El Prado redescubre sus pinturas con un cambio en la iluminaci¨®n
Las nuevas luces led proporcionan m¨¢s nitidez y desvelan detalles desconocidos La instalaci¨®n arranca con las ¡®Pinturas negras¡¯ de Goya y acaba con ¡®Las Meninas¡¯ en 2017
La sensaci¨®n es muy similar a cuando se ve un cuadro reci¨¦n restaurado. Como si se hubiera limpiado de ¨®xidos e impurezas y la obra hubiera recobrado su esplendor original. Tanto que en alg¨²n caso puede llamar la atenci¨®n su excesivo fulgor. Es el resultado de cambiar la luz de las l¨¢mparas hal¨®genas por la de las luminarias de led.
De modo que las llamadas Pinturas negras de Goya, una de las joyas del Museo del Prado, ya no son tan negras. Ahora se aprecian con mucha m¨¢s claridad y nitidez, con menos claroscuros, el colorido y los detalles de la pincelada del artista aragon¨¦s. Aunque, en realidad, nunca fueron tan negras como su apelativo podr¨ªa indicar. ¡°Siempre tuvieron colorido y luz porque, adem¨¢s, Goya era un aut¨¦ntico maestro de la luz. Sus pinturas recibieron ese nombre en la Espa?a negra de Guti¨¦rrez Solana, a finales del siglo XIX, en 1898, cuando se produjo la valoraci¨®n de lo negro, y ya se qued¨®. Pero es un error¡±, explic¨® este mi¨¦rcoles Manuela Mena, jefa de Conservaci¨®n de Pintura del Siglo XVIII y de Goya, en el recorrido posterior a la presentaci¨®n del ambicioso proyecto Iluminando el Prado, financiado por la Fundaci¨®n Iberdrola con un presupuesto estimado que oscila entre los 800.000 y el mill¨®n de euros. La previsi¨®n es completar en 2017 la instalaci¨®n de las nuevas luces en el centenar de salas que forman la pinacoteca. Las Meninas, de Vel¨¢zquez, ser¨¢ la ¨²ltima en ser ba?ada por la nueva luz.
Las 15 salas dedicadas al siglo XIX y a una parte de la obra de Goya ya est¨¢n alumbradas por ledes, adem¨¢s de la sala temporal en la que se exhibe en la actualidad la exposici¨®n del pintor flamenco Rogier Van der Weyden.
Mena realz¨® el gran n¨²mero de detalles revelados ahora y que permite observar m¨²ltiples detalles de, por ejemplo, Saturno devorando a su hijo. ¡°F¨ªjense en la precios¨ªsima delicadeza de la luz de Goya, con toda su expresividad¡±, dijo a los informadores, se?alando la viveza del colorido de la sangre derramada y de la mirada saturnina de la famosa obra. Frente al cuadro El dos de mayo en Madrid, hizo hincapi¨¦ en que ¡°el fondo de la pintura siempre ha sido como un tel¨®n, sin importancia, y ahora se ve con claridad un incendio y todas las tonalidades¡±.
Antes y despu¨¦s
M¨¢s fiel al ojo del artista
¡°Ahora, las obras se ven lo m¨¢s cerca posible a como fueron concebidas por los artistas¡±, coment¨® ayer Javier Bar¨®n, conservador jefe del departamento de pintura del siglo XIX del Museo del Prado. La nueva luz de led permite incluso revelar la verdadera mirada de los protagonistas de las pinturas, ¡°tal y como quer¨ªa Goya¡±, destac¨® Manuel Mena, conservadora de la pinacoteca y experta en el artista de Fuendetodos. Ahora bien, jam¨¢s se podr¨¢ reproducir exactamente la luz original de la obra ni la pintura empleada. Entre otras razones, porque ¡°el tiempo tambi¨¦n pinta¡±, como dec¨ªa el propio Goya, record¨® Mena.
La prueba del antes y despu¨¦s, no obstante, se hizo con otro cuadro de grandes dimensiones, Fusilamiento de Torrijos y sus compa?eros en las playas de M¨¢laga, elaborado entre 1887 y 1888 por Antonio Gisbert. Sobre sus 24 metros cuadrados se proyect¨® primero la luz de las l¨¢mparas hal¨®genas; luego, la de los ledes, y por ¨²ltimo, las dos a la vez, pero enfocadas cada una hacia una mitad diferente del lienzo. Durante un tiempo convivir¨¢ esta iluminaci¨®n h¨ªbrida para que los visitantes puedan juzgar las diferencias.
¡°Con la iluminaci¨®n hal¨®gena, los segundos planos pierden nitidez; ahora se gana mucho en la apreciaci¨®n de las obras. Adem¨¢s, la luz hal¨®gena hab¨ªa que ponerla con poca intensidad para que no da?ara las pinturas, lo que hac¨ªa que resultara una luz amarillenta. Con la nueva iluminaci¨®n los colores son m¨¢s potentes, m¨¢s n¨ªtidos y m¨¢s di¨¢fanos¡±, sostuvo Miguel Falomir, que el 1 de junio sustituir¨¢ a Gabriele Finaldi como director adjunto de Conservaci¨®n e Investigaci¨®n del Prado.
Sostenible para el arte
EL PRIMERO.
El Prado ha sido el primer gran museo espa?ol que ha iniciado la sustituci¨®n de l¨¢mparas hal¨®genas (que se dejar¨¢n de fabricar en 2016 por una directiva de la Uni¨®n Europea) por leds. El proyecto Iluminando el Prado est¨¢ financiado por la Fundaci¨®n Iberdrola con un presupuesto de entre 800.000 y un mill¨®n de euros. La instalaci¨®n se adjudic¨® a la firma madrile?a Lled¨®.
LAS VENTAJAS.
T¨¦cnicas: Optimiza el consumo, reduce las emisiones contaminantes, no emite rayos infrarrojos ni ultravioleta (lo que garantiza una mejor conservaci¨®n de las pinturas), e incrementa la eficiencia. Art¨ªsticas: Mejora la percepci¨®n crom¨¢tica y la nitidez, y aumenta el efecto de profundidad.
LA HUELLA DE CARBONO.
La ministra de Medio Ambiente, Isabel Garc¨ªa Tejerina, entreg¨® ayer la certificaci¨®n de la inscripci¨®n del Prado en el sistema de registro medioambiental de Huella de Carbono.
Tambi¨¦n se trata de cumplir con una directiva europea, en virtud de la cual se han de retirar los modelos lum¨ªnicos de mayor derroche energ¨¦tico. En este sentido, Marina Chichilla, directora adjunta del Prado, y Carmen Recio, responsable del ¨¢rea cultural de la Fundaci¨®n Iberdrola, destacaron que las luces led reducir¨¢n un 20% el factor de da?o a las obras y permitir¨¢n un ahorro energ¨¦tico anual del 74%.
Adem¨¢s, del ¡°plus est¨¦tico, la nueva luz comporta un ahorro energ¨¦tico y econ¨®mico evidente¡±, reiter¨® Finaldi. El director de la National Gallery, que ya ha cambiado su iluminaci¨®n, a partir de agosto, asegura entender el choque est¨¦tico que puede producir a algunos visitantes no ver sus obras como estaban acostumbrados, sin una cierta p¨¢tina amarillenta, revelados sus difusos fondos. ¡°Es una cuesti¨®n de acostumbrarse¡±, sugiri¨®.
¡°Los conservadores, a pesar de ser conservadores, se han volcado con esta innovaci¨®n en la iluminaci¨®n¡±, agreg¨® con humor Finaldi, ante la pregunta sobre la posible p¨¦rdida de misterio de algunas obras con la nueva claridad. ¡°Un poco de misterio s¨ª perder¨¢n porque el mayor misterio es la oscuridad¡±, concedi¨®, a su lado y en el mismo tono, Javier Bar¨®n, conservador jefe del departamento de pintura del siglo XIX del Prado, principal museo espa?ol que ha iniciado el cambio de su luz.
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