Acosta gana en el caos de la SGAE

Antes, ya hab¨ªa pocas certezas. Y despu¨¦s de las elecciones, tambi¨¦n. Porque los socios de la SGAE votaron el jueves a su nueva junta directiva, pero el recuento oficial de hoy deja una situaci¨®n tan ca¨®tica como en el pasado. Los 39 miembros escogidos nombrar¨¢n el pr¨®ximo 9 de marzo al mandatario. De ellos, 17 son afines al presidente saliente, Jos¨¦ Luis Acosta, a los que hay que sumar los ocho representantes de los editores que, a priori, votar¨ªan a su favor: total, 25. Los otros 14 apoyan al vicepresidente saliente y principal opositor, Jos¨¦ Miguel Fern¨¢ndez Sastr¨®n. As¨ª que la matem¨¢tica dir¨ªa Acosta. Pero en la SGAE dos m¨¢s dos casi nunca es igual a cuatro.

Varios socios consultados consideran una segunda presidencia de Acosta ¨Cfue desautorizado el pasado junio por la Asamblea, y obligado a convocar comicios anticipados- como el escenario m¨¢s probable. Sin embargo, todos invitan a la prudencia. Los habituales cambios de bando, los tres presidentes en tres a?os, la independencia de los editores y la posibilidad de que salga una tercera opci¨®n para la presidencia son enemigos de los pron¨®sticos fiables. M¨¢s seguros se mostraban dos socios, de bandos distintos, en su previsi¨®n de un en¨¦simo caos ingobernable, con la prolongaci¨®n de la guerra y los problemas que llevan a?os paralizando a la entidad.

La divisi¨®n de los votos es un buen indicio de ello. El colegio de Peque?o Derecho, el que representa a los m¨²sicos, el grupo m¨¢s numeroso, apost¨® en su casi totalidad por Sastr¨®n. Gran Derecho (artes esc¨¦nicas) y Audiovisuales, en cambio, escogieron nombres pro-Acosta. Y el colegio de los Editores, en principio, tambi¨¦n. ¡°Es incre¨ªble que no se refleje la preferencia de los m¨²sicos, que representamos el 82% de SGAE y sus ingresos¡±, se quejaban dos socios pro-Sastr¨®n.

Entre las certezas, se puede contabilizar la escasa afluencia: solo vot¨® el 11,85% del censo electoral, es decir, 2.582 miembros de los 21.778 con derecho a participar. En realidad, la entidad cuenta con m¨¢s de 100.000 socios, pero solo pueden votar los que recaudan, con una cantidad de consensos proporcional a sus ingresos. Entre ellos, s¨ª fue a votar a la sede madrile?a el expresidente Eduardo Teddy Bautista, detenido en 2011 por la Guardia Civil e imputado en la causa que investiga un supuesto delito de apropiaci¨®n indebida en la entidad. Bautista fue recibido por los aplausos de algunos de los presentes y gritos de ¡°Teddy vuelve¡± y ¡°?presidente!¡±.

Y eso que aquel verano de 2011 fue quiz¨¢s el comienzo de una ca¨ªda que la SGAE sigue sin detener. De ah¨ª que sean muchos los problemas que se alzan ante la nueva junta. El principal, como en toda casa de Espa?a, es el econ¨®mico. De hecho, el recuento de las elecciones se hizo manualmente porque el software alquilado en los ¨²ltimos comicios costaba demasiado. Sea como fuere, las cuentas de 2013 -las ¨²ltimas disponibles y por otro lado a¨²n pendientes de aprobaci¨®n- dan fe de una ca¨ªda de los ingresos del 3,2% respecto al a?o anterior y p¨¦rdidas por cinco millones. Todo ello mientras se reparten millones entre dietas a la c¨²pula e indemnizaciones y el propio Acosta, en su anterior mandato, contaba con un sueldo cercano a los 200.000 euros. A los agujeros, adem¨¢s, podr¨ªan sumarse pronto las tres multas por un total de 50 millones que la SGAE sufri¨® de la Comisi¨®n Nacional de Competencia y Hacienda, que est¨¢n recurridas.

La junta hereda tambi¨¦n la venta de los teatros de la Gran V¨ªa madrile?a, Lope de Vega y Coliseum, ya cerrada por 58 millones a Stage ¨Ccostaron 81- a la espera de que el nuevo patronato poselecciones d¨¦ su visto bueno. Y otro legado, a¨²n m¨¢s pol¨¦mico, es la guerra de la llamada Rueda, la madre de todas las batallas. Justo antes de los comicios, la junta saliente aprob¨® una modificaci¨®n del reparto de los ingresos procedentes de las televisiones (la mitad de los 250 millones que recauda la SGAE) castigando la m¨²sica emitida en la franja nocturna y premiando el prime time. As¨ª, buscaba parar a 11 miembros que aprovecharon una estratagema legal para lograr recaudaciones millonarias con temas en programas de madrugada y escas¨ªsima audiencia. Sin embargo, la medida ha indignado a cientos de m¨²sicos que tambi¨¦n beben de las emisiones nocturnas y piden una negociaci¨®n m¨¢s en profundidad.

Todo ello, sin embargo, tendr¨¢ que esperar. Porque m¨¢s urgente todav¨ªa es hacerle caso a la nueva Ley de Propiedad Intelectual, que impone a la SGAE y las otras entidades de gesti¨®n de los derechos de autor la creaci¨®n de una ventanilla ¨²nica para los usuarios y de un nuevo sistema tarifario. La normativa establece un plazo de seis meses. Matem¨¢tica sin interpretaciones, incluso para la SGAE.