La belleza eterna de la Alhambra

En un ambiente de intimidad, con la escasa luz proyectada en las im¨¢genes, dos fot¨®grafos muestran en el Museo Arqueol¨®gico Nacional la belleza y quietud de una Alhambra alejada de los ruidos y prisas de los turistas que la visitan y que, solo en 2014, fueron 2,4 millones. Por un lado, 22 fotos realizadas a mediados del siglo XIX por el franc¨¦s Jean Laurent (1816-1886), pionero de la fotograf¨ªa en Espa?a, por otro, 35 del madrile?o Fernando Manso (1961), que 150 a?os despu¨¦s que Laurent ha recorrido, tambi¨¦n con una c¨¢mara de placas, la fortaleza nazar¨ª que Muhammad I empez¨® a levantar en la colina de la Sabika en 1238.

Manso subraya que hasta hace unos d¨ªas no quiso ver las fotos de Laurent elegidas para esta exposici¨®n organizada por el Ministerio de Cultura y el Patronato de la Alhambra y procedentes de una colecci¨®n particular. "No quise que me influyeran en mi trabajo". Laurent fue un todoterreno que reprodujo obras p¨²blicas, retrat¨® a personalidades, se desplaz¨® en ferrocarril por la Pen¨ªnsula y lleg¨® a ser designado durante siete a?os como el fot¨®grafo de la reina Isabel II. Este franc¨¦s afincado en Madrid se espa?oliz¨® tanto que cuando fue enterrado en el cementerio de La Almudena, su mujer quiso que en el epitafio no pusiera Jean, sino Juan.

Una visi¨®n in¨¦dita de la Alhambra Jean Laurent y Fernando Manso, que abrir¨¢ el martes y cerrar¨¢ el 17 de mayo, re¨²ne en una sala, a modo de gabinete, las im¨¢genes en tono sepia, de 24 por 30 cent¨ªmetros, tomadas por el franc¨¦s unas d¨¦cadas despu¨¦s de que el escritor estadounidense Washington Irving escribiera Cuentos de la Alhambra inspirado en su periplo granadino. Laurent tom¨® unas 400 im¨¢genes del conjunto monumental: las torres Bermejas, la Alcazaba, los jardines del Generalife, la suntuosidad de la sala de Embajadores o el apogeo del sultanato nazar¨ª: el patio de los Leones. Las que se exhiben en esta ocasi¨®n muestran los pies de foto originales y con su firma, J. Laurent.

A continuaci¨®n, las fotograf¨ªas de gran formato (1,50 por 2 metros) de Manso, fruto de casi un a?o de trabajo. "He estado yendo una semana al mes a Granada, al final he pasado en la Alhambra unas 500 horas". Llegaba antes del amanecer y recorr¨ªa una y otra vez el recinto: "Al principio iba muy deprisa, como los turistas, pero no era lo que ten¨ªa que hacer". El murmullo del agua corriendo por las acequias dice que le ayud¨® a encontrar la tranquilidad. "Me pasaba horas sentado observando, estaba tan metido en ese ambiente que a veces pensaba que de un rinc¨®n iba a aparecer el sult¨¢n", bromea.

Manso llegaba antes del amanecer al monumento y recorr¨ªa una y otra vez el recinto

Con el privilegio de poder acceder "a bastantes lugares no visitables", el fot¨®grafo esperaba con paciencia la deseada luz suave ¡ª"el sol era el enemigo"¡ª para jugar con los reflejos y conseguir unas fotos de exterior en las que predominan los verdes de los ¨¢rboles y del agua de las fuentes. En las de interior, con una textura pict¨®rica y "un tiempo de exposici¨®n que ha oscilado entre los 30 y los 45 segundos", destacan los tonos ocres de las paredes y de la decoraci¨®n. En algunos rincones especiales, Manso esper¨® el cambio de estaci¨®n para disparar, consciente de que con los meses "se mimetizar¨ªan los colores".

El fot¨®grafo subraya que su objetivo ha sido "que el p¨²blico que venga a la exposici¨®n vea una Alhambra distinta a la que ha conocido". Un ejemplo es la fotograf¨ªa de la fuente del patio de los Leones, captada desde arriba y que muestra la herrumbre de la pileta.

Los organizadores de esta exposici¨®n de homenaje a la Alhambra, que tendr¨¢ pr¨®ximas paradas en Granada y Par¨ªs, destacan la contraposici¨®n entre ambos autores. Laurent estuvo al d¨ªa de los mayores avances tecnol¨®gicos y era due?o de un gran estudio con varias personas a sus ¨®rdenes. Mientras que Manso, siglo y medio despu¨¦s, se mantiene en la fotograf¨ªa anal¨®gica: "La c¨¢mara digital es demasiado hiperrealista", sostiene este artista, que ha publicado en paralelo a la muestra un libro con un centenar de im¨¢genes de este para¨ªso de palacios, torres, jardines y fuentes que Boabdil el Chico entreg¨® el 2 de enero de 1492 a los Reyes Cat¨®licos.