Criticando al cr¨ªtico
En otro tiempo, los clientes aparec¨ªan con un recorte del suplemento cultural en la mano
Me cuentan algunos amigos libreros que, en otro tiempo, los clientes aparec¨ªan con un recorte del suplemento cultural en la mano, pidiendo el libro que se acababa de rese?ar en tal o cual lugar, una ¨¦poca en la que la cr¨ªtica a¨²n ten¨ªa prestigio y, sobre todo, consecuencias tangibles. Me cuentan tambi¨¦n que esto ya no sucede, o no al menos en la misma medida. Todo est¨¢ en crisis, dicen, y la cr¨ªtica literaria no se salva de la quema. La inmediatez period¨ªstica, las reglas del mercado ¡ª?los libros son mercado!¡ª, las condiciones de trabajo ¡ªno pagar, o pagar muy poquito¡ª, todo contribuye a que muchos cr¨ªticos hoy d¨ªa critiquen sin leer. O m¨¢s bien, sin leer el texto ¡ªel libro¡ª, pero s¨ª lo que viene a llamarse el paratexto ¡ªla solapa, la contraportada, la nota de prensa, las entrevistas y las cr¨ªticas previas¡ª, a ver qu¨¦ dijeron otros antes, a ver por d¨®nde va la cosa. Y as¨ª se produce esa situaci¨®n absurda y desconcertante en la que un periodista sobrecargado de trabajo pregunta a la escritora algo que poco tiene que ver con su libro ¡ªalgo, pongamos, sobre la clase pol¨ªtica, las vacunas, el medio ambiente, las nuevas tecnolog¨ªas¡ª, y la escritora, tratando de ser profesional y amable, y en realidad con una falta terrible de profesionalidad, contesta lo primero que se le ocurre tratando de ajustar esa opini¨®n con su libro, y de ah¨ª sale un titular con declaraciones descontextualizadas, titular del que beber¨¢n luego algunos otros periodistas, que a su vez dar¨¢n pasto alimenticio a algunos cr¨ªticos, y al final saldr¨¢n cr¨ªticas ¡ªque incluso ser¨¢n buenas o muy buenas¡ª, pero ante las que la escritora no se reconocer¨¢ nunca, aunque se digan en ellas cosas inteligentes, o quiz¨¢, precisamente, por ello.
Sara Mesa (Madrid, 1976) acaba de publicar la novela Cicatriz (Anagrama).
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.