Danza macabra en RR HH
Pedro Sim¨®n podr¨ªa haber escrito una buena cr¨®nica sobre la crisis. Ha preferido escribir una novela llena de arquetipos
Nueve personajes en busca de un trabajo, probablemente mal pagado, frente a un s¨¢dico director general de recursos humanos. Ocho v¨ªctimas de la crisis reciente: un constructor venido a menos, una mujer con un hijo discapacitado que se prostituye para mantenerlo, una estudiante sin futuro laboral, un profesor envejecido, etc¨¦tera. M¨¢s una v¨ªctima de una violencia estructural: un inmigrante que sobrevive a la muerte de su hija y a la locura de su mujer en la patera en la que llegaban a Espa?a.
Nueve ¡°casos reales¡± con los que el periodista Pedro Sim¨®n (Madrid, 1971) podr¨ªa haber escrito un buen libro de cr¨®nicas o, mejor dicho, un buen libro cuyo g¨¦nero se encontrara a medio camino entre el testimonio y la ficci¨®n, ya que reconoce haber trasladado a la novela material de sus reportajes period¨ªsticos. Pero una concepci¨®n demasiado convencional de la literatura (aleg¨®rica, moralizante e incluso prenovelesca) resta m¨¦ritos a Peligro de derrumbe.
El hallazgo de la novela est¨¢ en la revisi¨®n del t¨®pico medieval de la ¡°danza de la muerte¡±. Un grupo de condenados de distinto origen socioecon¨®mico se presentan ante la muerte igualadora. Solo que aqu¨ª el famoso esqueleto con guada?a es un director de recursos humanos elegantemente vestido y el juicio final ha sido desplazado al m¨¢s ac¨¢, a la m¨¢s inmediata entrevista de trabajo. Esto sugiere dos ideas perturbadoras: la trascendencia no ha de buscarse en otro mundo superior, sino en una vulgar supervivencia a ras de suelo, en un trabajo precario para seguir viviendo. Y, por ¨²ltimo, el infierno no es un lugar con llamas y tridentes, sino una oficina con atrevidas corbatas de tulipanes rojos.
Quiz¨¢ el lector recuerde la obra de teatro (y pel¨ªcula) El m¨¦todo Gr?nholm, pero las diferencias son sustanciales: si en aquella un grupo de individuos (individualistas, mejor dicho) estaban obligados a relacionarse en la peque?a sala de la entrevista de trabajo, en Peligro de derrumbe los personajes no interact¨²an. Ya desde la disposici¨®n de los cap¨ªtulos hay una rigidez que los convierte en ejemplos, en tipos, antes que en modelos vivos. Y es curioso que los ¨²nicos momentos de comunicaci¨®n narrativa entre los personajes sean fruto de unas insistentes casualidades, una subtrama forzada que desplaza la novela del g¨¦nero del realismo al de la alegor¨ªa: todos parecen haber coincidido antes de esta entrevista de trabajo, aunque no lo supieran.
Parece que Pedro Sim¨®n ha dudado de la validez literaria del material period¨ªstico en un tiempo en que, parad¨®jicamente, buena parte de la novela se vuelve deliberadamente period¨ªstica. Sim¨®n literaturiza la realidad e incurre en lo que los anglosajones llaman ¡°falacia pat¨¦tica¡±: la man¨ªa de se?alar al lector la interpretaci¨®n dolorosa y no dejar que los hechos hablen por s¨ª mismos. ¡°Que algo no sea veros¨ªmil no significa que no sea verdad¡±, escribe el narrador en un momento de la novela. Pero que la realidad venga mediada por una forma y unos recursos convencionales la hacen, qu¨¦ duda cabe, menos eficaz literariamente. O sencillamente menos real.
Peligro de derrumbe. Pedro Sim¨®n. La Esfera de los Libros. Madrid, 2015. 312 p¨¢ginas. 19,90 euros.
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