La variedad es la riqueza
Los flujos migratorios y el Internet han propiciado que el espa?ol circule por Iberoam¨¦rica
Las idas y venidas, las vueltas y revueltas de las palabras han protagonizado el segundo d¨ªa del Foro Internacional del Espa?ol. En un debate presenciado por varios j¨®venes extranjeros que estudian espa?ol (chinos y sudafricanos, sobre todo), Dar¨ªo Villanueva, director de la RAE, sostuvo que "el espa?ol ha sido reinventado en Am¨¦rica Latina": "Principalmente en el siglo XIX y en el XX, con el boom de la literatura. El espa?ol es una lengua global no por la colonizaci¨®n, sino por la independencia. Hoy somos 500 millones de hispanohablantes no porque Espa?a haya descubierto Am¨¦rica, sino porque las rep¨²blicas americanas eligieron el espa?ol como lengua oficial o cooficial. Lo maravilloso ha sido que Am¨¦rica nos ha devuelto un idioma mucho m¨¢s enriquecido".
Los flujos migratorios y el uso de Internet han propiciado que el espa?ol circule por Iberoam¨¦rica dejando huella. En su intervenci¨®n, la escritora Carmen Posadas, uruguaya naturalizada espa?ola, se refiri¨® al uso del t¨¦rmino sudaca: "?Lo habr¨¢ acu?ado Francisco Umbral?... Es curioso: a los que llegamos de Am¨¦rica a Espa?a, primero se nos ve¨ªa como 'los t¨ªos ricos', luego todo cambi¨® y ahora parece que cambia de nuevo, con el auge de las econom¨ªas latinoamericanas y la emigraci¨®n de los j¨®venes espa?oles hacia all¨¢. Lo importante de todo esto es la dinamizaci¨®n ling¨¹¨ªstica que permite. No para homogenizar sino para enriquecer respetando la diversidad".
"Porque nuestra verdadera patria es la lengua", ataj¨® Javier Gom¨¢, director de la Fundaci¨®n Juan March. "Pero no conozco ning¨²n otro pa¨ªs que se quiera tan poco como Espa?a", replic¨® el escritor canario Juan Jos¨¦ Armas Marcelo. "En este pa¨ªs hay errores, de todo tipo, tambi¨¦n ling¨¹¨ªsticos, pero su riqueza cultural es enorme y contribuye a la evoluci¨®n del idioma".
Pero este Foro no s¨®lo transcurre entre mesas redondas. En un rinc¨®n de este pabell¨®n de Ifema, donde las actividades concluir¨¢n el pr¨®ximo domingo, hay sitio para un oficio invisible: los correctores de estilo. Esta figura que mantienen las editoriales y (todav¨ªa) algunos medios de informaci¨®n, suele realizar su trabajo en solitario y de forma aislada. Muchos los llaman "asesores ling¨¹¨ªsticos", siempre tienen al alcance de la mano diccionarios y manuales y se dedican a cazar erratas ortogr¨¢ficas, sint¨¢cticas y tipogr¨¢ficas.
"Sabemos admirar la prosa maravillosa del mejor escritor de todos tiempos, pero pocos recordamos que detr¨¢s de su texto est¨¢, tambi¨¦n, la mano del corrector, que a veces s¨®lo limpia, a veces fija y muchas, bastantes, da esplendor. Casos ha habido en que llegado el manuscrito a la editorial y decidida su publicaci¨®n, una vez compuesto y recibido por este lector, de su trabajo ha resultado la detecci¨®n de alg¨²n error o fallo en el contenido, en la estructura o en los personajes. Avisado el autor, ha podido subsanarlo y evitar que su potencial obra maestra cayese por propio merecimiento en el ba¨²l del olvido de las novelas de medio pelo", dice Jos¨¦ Miguel Torrente, un corrector freelance, como tantos otros, en tiempos de precariedad y extinci¨®n.
Hace diez a?os varios correctores de estilo de Espa?a fundaron la Uni¨®n de Correctores (UniCo) con la intenci¨®n de dar visibilidad a su trabajo. Han realizado tres congresos parta reconocerse entre ellos y han estrechado lazos de relaci¨®n con varios colegas latinoamericanos. El idioma les une. Pero para pertenecer a su tribu, "es necesario el dominio de la gram¨¢tica normativa y un sentido de la lengua, que no se adquiere solo con formaci¨®n acad¨¦mica. El oficio de corrector de estilo debe abarcar habilidades de redacci¨®n y edici¨®n. Este perfil puede ser ¨²til para ampliar el ¨¢mbito de trabajo de profesiones relacionadas, como las de traductor, redactor y editor", especifica Torrente, quien se ha encargado de la revisi¨®n de los textos de instrucciones culturales
Y el corrector tiene un apellido: Ortotipogr¨¢fico. "Es palabra una fea y poco asequible nada m¨¢s o¨ªrla. Todo el que la escucha se para a pensar en su significado, y algunos lo asimilan r¨¢pidamente, pero otros muchos deben recurrir a alguna fuente para averiguarlo". La Academia dice que es el conjunto de usos y convenciones particulares por las que se rige en cada lengua la escritura mediante signos tipogr¨¢ficos. "Es decir, el corrector atiende al uso correcto de esos signos para que el mensaje que se quiere transmitir sea exactamente el mismo que se transmite y no otro", dice Jos¨¦ Miguel Torrente.
Babelia
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