El rescate del Estado de bienestar
El legado m¨¢s negativo de la crisis, seg¨²n L¨®pez Garrido, es un modelo social europeo herido de muerte y una Administraci¨®n debilitada por la p¨¦rdida de poder tributario
Se sofistican las met¨¢foras para definir lo que nos ha ocurrido en el ¨²ltimo septenio. Durante mucho tiempo bast¨® hablar de Gran Recesi¨®n, pero el concepto se fue quedando corto. Del mismo modo que Yanis Varoufakis, antes de ser famoso y ministro de Finanzas del Gobierno griego, instal¨® ¡°la del Minotauro global¡±, L¨®pez Garrido analiza ¡°la edad de hielo¡±, una etapa fr¨ªa y dura que no constituir¨¢ un mero par¨¦ntesis entre dos eras de normalidad y que afectar¨¢, sobre todo, al hemisferio norte. Durante la primitiva Edad de Hielo extensas zonas de la Tierra estuvieron cubiertas por el hielo, el clima se enfri¨® en todo el planeta y disminuy¨® el volumen de los mares y los r¨ªos ya que la mayor parte se congel¨®. En la actual edad de hielo se congel¨® ante todo el dinero, el alimento de la econom¨ªa de nuestra era: congel¨® las arterias del sistema, los bancos, y sobre todo congel¨® el coraz¨®n de la econom¨ªa, su latido productivo y laboral, y la sumi¨® en un periodo de somnolencia invernal, frenando en seco el crecimiento y el empleo.
Ahora que muy t¨ªmidamente comienzan a emerger s¨ªntomas de deshielo, lo principal es establecer el legado de tal glaciaci¨®n econ¨®mica. Esa herencia tiene tres grandes componentes: un poder financiero incontrolable, un modelo social herido de gravedad y un Estado sin poder tributario, que es el nervio del poder pol¨ªtico. El primero de los tres semeja una paradoja: habiendo comenzado todos los problemas en el coraz¨®n financiero del mundo, Wall Street, y habi¨¦ndose contagiado el resto del sistema de los abusos, irregularidades y robos de aqu¨¦l, quien primero sale a flote, con mayor poder que nunca, con las mismas formas de hacer y con el orgullo de quien se cree superior es el propio sistema financiero, y lo hace con parecidos gestores (si no los mismos) despu¨¦s de haber utilizado para su normalizaci¨®n paladas y paladas de dinero p¨²blico; es decir, de todos los ciudadanos.
El modelo social no es id¨¦ntico en todo el mundo. En muchas partes, ni siquiera existe. Ni siquiera en la vieja Europa, que es la zona donde m¨¢s se desarroll¨®, es com¨²n a los diferentes pa¨ªses. Pero s¨ª hab¨ªa un denominador que se repet¨ªa: un elevado nivel de protecci¨®n social, ayudas especiales a los sectores m¨¢s vulnerables de la sociedad, una posici¨®n beligerante de los poderes p¨²blicos sobre el empleo, una presencia determinante de estos poderes en la definici¨®n de una aut¨¦ntica pol¨ªtica social que no se dejaba al arbitrio del mercado, y un papel crucial de los interlocutores sociales. Durante esta crisis, todo ello se ha debilitado a sabiendas; primero, deslegitim¨¢ndolo (contribuye a la ineficacia, resta potencial al crecimiento, ha generado privilegios) y, a continuaci¨®n, segando las v¨ªas de su financiaci¨®n, haci¨¦ndolo m¨¢s fr¨¢gil.
Y aqu¨ª llegamos al ¨²ltimo componente de la herencia de la crisis, la verdadera obsesi¨®n de L¨®pez Garrido en este libro y en sus art¨ªculos de prensa, el n¨²cleo fuerte de su pensamiento: la destrucci¨®n del sistema fiscal a trav¨¦s de la reducci¨®n de impuestos, la evasi¨®n fiscal, la elusi¨®n fiscal legal, la multiplicaci¨®n de los para¨ªsos fiscales, la aceptaci¨®n de una m¨ªnima imposici¨®n a muchas multinacionales en una especie de sistem¨¢tico dumping fiscal. Para el autor de este texto se han ido sustituyendo los impuestos (que se pagan seg¨²n la capacidad adquisitiva y la propiedad de los contribuyentes, y que no se devuelven m¨¢s que en forma de contraprestaciones) por deuda p¨²blica (que afecta a todos los ciudadanos y que hay que devolver a quien presta el dinero: los bancos). Ello ha activado el mecanismo por el cual esta crisis, que empez¨® siendo del capitalismo, ha acabado siendo una crisis de la deuda (el otro mecanismo es el de socializaci¨®n de las p¨¦rdidas, de modo que la gigantesca deuda privada, el ¡°opio de las clases medias¡±, ha pasado a ser deuda p¨²blica).
El otro cuchillo incisivo del autor es el papel de Europa en este periodo, sobre todo en relaci¨®n a EE?UU. L¨®pez Garrido analiza c¨®mo a la Uni¨®n Europea le han pillado las dificultades econ¨®micas a medio construir y no ha sido capaz de acelerar los tiempos por falta de voluntad pol¨ªtica y porque no a todos los Estados les iba igual de mal en este aquelarre, porque unos eran acreedores (los m¨¢s fuertes, con Alemania a la cabeza) y otros eran deudores (los pa¨ªses del sur).
La austeridad ha sido una pol¨ªtica que expresa macroecon¨®micamente la lucha de clases, que, como dijo Warren Buffet, est¨¢n ganando por goleada los suyos, es decir, los m¨¢s poderosos. El principal papel de los intelectuales y analistas es el de buscar los responsables de lo ocurrido y desenmascararlos, porque si no, adem¨¢s de cornudos, apaleados: los ciudadanos, adem¨¢s de ser los paganos de los abusos provenientes de las instituciones financieras y de otros centros de poder, ser¨¢n los culpables por ¡°haber vivido por encima de sus posibilidades¡±. Un doble saqueo.
La edad de hielo. Diego L¨®pez Garrido. RBA. Barcelona, 2014. 447 p¨¢ginas.
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