Escritores feriantes
En las 368 casetas del Retiro muchos autores encuentran un trabajo de subsistencia y llegar a fin de mes
Una lectora se acerc¨® el viernes pasado a la caseta de la asociaci¨®n de editores independientes Contexto y, tras hojear un volumen de las recientes Cr¨®nicas de la Era K-pop (Impedimenta) pregunt¨® al librero si lo hab¨ªa le¨ªdo. ¡°No solo lo he le¨ªdo¡±, respondi¨®, ¡°sino que lo he escrito¡±. Y era cierto: quien hablaba era el autor, Fernando San Basilio, escritor y veterano currante de la Feria del Libro, con diez ediciones a sus espaldas.
Como los escritores no tienen ni rabo, ni cuernos, ni ning¨²n otro signo distintivo, resulta dif¨ªcil adivinar si el que te atiende tras un mostrador lleno de libros escribe o no escribe. Pero en la Feria el talento literario no solo anida en las p¨¢ginas que se venden o en los escritores que van a firmar sus obras, sino tambi¨¦n en muchos otros autores (algunos en ciernes, otros con una nutrida obra a sus espaldas) que aprovechan para trabajar como feriantes librescos durante estas dos semanas, inmersos en la m¨¢s densa telara?a del mundillo editorial. Y es que es dif¨ªcil sobrevivir juntando letras.
¡°En las solapas de los libros siempre queda bien que un autor haya sido estibador o mozo de cuerda, que tenga una biograf¨ªa trepidante, pero lo importante son los textos y, al final, los escritores solemos trabajar en cosas relacionadas con el libro y la cultura¡±, dice San Basilio. ¡°En realidad escribir es lo que menos se hace¡±. Como caso extra?o dentro de la literatura, San Basilio recuerda al escritor chino Yu Hua (autor de ?Vivir! o Cr¨®nica de un vendedor de sangre, publicadas por Seix Barral), que antes era dentista. ¡°Caray, eso s¨ª es un trabajo con gracia¡±.
¡°Me dedico a corregir, traducir, o trabajar en la feria, todo tipo de ocupaciones como freelance relacionadas con el mundo de libro, para estar en contacto con lo que me gusta¡±, dice Abraham Gragera, poeta de reconocido prestigio. Se le puede encontrar en la caseta de Pre-Textos, editorial en la que ha publicado su obra. La ¨²ltima entrega es El tiempo menos solo. ¡°No suelo hacer mucha vida literaria, as¨ª que aqu¨ª puedo tratar con la gente del mundillo, lo que me da mucha energ¨ªa. Es un placer, adem¨¢s, recomendar libros que me gustan y tratar con lectores de verdad¡±. Lo que no le gusta tanto al poeta es el fastidio de las po¨¦ticas gram¨ªneas del Retiro y alg¨²n que otro cliente maleducado.
La caseta de Atalanta, repleta de tomos azul oscuro, parece un oasis de frescor bajo el implacable sol. All¨ª dentro no solo trabaja un escritor, sino dos: Manuel Astur, autor de Quince d¨ªas para acabar con el mundo (Principal de los Libros), y Sergi Bellver, autor de Agua dura (Ediciones del viento). Adem¨¢s, de casualidad, est¨¢ de visita Juan Soto Ivars, que tambi¨¦n trabaj¨® sus a?os por estos lares. Juntos formaron hace a?os el pol¨¦mico grupo Nuevo Drama.
¡°La gente seria tiene un trabajo normal y luego escribe en su tiempo libre. No como nosotros¡±, dice Bellver. ¡°Como escritor¡±, continua, ¡°trabajar como librero te hace ver c¨®mo se interesa la gente por lo libros. Se adquiere una distancia que te hace relativizar ciertas cosas¡±. ?Se aprende de literatura en la feria? ¡°De literatura se aprende poco, m¨¢s bien se aprende de todo lo que rodea al mundo del libro. Y a c¨®mo sobrevivir con la resaca permanente de las fiestas literarias¡±, dice Astur. ¡°Me gusta estar aqu¨ª como un perrete en una tienda de animales y que vengan los amigos escritores y, a veces, me traigan de comer¡±.
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