero cuando me pregunto por qu¨¦ lo amo, no lo s¨¦". Porque el espectador se siente identificado con Ad¨¢n o con Eva, puede que rayen los t¨®picos, pero ?no beben los t¨®picos de la realidad? O porque todo el mundo anhela un Felipe o una Catalina. Qui¨¦n sabe si por su melifluidad, como dir¨ªa Ad¨¢n.

Guill¨¦n Cuervo asegura que "es la obra m¨¢s bonita del mundo", que qued¨® marcado cuando la vio. Por eso hay que ir, o por el placer de volver a verla como se titul¨® otra representaci¨®n de Sol¨¢. Mil¨¢n a?ade un episodio al G¨¦nesis creado por Twain y dice que Dios la escribi¨® en el octavo d¨ªa, ?qu¨¦ mejor motivo que ese, o la posibilidad volver a mirar el mundo por primera vez como hace Eva cada funci¨®n? Y aunque la sombra de las representaciones de Sol¨¢ y Oteyza son alargadas, el espectador que los vio deja de verlos seg¨²n se adentra en esta nueva versi¨®n.

Hoy: El diario de Ad¨¢n y Eva. Int¨¦rpretes: Fernando Guill¨¦n Cuervo y Ana Mil¨¢n. Direcci¨®n: Miguel ?ngel Sol¨¢. En el teatro Bellas Artes hasta el 15 de marzo.