Sarah, La Gioconda suiza, se instala en el Reina Sof¨ªa
La pintura de Fautrier es una de las 15 que la Fundaci¨®n Gandur cede al museo espa?ol
Mientras Jean Fautrier (Par¨ªs, 1898 - Ch?tenay-Malabry, Francia, 1964) trabajaba en la figura de Sarah (1943), ten¨ªa que sobreponerse al terrible sonido que le llegaba del exterior: los disparos que los agentes de la Gestapo hac¨ªan contra los resistentes franceses. Escondido en el estudio parisino, Fautrier creaba lo que se convertir¨ªa en un icono de del arte europeo de posguerras, la imagen de una mujer, Sarah, agrietada e informe, que encarna las heridas y el drama humano provocados por la Segunda Guerra Mundial.
La obra del artista franc¨¦s forma parte de las 15 obras maestras de vanguardia europea de posguerra que el coleccionista suizo Jean Claude Gandur (1949, Grasse, Francia) ha cedido en dep¨®sito durante dos a?os al Museo Reina Sof¨ªa. Son dos obras de Karel Appel, dos de Fourtrier, dos de Jean Dubuffet y una de Corneille, Jean Michel Arlan, C¨¦sar, Constant, Mimmo Rotella, Bram Van Velde, Wols, Daniel Spoerri y Asger Jorn. Todas ellas se muestras entremezclaras con las obras del mismo periodo en la colecci¨®n permanente del museo, en la cuarta planta del edificio.
Manuel Borja-Villel, director del Reina Sofia, plantea que la llegada de Sarah, un cuadro de 116 por 80,7 cent¨ªmetros, propicia un encuentro de dos de las obras m¨¢s representativas del arte contra la guerra: El Guernica de Picasso y la Sarah de Fautrier. "Las dos obras son la respuesta de dos artistas a la matanza indiscriminada de seres humanos provocada por la guerra: Por una parte, la de la poblaci¨®n civil en Guernica durante un d¨ªa de mercado, por otra, la de u centenar de prisioneros de la resistencia francesa ocurrida por la noche en las afueras de Par¨ªs". Borja-Villel recuerda que durante la presentaci¨®n p¨²blica de Sarah, en Par¨ªs en 1945, algunos escritores y amigos del artista entre los que figuraban Ponge y Sartre, destacaron la relaci¨®n de esta obra de Fautrier con el Guernica (1937) de Pablo Picasso. "Tal comparaci¨®n, rescatada ahora en la investigaci¨®n del Museo, toma forma al mostrarse ambas obras en el Reina Sof¨ªa, juntas por primera vez. La Guerra Civil espa?ola, que tiene su icono en el Guernica, se ha considerado el "ensayo general" de la Segunda Guerra Mundial; de modo similar, el gran mural de Picasso sienta las bases de la posici¨®n de Fautrier en Sarah, respecto a la dificultad para enfrentarse al dolor de los dem¨¢s".
El director del museo a?ade que todo en Sarah es especial. "En aquellos momentos de hambre tremenda, el artista amasa los materiales (empaste de plomo, ¨®leo y pastel sobre papel) como si se tratase del pan que tanto necesitaba la poblaci¨®n. Y pinta lo que oye, no lo que ve: disparos, llantos, bombas y gritos desgarrados. Despu¨¦s, toda esa conmoci¨®n la llev¨® a la serie Rehenes, en la que llen¨® las telas de formas coaguladas y de incisiones que reflejaban un mundo herido de muerte. Es un arte que responde a la famosa pregunta de Adorno: ?C¨®mo hacer poes¨ªa despu¨¦s del holocausto?".
Jean Claude Gandur, presidente de la Fundaci¨®n que lleva su nombre, con sede en Ginebra explica que la cesi¨®n de estas obras tendr¨¢n una duraci¨®n de dos a?os y que es posible que la operaci¨®n se renueva con otras piezas de su inmensa colecci¨®n. Asegura que la petici¨®n lleg¨® del Reina Sof¨ªa y que no vio mejor manera ni lugar para dar a conocer parte de su colecci¨®n. "Es un prestigiosos museo nacional, con m¨¢s de 2,5 millones de visitantes anuales. ?D¨®nde mejor?. Para los mal pensados, aclaro que la Fundaci¨®n no puede vender ninguna de las obras. No se esconde ninguna operaci¨®n de revalorizaci¨®n encubierta."
El Reina Sof¨ªa es un prestigiosos museo nacional, con m¨¢s de 2,5 millones de visitantes anuales. ?D¨®nde mejor?" Jean Claude Gandur, presidente de la Fundaci¨®n Gandur
Feliz por la manera en la que sus cuadros se mezclan con los de la colecci¨®n permanente del museo, Gandur reconoce que hay una obra de la que le ha dado mucha pena separarse. Se trata precisamente de Sarah, que habitualmente ocupa una de las paredes de los salones de su domicilio ginebrino. "Sarah es como la Gioconda para m¨ª. Las dos son feas, aunque la m¨ªa es descarnada y est¨¢ mutilada y representa lo peor de la humanidad. Pero tambi¨¦n representa la esperanza porque, pese a su informidad, en ella hay vida".
Jean Claude Gandur, empresario con negocios en el mundo inmobiliario y petrolero, construy¨® su colecci¨®n a partir de un fondo familiar. Cuenta que su afici¨®n surgi¨® a partir de un regalo de su abuela, una l¨¢mpara de aceite paleocristiana. De ah¨ª, con el paso del tiempo, se adentr¨® en el arte antiguo, la pintura abstracta o los muebles. Compra en galer¨ªas, ferias y subastas. Sarah, fue adquirida en subasta p¨²blica en Sothebys hace unos cuatro a?os en una sesi¨®n a laque tambi¨¦n asisti¨® un representante del Reina Sof¨ªa. La obra sali¨® con un precio de 1,5 millones de euros; cantidad con la que el museo espa?ol la ci¨® salir de sus posibilidades. Fue adjudicada a Jean Claude Gandur por 6 millones de euros.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
?Tienes una suscripci¨®n de empresa? Accede aqu¨ª para contratar m¨¢s cuentas.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.