El ba¨²l de dos c¨®micas
Lola Herrera e Irene Escolar se dan cita en un teatro para hablar sobre la profesi¨®n
En los a?os cincuenta y sesenta un actor de teatro val¨ªa lo que contuviese su ba¨²l. El arc¨®n deb¨ªa albergar el mayor repertorio de vestimenta posible, desde un traje de noche hasta ropa de deporte. Depende de lo lleno que estuviera, el sueldo era mayor o menor, porque eran los c¨®micos los que se encargaban de su propio vestuario. El de Lola Herrera ten¨ªa casi de todo. Su compa?era de tablas Irene Escolar nunca ha vivido esta experiencia a sus 26 a?os. Ella carga con el examen continuo de los castings. La primera lleg¨® al teatro por casualidad, buscaba algo ¡ª¡°no sab¨ªa muy bien qu¨¦¡±¡ª y la segunda mam¨® el escenario desde su nacimiento. Herrera y Escolar desgranaron en el teatro La Cuarta Pared de Madrid el camino recorrido en sus carreras y el que queda por delante en un encuentro organizado por EL PA?S y moderado por la periodista Roc¨ªo Garc¨ªa, para sus suscriptores el pasado martes.
Les ha tocado vivir dos etapas muy diferentes de la escena teatral. Herrera lleg¨® a Madrid con apenas 18 a?os. En Valladolid hab¨ªa ganado cuatro concursos de canto a los que la presentaron sus padres, ¡°de esos casposos de la posguerra¡±, explica con sorna la int¨¦rprete, ¡°participar en algo as¨ª descoloca a cualquiera, as¨ª que vine a Madrid a buscar y encontr¨¦¡±. Lo que hall¨® fue la pasi¨®n de su vida: el teatro. ¡°Mi alimento y mi necesidad¡±, asegura. Irene proviene de una familia de artistas y conoce todas las experiencias de los c¨®micos en los a?os de la dictadura a trav¨¦s de los relatos de su abuelo y sus t¨ªos. ¡°Cuando mi t¨ªa [Julia] acababa las funciones, yo sub¨ªa al escenario y la imitaba, aunque no supiera leer, aunque no pudiera ni aprenderme el texto¡±.
Hubo tiempo en el di¨¢logo para recordar los triunfos y los fracasos. La primera vez que Lola Herrera represent¨® Cinco horas con Mario, en el teatro Marquina, se durmi¨® hasta el encargado de las luces. Pero no fue eso lo peor, sino que tambi¨¦n lo hizo el empresario del teatro. Miguel Delibes coment¨® antes de su estreno que era una obra muy experimental, que no iba a gustar mucho. Todo apuntaba al fracaso, pero llevarla adelante fue un "emperramiento". Herrera se ha metido en la piel de Carmen en cuatro ocasiones m¨¢s los 25 a?os posteriores a aquella primera vez. ¡°Con ese personaje proyect¨¦ muchas mujeres. Delibes lo supo captar tan bien¡".
Escolar confes¨® que a¨²n no hay ning¨²n personaje tan representativo en su carrera, pero reconoci¨® las alegr¨ªas que le ha dado su papel de Juana la Loca en la serie Isabel. ¡°Espero que no te moleste, pero parec¨ªas una demente de verdad¡±, le espet¨® una asistente en el turno de preguntas. ¡°Una de las cosas m¨¢s importantes es conocer el contexto que rodea al personaje y le hace ser como es. Juana era un ser vulnerable y entre todos hicieron que perdiera la cabeza¡±, detall¨® la artista. ¡°?Qu¨¦ personaje es Juana, eh! Yo tambi¨¦n lo interpret¨¦ en teatro¡±, a?ad¨ªa una sonriente Herrera a su lado.
Si para ellas el escenario es su pasi¨®n, es adem¨¢s porque creen en todo lo que les rodea. Ambas se lanzaron a exigir que el teatro sea una asignatura en los colegios. ¡°Creo que es imposible¡±, apunt¨® Escolar. ¡°Que no, que no es imposible¡±, le rebat¨ªa Herrera, ¡°pero parece que los que mandan, no nos quieren¡±. ¡°Si los pol¨ªticos fueran m¨¢s al teatro¡¡±, contest¨® a su vez Escolar. Herrera sab¨ªa de uno que lo frecuentaba: ¡°?Fraga iba mucho! Se pon¨ªa en un palco y dormitaba. Esto es ver¨ªdico¡±.
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