El legado eterno de Balenciaga
Alexander Wang reivindica la herencia del guipuzcoano en la Semana de la Moda de Par¨ªs
Constituye uno de los ejercicios m¨¢s complejos e interesantes de contemplar dentro de la industria de la moda: un dise?ador toma las riendas de una casa hist¨®rica fundada por otro creador y afronta el reto de trasladar su propio discurso sin pulverizar la esencia de la marca. Ante este escenario se encuentran hoy, entre otros, Peter Copping, director creativo de ?scar de la Renta; Julien Dossena, responsable de Paco Rabanne; o Alexander Wang, al frente de Balenciaga desde hace cinco temporadas. Las posibles soluciones al dilema oscilan desde el homenaje demasiado literal hasta la fagocitaci¨®n de la firma. Entre ambos extremos ¡ªque no est¨¢n re?idos con el ¨¦xito comercial¡ª, Wang encontr¨® el pasado viernes en la Semana de la moda de Par¨ªs el camino hacia el equilibrio.
La propuesta de Elie Saab se centra en un vestuario diurno y urbano
Su colecci¨®n para el pr¨®ximo oto?o materializa uno de los sue?os de cualquier departamento de ventas: apelar por igual a la consumidora cl¨¢sica y a la vanguardista, encarnadas en la primera fila del desfile por Marisa Berenson y Lady Gaga. El punto donde ambas compradoras convergen no es otro que la interpretaci¨®n de las chaquetas y abrigos de l¨ªnea barril con las que Crist¨®bal Balenciaga revolucion¨® el vestir en los a?os cuarenta. Wang exagera la silueta en codos y pu?os, y juega a adornar las costuras con una suerte de grapas que contrastan con los barrocos broches de pedrer¨ªa que cierran las prendas. No es la ¨²nica herencia de los archivos del dise?ador vasco. El volumen de las faldas brota desde el talle y los cuellos acaparan el protagonismo.
Balenciaga dec¨ªa que el arte es ¡°lo que hoy es feo y ser¨¢ bello ma?ana, y la moda, lo que es bello hoy y ser¨¢ feo ma?ana¡±. Algo que no aplica a su propio trabajo a juzgar por lo visto sobre la pasarela parisina.
Para diluir la factura un tanto formal de esta propuesta, Wang viste a sus modelos con botas y zapatos planos, y mezcla bordados con motivos industriales junto a otros m¨¢s tradicionales. Su mujer es m¨¢s dura y oscura que la que protagoniza los bocetos que han inspirado la colecci¨®n. Pero del choque entre la aproximaci¨®n arquitect¨®nica a la moda de Balenciaga y la deportiva de Wang podr¨ªa surgir algo m¨¢s poderoso.
Su predecesor en el cargo, el dise?ador Nicolas Ghesqui¨¨re, demostr¨® que la mejor forma de mantener la firma viva y relevante no pasa por aplicar las mismas soluciones que el maestro de Guetaria ide¨® en el siglo XX. La clave est¨¢ en trasladar las preguntas y desaf¨ªos que el mentor de Givenchy se plante¨® al escenario actual. Y Wang, el viernes, dio un paso m¨¢s en esta direcci¨®n.
No hay lugar para la nostalgia. La casa que Crist¨®bal Balenciaga fund¨® en San Sebasti¨¢n en 1918 pertenece hoy a Kering, un conglomerado de empresas de lujo franc¨¦s. Su director creativo es un estadounidense de origen taiwan¨¦s, y Espa?a, el pa¨ªs que, a partir del pr¨®ximo viernes y despu¨¦s de varias d¨¦cadas, volver¨¢ a contar con una boutique de la marca, situada en el madrile?o barrio de Salamanca.
Haider Ackermann tampoco es partidario de recrearse en el pasado, pero de cara a la pr¨®xima temporada incide una vez m¨¢s en los emblemas de su marca. Su colecci¨®n celebra los contrastes y la superposici¨®n: cuadros escoceses con cuadros vichy, minifaldas de cuero plisado (o cinturones muy anchos) que se abrochan sobre pantalones y todo tipo de texturas en armoniosa convivencia: del terciopelo al tweed. Menci¨®n aparte merecen sus largos abrigos con la abotonadura desplazada a la derecha y la versi¨®n en mono del cl¨¢sico esmoquin negro, con una abertura en la parte delantera para que se pueda ver la camisa o el ombligo.
La propuesta de Elie Saab se sit¨²a en un espacio temporal indefinido. Podr¨ªa ser 1985, 2002 o 2019. El creador liban¨¦s tiene en los opulentos vestidos de noche su principal se?a de identidad y clave de su ¨¦xito, pero en la colecci¨®n vista el s¨¢bado deja pr¨¢cticamente de lado estas prendas para centrarse en un vestuario m¨¢s diurno y urbano, sin renunciar, claro est¨¢, a los bordados, encajes y pedrer¨ªa, tambi¨¦n menos presentes de lo que suele ser habitual en ¨¦l. Las cinturas marcadas articulan una propuesta donde tienen cabida desde las transparencias hasta los monos de cuero rojo.
Babelia
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