Librer¨ªas en la encrucijada, 2: El futuro y las siete vidas del gato

Un rinc¨®n de cuentacuentos y otro de Cuentogatos es el secreto que une los 164 a?os que separan la librer¨ªa m¨¢s antigua de Espa?a de una de las m¨¢s nuevas y singulares. La primera abri¨® en Burgos en 1850 bajo el nombre de Hijos de Santiago Rodr¨ªguez, hoy llevada por la quinta y sexta generaci¨®n de la familia; la segunda se inaugur¨® en M¨¢laga, hace diez meses, como Librer¨ªa de Los Gatos.

Es el arco de la vida de las librer¨ªas espa?olas, bajo el cual han desaparecido en los ¨²ltimos cinco a?os 2.237 de las 5.887 que exist¨ªan en 2009. Las de Burgos y M¨¢laga representan el pasado y el presente, que se hace porvenir con una estrategia parecida: diversificar las t¨¦cnicas para seducir al lector, tener vendedores y propietarios que sepan de libros y mimen a sus clientes, fomentar y promover la lectura de los m¨¢s peque?os, abrirse camino como espacios culturales que los diferencie de los dem¨¢s y moverse en el ciberespacio como gatos por su casa.

Solo quedan 103 librer¨ªas fundadas antes de 1940, del total de 3.650 que sobreviven. La m¨¢s antigua es la citada de Burgos: Hijos de Santiago Rodr¨ªguez. Desde 1960, se ubica bajo los soportales de la plaza Mayor. Su emplazamiento original estaba detr¨¢s, en un local de la calle La¨ªn Calvo. ¡°A¨²n recuerdo cuando iba de peque?a y la librer¨ªa ol¨ªa a madera, y el uniforme de las vendedoras era con una chaquetilla¡±, dice Mercedes Rodr¨ªguez Plaza, responsable del local, donde trabaja con sus dos hijas: Luc¨ªa, encargada de Internet, y Sol, coordinadora de las actividades culturales.

La llegada de los a?os malos, desde 2008, le ha ense?ado a buscar nuevas rutas y tratar de reconvertirse, cuenta esta profesora, dedicada a la librer¨ªa desde comienzo de este siglo. Esa escuela le permite decir que ¡°hay que estar atentos a los gustos de los lectores, como cierta poes¨ªa rom¨¢ntica y narraciones fant¨¢sticas por las que los j¨®venes preguntan ahora¡±. Y empezar por los ni?os.

En la buena literatura infantil, sobre todo en gallego, y los ¨¢lbumes ilustrados se ha especializado Marxe, en A Estrada (Pontevedra). Galicia, con 305 locales, es la comunidad con mayor n¨²mero de librer¨ªas por cien mil habitantes (14,4), muy por encima de la media nacional (7,8).

Xan Astorga abri¨® Marxe hace tres a?os, en mitad de la crisis econ¨®mica y del sector. Parec¨ªa una locura, pero confi¨® en su experiencia, pues a principios de los noventa trabaj¨® en una librer¨ªa, luego en una editorial, despu¨¦s mont¨® una librer¨ªa con otros amigos, hasta que en 2010 sali¨® de all¨ª: ¡°?Y, ahora, qu¨¦ camino cojo?¡±. Astorga volvi¨® entonces a la casilla de salida, pero ya por su cuenta. Desde 2012, pasa la mitad de sus d¨ªas en unos cuarenta metros cuadrados llenos de libros, en especial para los ni?os, que completa con la venta de papeler¨ªa. ¡°El problema es que se est¨¢n acabando los lectores¡±, advierte. Y apostilla: ¡°?Qu¨¦ podemos esperar de un pa¨ªs donde el peri¨®dico m¨¢s le¨ªdo es el Marca?¡±.

Para contrarrestar ese sino, Carmen Mar¨ªa Vela Garc¨ªa ha creado la Librer¨ªa de Los Gatos, en M¨¢laga. Esa especializaci¨®n se le ocurri¨® en el pen¨²ltimo minuto. Toda la vida hab¨ªa querido abrir una librer¨ªa infantil, pero intu¨ªa que algo faltaba. La singularizaci¨®n que busca todo librero, sobre todo en estos tiempos.

A ella, que le gustan los gatos desde los cuatro a?os, cuando su padre le ense?¨® a acariciar uno, de repente supo que su animal preferido y su presencia tem¨¢tica en los libros para su crianza y cuidado y su protagonismo en la literatura, m¨¢s de lo que nadie se imagina, era la clave. De esta forma, desde el 11 de julio de 2014, la malague?a calle Fajardo, 4 tiene una librer¨ªa dedicada a una mascota. La segunda parte del local se dedica a la literatura infantil, con ¨¦nfasis en vol¨²menes ilustrados y de gran formato, y la tercera, a los art¨ªculos alrededor del mundo del gato y los libros.

Al fondo, a la izquierda, est¨¢ el secreto que la une con aquel local de Burgos abierto en 1850, un espacio aqu¨ª llamado El rinc¨®n del Cuentogatos, a veces con m¨²sica y canciones en vivo. Hay una pizarra, libros, juguetes y una peque?a mesa redonda con sillas en forma de gato que los ni?os, cuando ven todo eso desde la calle, entran hasta all¨ª como felinos. Y detr¨¢s de ellos sus padres a rescatarlos¡­ pero, al final, se quedan un rato m¨¢s porque se topan con la coartada perfecta para reencontrarse con una parte de sus gustos y debilidades.

Esas especializaciones son parte de la metamorfosis que viven las librer¨ªas. Todas buscan las siete vidas del gato al saltar al mundo digital y reinventar las estrategias del pasado. El ¨¦xito del futuro est¨¢ en el pasado, a veces.

Ma?ana, tercera y ¨²ltima entrega: De la diversidad anal¨®gica al mundo digital.