Enrique, presidente ¡®durante¡¯
El relevo del personaje que acab¨® con dudas, rencillas y rifirrafes en la Academia ser¨¢ dif¨ªcil
Sin demasiados datos porque el interesado no los ha dado, y sin demasiada prisa por obtenerlos porque uno ya los intuye, el adi¨®s de Enrique Gonz¨¢lez Macho ¡ªEnrique¡ª traza una raya blanca en el suelo, parecida a esa que los ¨¢rbitros de f¨²tbol pintan ahora en la hierba con un spray, una raya que en su caso quiere decir un antes y un despu¨¦s. El antes eran las dudas, las rencillas, las zancadillas y los rifirrafes en el n¨²mero 3 de la calle Zurbano, Academia de las Artes y las Ciencias Cinematogr¨¢ficas de Espa?a, seg¨²n se entra, a la izquierda. El despu¨¦s ser¨¢ vete a saber qu¨¦: dicen que ya hay por ah¨ª un grupillo de productores proponiendo ¡°Banderas for president¡±, pero eso suena irremisiblemente berlanguiano, como si al final Mister Marshall s¨ª que pasara por Villar del R¨ªo con regalitos para todas las buenas gentes: una plancha, una azada, una mula, una subvenci¨®n, un goya,un no a la guerra o a lo que sea menester.
?Y el durante? El durante se ha llamado, por espacio de casi cuatro a?os, Enrique Gonz¨¢lez Macho, un se?or de barba sospechosamente parecido a Coppola, como le dicen a veces en La Croisette, que hasta le piden fotos al t¨ªo, natural de Santander, ciudadano de Madrid, gastr¨®nomo impenitente en Cannes y en San Sebasti¨¢n y en Vietnam y en Brazatortas y en donde se tercie, est¨®mago sabio, bon vivant con causa y recorrido, conversador de salfum¨¢n, m¨¢s dado a avasallar ¡ªcon argumentos¡ª que a escuchar al pobre diablo que se siente a sus barbas, salvo que sea Boyero, que con ese no puede, aunque porf¨ªa el t¨ªo.
El durante. El durante es ese presente que marca nuestros pasos despu¨¦s del a?orado u olvidado ayer y antes del temible ma?ana. Porque el ma?ana es temible en Zurbano, 3. Y lo es porque, independientemente de que la Academia encuentre a alguien con ganas y galones de sentarse en su presidencia, la figura de Gonz¨¢lez Macho ser¨¢ de dif¨ªcil relevo. Sincero seg¨²n su propia versi¨®n de la sinceridad, honesto consigo mismo y con los dem¨¢s, hiperv¨¢lido interlocutor con los indescifrables arcanos de las administraciones p¨²blicas, siempre convencido de sus porqu¨¦s, autor de inolvidables y atropellados discursos en los Goya, abrazable y tambi¨¦n susceptible de dejar de hablarle ¡ªcomo nos pasa a todos¡ª, Gonz¨¢lez Macho, Enrique, es de esa gente que rompi¨® el molde.
Se va por ¡°razones personales¡±. Uno sabe que las tiene. Del trabajo, del cansancio, de la familia, de los politiqueos de turno o simplemente de las ganas de vivir. Se sobrepuso a duras penas ¡ªy eso, en el remoto caso de que lo hiciera¡ª al cierre de Alta Films en 2013, la nave que capitane¨® desde 1976 y a trav¨¦s de la cual los espa?olitos aficionados al cine pudieron empezar a ver pel¨ªculas de directores rusos, y luego franceses, y luego de Alto Volta, y luego de la Cochinchina. Exhibidor, distribuidor, productor y coleccionista de c¨¢maras de cine antiguas, es, quiz¨¢, el mayor educador de cin¨¦filos del ¨²ltimo medio siglo. Toma ya. Lo que duran algunos durantes. Pero ahora empieza el de la Academia. Y ese es otro cantar.
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