El rito orgi¨¢stico de Cannes

Dicen que hay negros nubarrones para el mercado de pel¨ªculas. Que la crisis europea sigue manteniendo timoratos a los distribuidores del continente. M¨¢s a¨²n, que tras a?os de pel¨ªculas de inauguraci¨®n repletas de glamur (que no de calidad, a¨²n resuenan las carcajadas del a?o pasado provocadas por Grace of Monaco), el festival estar¨¢ repleto de cine social y de dramas. Que proseguir¨¢ la ola de robos que desde hace dos a?os sacude los hoteles y las tiendas de lujo¡­ como ya ocurri¨® la semana pasada en la de Cartier, donde los cacos se llevaron joyas por valor de 17 millones de euros.

Pero Cannes sigue siendo Cannes: la ciudad del lujo, de una coca cola por 25 euros, una noche barata de hotel por 280 y un apartamento con tres habitaciones al m¨®dico precio de 5.000 euros la quincena, y hoteles como el Carlton a 1.500 euros la noche. En Cannes hay decenas de mujeres esculturales de f¨ªsico casi imposible paseando por sus aceras. Tambi¨¦n estar¨¢n las hordas de turistas de visita el fin de semana, atascando las aceras para desesperaci¨®n de quienes trabajan alrededor del festival, con la ilusi¨®n de ver una estrella¡­ un encuentro f¨¢cil si se sabe d¨®nde buscar. Volver¨¢n las fiestas patrocinadas por rutilantes marcas ¨¢vidas de fotos de famosos. Invariablemente, los acreditados estar¨¢n haciendo cola desde las ocho de la ma?ana para ver pel¨ªculas.

Fondear¨¢n otra vez un centenar de yates en la bah¨ªa que son hoteles de lujo para sus due?os, anfitriones de fiestas hom¨¦ricas, o sencillamente, casas flotantes: el a?o en que Steven Spielberg presidi¨® el jurado, dorm¨ªa en su mansi¨®n de mar y bajaba a ver las pel¨ªculas en helic¨®ptero o lancha r¨¢pida. Seguir¨¢n los filetes empanados del Caf¨¦ Roma, lugar habitual de avituallamiento de los periodistas con su terraza abierta las 24 horas enfrente del Palais del festival. Cuando llueva, surgir¨¢n los vendedores chinos con sus paraguas a 10 euros que se deshacen con un ¨²nico uso. Las terrazas de los apartamentos que dan a La Croisette resplandecer¨¢n con los carteles de proyectos futuros: gran parte de ellos no llegar¨¢n a ning¨²n lado. Las alfombras rojas rebosar¨¢n de estrellas de cuerpos y contratos de clase A, aunque la organizaci¨®n ya ha advertido de que no permitir¨¢ en la medida de lo posible selfies, menos a¨²n palos de selfies.

Y por supuesto, tambi¨¦n habr¨¢ cine. Pel¨ªculas. Creadores. Aplausos. Cannes contra los Oscar. Cannes contra los otros festivales: el a?o pasado las grandes pel¨ªculas de los premios de Hollywood estuvieron en Berl¨ªn (El gran hotel Budapest, Boyhood) o Venecia (Birdman). El certamen franc¨¦s sabe que tiene que recuperar el liderazgo del cine mundial. Y durante 15 d¨ªas, a sus playas se acercar¨¢n todos los prebostes del s¨¦ptimo arte ¨Cincluido Chris Dodd, el presidente de la MPAA, la asociaci¨®n de los estudios de Hollywood- a rendir pleites¨ªa a un pu?ado de arena, de sue?os en im¨¢genes y fotogramas. Thierry Fr¨¦maux, director general del certamen, es, desde hoy mi¨¦rcoles, dios en la Tierra. Hasta el 24 de mayo.