¡°El catolicismo ha muerto y es su fantasma el que habita en la izquierda¡±
La pol¨ªmica rodea el ¨²ltimo ensayo de Emmanuel Todd, 'Qui¨¦n es Charlie', sobre la religi¨®n. El laicismo radical es, en su opini¨®n, la nueva amenaza
Su ¨²ltimo ensayo, ?Qui¨¦n es Charlie? Sociolog¨ªa de una crisis religiosa, publicado en Francia a principios de mayo, ha dividido a la sociedad francesa en una viva pol¨¦mica. Emmanuel Todd (Saint-Germain-en-Laye, Francia, 1951) identifica el movimiento oficial y burgu¨¦s que march¨® bajo el lema ¡°Je suis Charlie¡± con la Francia oficial, dominada por lo que ¨¦l bautiz¨® hace tiempo como el ¡°catolicismo zombi¡± del que Fran?ois Hollande es el m¨¢ximo exponente: socialista, hijo de familia cat¨®lica descristianizada recientemente y de modelo troncal (tradici¨®n del heredero ¨²nico) y, por tanto, no igualitaria y autoritaria. Francia y Europa, que glorificaron la moneda ¨²nica, viven una crisis religiosa, asegura Todd, cuyas conclusiones desatan pasiones: el laicismo radical es la nueva amenaza a la libertad de creencia, y el sistema pol¨ªtico galo de hoy se parece demasiado al Gobierno de Vichy, t¨ªtere de Berl¨ªn. Desde que Todd predijo en 1976 la descomposici¨®n de la Uni¨®n Sovi¨¦tica, sus obras rara vez han dejado indiferente. ?Qui¨¦n es Charlie? ha desencadenado la tormenta.
PREGUNTA. Un conocido le dijo que despu¨¦s de publicar este libro se quedar¨ªa sin amigos. ?Ha sido as¨ª?
RESPUESTA. No. Ha sido justamente lo contrario. Una parte de la prensa me insulta gratuitamente, pero otra me ha tratado muy bien. Honestamente, la lista de los que me han atacado es maravillosa porque la forman aquellos a los que nunca he tomado en serio. En cuanto a los correos electr¨®nicos que he recibido, solo el 3% dicen estar en desacuerdo. El debate ha sido acalorado, es verdad, pero porque los franceses somos apasionados y excesivos, pero mi caso ha demostrado que nuestra cultura liberal est¨¢ muy viva.
P. Es sorprendente que incluso el primer ministro, Manuel Valls, haya publicado un art¨ªculo para rebatirle; bien es verdad que usted no se ha ahorrado opiniones duras, como la de que el Partido Socialista es ¡°objetivamente xen¨®fobo¡±.
R. Yo no entiendo por qu¨¦ Valls hace publicidad a mi libro porque quien lo lea, si es de izquierdas, no volver¨¢ a votar al socialismo en su vida. Mi an¨¢lisis del PS es cruel, pero permite explicar muchas cosas, como, por ejemplo, por qu¨¦ Francia mantiene una pol¨ªtica econ¨®mica tan dura. El PS tiene la huella del catolicismo zombi. El catolicismo ha muerto y es su fantasma el que habita en la izquierda. Eso es lo que molesta. Porque es verdad.
P. El desencuentro es enorme. Mientras Valls asegura que la caricatura, como la de Mahoma, ha jugado siempre un papel esencial en la construcci¨®n de la opini¨®n p¨²blica, usted dice que es una incitaci¨®n al odio religioso.
R. El coraz¨®n del proceso liberal-democr¨¢tico es la alfabetizaci¨®n; no la caricatura. Es una idea loca creer que, por su propia naturaleza, la caricatura est¨¢ bien ideol¨®gicamente. Las caricaturas antisemitas en Alemania precedieron al nazismo. En la Francia posterior a 1968 fue muy importante el c¨®mic, no la caricatura, y ah¨ª se inscrib¨ªa Charlie Hebdo. El nuevo Charlie no est¨¢ en la tradici¨®n cultural francesa y es islam¨®fobo, cosa que defiendo desde antes de los atentados. El derecho a caricaturizar y a blasfemar es sagrado, pero tambi¨¦n debe existir el derecho a decir que no vale para nada. Me acusan de complicidad con el terrorismo por decir esto.
P. La defensa de Charlie como sin¨®nimo de la libertad y de la Rep¨²blica Francesa est¨¢, sin embargo, muy extendida.
R. Mire, estoy muy contento de poder hablar con la prensa italiana y espa?ola para poder desvelar a nuestros socios del Sur el misterio de la Francia de hoy [se r¨ªe]: por qu¨¦ Francia apoya a Alemania para que tenga a Europa bajo su bota. Porque Alemania nunca hubiera podido imponer su pol¨ªtica de austeridad sin el acuerdo franc¨¦s. Lo que dice mi libro es que hay dos Francias. Una es la Francia liberal e igualitaria (dos tercios del pa¨ªs). Est¨¢ en el coraz¨®n de la cuenca de Par¨ªs, con estructura familiar liberal e igualitaria y que (ya s¨¦ que es sorprendente) se asemeja mucho a Andaluc¨ªa y la nueva Castilla, donde est¨¢ el coraz¨®n liberal y un poco anarquista de Espa?a. Tolerante y descristianizada. Y esa es la Francia de la Revoluci¨®n y el laicismo. Pero hay otra Francia, la perif¨¦rica (al oeste de los Pirineos, el sur y el este de la regi¨®n central, el R¨®dano, Lorena, Alsacia¡). Ah¨ª la estructura familiar es troncal, al igual que todo el arco del norte de Espa?a entre Catalu?a y Galicia. En esta otra Francia, cat¨®lica hasta hace 50 a?os, antirrevolucionaria, mon¨¢rquica, antisemita y vichista. Ahora domina esta ¨²ltima german¨®fila, autoritaria y amante del euro y la austeridad. Lo que yo pretendo es denunciar esa estafa.
P. Me parece que en el Sur estamos m¨¢s inquietos a ese respecto con el Frente Nacional que no con la izquierda francesa.
R. El FN no es una amenaza para ustedes. Es horrible, s¨ª. Pero la cuesti¨®n es que la inversi¨®n es completa. Nuestra situaci¨®n es como si el FN dominara Andaluc¨ªa o que el PSOE fuera fuerte en Castilla y Le¨®n, base hist¨®rica del franquismo.
P. ?Es la laicidad la nueva religi¨®n de Europa?
R. Creo que tanta reivindicaci¨®n de la laicidad demuestra que atravesamos una crisis metaf¨ªsica, religiosa. La reacci¨®n a los atentados de enero fue inmensa, lo que sobrerrepresent¨® el fen¨®meno terrorista. Pero el problema no es el islam, sino la crisis terminal del catolicismo. Francia vive en la ilusi¨®n de que es racional y moderna, que progresa en libertad y valores positivos (emancipaci¨®n de la mujer, matrimonio homosexual¡), pero detr¨¢s de toda esa satisfacci¨®n hay una angustia subterr¨¢nea porque por primera vez la humanidad vive sin ninguna creencia metaf¨ªsica.
P. ?Acaso la religi¨®n es una necesidad intr¨ªnseca del ser humano?
R. La gente no puede vivir sin una creencia colectiva. El individuo es otra cosa. El neoliberalismo es para m¨ª una concepci¨®n religiosa sobre el mercado absoluto. El fracaso econ¨®mico, el fracaso del mercado y del euro ha producido una crisis metaf¨ªsica. Hemos elegido el islam como objetivo de todos nuestros males. Eso nos permite comprender esa movilizaci¨®n incre¨ªble, de fe colectiva¡
P. En su libro critica duramente el ¡°laicismo radical¡±.
R. El laicismo radical no es laicidad. Cuando yo era ni?o, en la escuela laica hab¨ªa capellanes cat¨®licos y los viernes se com¨ªa pescado aunque nadie supiera por qu¨¦. Era una escuela relajada respecto al hecho religioso. Porque la laicidad no es una creencia negativa. Es m¨¢s bien indiferencia. La situaci¨®n es hoy muy distinta y acusamos constantemente a los militantes del islam.
P. ?Cu¨¢l es el coraz¨®n de Europa?
R. Es Alemania. No hace falta ser antrop¨®logo para saberlo. Alemania en su estructura fundamental familiar es troncal y un tercio es cat¨®lico, as¨ª que un tercio es cat¨®lica zombi [recientemente descristianizado]. Esa parte es la que instintivamente defiende la austeridad, la autoridad y la disciplina. Yo dir¨ªa que el catolicismo zombi es el fundamento ideol¨®gico de la eurozona.
P. Su idea de Europa es bien distinta al ideal eu?ropeo tradicional.
R. En toda sociedad occidental hay un Charlie durmiente que puede despertar en cualquier momento. La eurozona est¨¢ paralizada. Vive una mezcla de crisis econ¨®mica y religiosa porque el euro es el nuevo dios. En el vac¨ªo de creencias hay que inscribir tambi¨¦n los movimientos secesionistas de Escocia y Catalu?a. Es el intento de reconstruir la identidad en esa naci¨®n perif¨¦rica. Hubo un sue?o europeo, pero en 2015 tenemos ya la certeza absoluta de que el euro es un fracaso monstruoso, aunque sigue siendo, todav¨ªa, una religi¨®n. Continuamos haciendo sacrificios. Es una crisis religiosa en la crisis religiosa, y es en ese contexto en el que todas las clases medias francesas, cuatro millones, se movilizan [las manifestaciones en Francia reunieron a cuatro millones de personas el 11 de enero contra los atentados]. Es la angustia. Y lo peligroso es que esa gente hipermovilizada no est¨¢ preparada todav¨ªa para abandonar el euro. Hay una gran obstinaci¨®n en mantener esa religi¨®n monetaria y hay una gran islamofobia en esas clases medias movilizadas.
P. Tanto el islam como el juda¨ªsmo son religiones minoritarias con escaso poder en nuestras sociedades. ?D¨®nde est¨¢ la raz¨®n profunda de la islamofobia y el antisemitismo?
R. La posguerra europea, como la transici¨®n espa?ola, nos hicieron perder la noci¨®n de la historia. Estamos viviendo la continuidad. Mire, a m¨ª me trastorn¨® especialmente la matanza en el supermercado jud¨ªo, el Hyper Cacher. Resist¨ª la tentaci¨®n tras las matanzas antisemitas anteriores. Esta es la primera vez que escribo un libro en tanto que jud¨ªo. Porque es verdad que hay antisemitismo en los barrios y, sobre todo, en los medios islamistas, pero soy historiador y s¨¦ que el ¨²nico continente que ha masacrado a los jud¨ªos es Europa. Jam¨¢s ha habido algo parecido en el mundo ¨¢rabe. En mi libro trato de demostrar esa interacci¨®n perversa entre la islamofobia y el antisemitismo. M¨¢s islamofobia traer¨¢ m¨¢s antisemitismo. Es una trampa de la neo-Rep¨²blica, en la que los d¨¦biles luchan unos contra otros. El catolicismo zombi en el poder desciende de los antisemitas.
P. Sobre ello debo decir que ha sido llamativo observar c¨®mo el ataque a Charlie ha dejado siempre en segundo plano ese crimen antisemita del Hyper Cacher.
R. Levantar solo el estandarte de Charlie es lo que yo llamo el pecado original de Charlie.
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