?Fue 1965 el a?o m¨¢s revolucionario de la m¨²sica?
Un libro relata la cr¨®nica de 12 meses en los que se compusieron grandes temas
"No se pod¨ªa encender la radio en 1965 sin escuchar un nuevo cl¨¢sico", se?ala el periodista Andrew Grant Jackson, autor del libro 1965 The Most Revolucionary Year in Music, a prop¨®sito de la fecundidad creativa que cristaliz¨® en una serie de int¨¦rpretes, m¨²sicos y g¨¦neros hace cincuenta a?os. Para Jackson, el a?o 1965 marca un momento crucial en la historia del rock, el soul y el jazz. 12 meses que convulsionaron el horizonte musical y abrieron la m¨²sica popular a nuevas experiencias creativas. Una serie de ¨¢lbumes, Rubber Soul (The Beatles), Highway 61 Revisited (Bob Dylan), Otis Blue / Otis Redding Sings Soul (Otis Redding), My Generation (The Who) y canciones epif¨¢nicas que acabaron escribiendo las nuevas cimas de la m¨²sica pop.
Tiempos de cambios y rupturas que, como relata Jackson, se enmarcaron en un gran frente de transformaciones sociales, de irrupci¨®n de nuevos modelos est¨¦ticos, protagonismo de la cultura juvenil, el peso de los medios de comunicaci¨®n, la emergencia cada vez m¨¢s visible de movimientos como el feminismo o de contestaci¨®n a la guerra de Vietnam, la lucha por los derechos civiles, la irrupci¨®n de las drogas y la cultura hippie... Un a?o, como tambi¨¦n se encarga de recordar el autor, en el que la segregaci¨®n racial segu¨ªa muy presente y en 12 Estados americanos continuaba prohibido el matrimonio interracial. O ser homosexual podr¨ªa conducirte a una terapia de choque y sesiones de electrochoque, como le hab¨ªa sucedido a un adolescente llamado Lewis Allen Reed, para la m¨²sica, Lou Reed.
Basta con echar una ojeada al Top Hits de las listas americanas de ese a?o y algunos de sus n¨²meros destinados a convertirse en himnos de la d¨¦cada de los sesenta: (I Can¡¯t Get No) Satisfaction (The Rolling Stones); Mr. Tambourine Man ( The Byrds); Ticket To Ride, Yesterday? y Help (The Beatles); Help Me Rhonda (Beach Boys) o You¡¯ve Lost That Lovin¡¯Feelin, la ¨¦pica neorrom¨¢ntica del d¨²o The Righteous Brothers en su m¨¢xima expresi¨®n orquestada por Phil Spector. Hasta un creador como Bob Dylan, ajeno a las vicisitudes de las listas de ¨¦xitos, consigue que su "interminable" ¡ªsobrepasando los seis minutos¡ª Like A Rolling Stone permanezca dos semanas en el n¨²mero dos de la clasificaci¨®n. La canci¨®n "encrucijada" del cantautor como se?ala el escritor Greil Marcus (Like a Rolling Stones. Bob Dylan en la encrucijada. Global Rhythm) refleja ese nuevo escenario que estall¨® con la carga de dinamita suministrada por las bandas de rock brit¨¢nicas.
No solo el rock ejerce de motor en esa explosi¨®n de creatividad. El soul, el jazz y la m¨²sica country viven tambi¨¦n sus propios big bang. El sello creado por Berry Gordy, la Tamla Motown, consigue abrir una brecha para los artistas negros en las listas de ¨¦xito capitalizadas por los int¨¦rpretes blancos. Ha sonado la hora del soul para disfrute sin distinci¨®n de razas ni barreras: The Supremes, The Four Tops, Smokey Robinson and The Miracles, The Temptations, mientras la televisi¨®n refleja las brutales cargas de la polic¨ªa contra los manifestantes en las marchas en protesta por la segregaci¨®n racial en los Estados del sur. En el otro extremo del dial de la m¨²sica soul, el sello Stax, Otis Redding edita ese mismo a?o una de las joyas de la m¨²sica negra contempor¨¢nea, el ¨¢lbum Otis Blues / Otis Redding Sings Blues, que incluye futuros cl¨¢sicos como Respect, I¡¯ve Been Loving You Too Long o versiones irrebatibles de Satisfaction de los Stones o Wonderful World, del fallecido Sam Cooke.
A principios de 1965 todav¨ªa no se han apagado los ritmos incendiarios que James Brown ha dejado a su paso por el The T.A.M.I Show, el festival juvenil retransmitido por la televisi¨®n y celebrado en el Santa M¨®nica Civic Auditorium de la ciudad de Los ?ngeles. James Brown se sit¨²a en el a?o entrante como el alquimista de los futuros ritmos y caminos experimentales de la m¨²sica negra: funk, m¨²sica disco, hip-hop. Sus ¨¢lbums Papa got a Brand New Bag y I Got You (I Feel Good) sirven de br¨²jula. En otro territorio musical, el a?o 1965 ser¨¢ tambi¨¦n el de la edici¨®n de uno de los trabajos m¨¢s radicales e influyentes del jazz contempor¨¢neo, A Love Supreme del saxofonista John Coltrane.
Frente a la invasi¨®n british de las listas americanas, The Beatles, The Rolling Stones, Herman¡¯s Hermits, The Hollies, The Kinks, The Who ¡ªMy Generation no alcanzar¨¢ las mismas cotas que en las listas brit¨¢nicas¡ª o una baladista de largo recorrido como Petula Clark, que se colaba en medio de la oleada pop-rock (Dowtown) la escena rock americana, con los Beach Boys en plena madurez art¨ªstica, contraataca ese mismo a?o poniendo los cimientos del folk-rock. Bob Dylan ha agujereado el Festival de Newport con sus sonidos el¨¦ctricos y The Byrds, capitaneados por Roger McGuinn se llevan el gato al agua como abanderados de los nuevos ritmos promiscuos (Mr. Tambourine Man). Hasta un d¨²o extravagante como Sonny and Cher alcanzan el Everest musical con una composici¨®n de inequ¨ªvocos ecos dylanianos, I Got You Babe.
Ese mismo a?o, las listas de ¨¦xitos espa?olas se vest¨ªan de largo con los primeros ¨¦xitos pop a cargo de Los Brincos y Los Sirex. Una canci¨®n intranscendente, La chica ye-ye acabar¨¢ convirti¨¦ndose en un fen¨®meno social y sirviendo de veh¨ªculo ¡ªsin querer¡ª a una generaci¨®n juvenil que por primera vez dejaba de vestirse como sus padres; la canci¨®n de autor daba la bienvenida a un nuevo miembro y sensibilidad musical, Joan Manuel Serrat siguiendo los pasos de Raimon, y los dos conciertos de The Beatles en Espa?a, Madrid y Barcelona, pon¨ªan al franquismo al descubierto.
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