La importancia de llamarse Ornette

Una de las figuras fundamentales de la evoluci¨®n del jazz hacia nuevas formas en la segunda mitad del siglo XX, Ornette Coleman, fue un tejano que so?¨® con interpretar el blues y sonar como Charlie Parker y al que, un buen d¨ªa, empez¨® a crecerle en su interior algo m¨¢s grande que ¨¦l mismo: el Nuevo Jazz.

Y as¨ª lo dijo y as¨ª lo interpret¨®: nos habl¨® de la importancia de la belleza, del nuevo jazz que deb¨ªa llegar, del cambio del siglo y nos explic¨® que su m¨²sica era otra cosa. Para ello se rode¨® de un cuarteto extraordinario; a su papel de l¨ªder al saxo alto (un saxo blanco de pl¨¢stico que se hizo famoso con Ornette, con un particular¨ªsimo sonido que, manejado por otro, nos hubiese horrorizado), se le a?adi¨® la genial colaboraci¨®n de Don Cherry, Ed Blackwell y Charlie Haden.

Y luego lleg¨® la improvisaci¨®n libre y colectiva, el Free. Y vivimos la paradoja de que este tejano que quer¨ªa tocar el blues abri¨® el jazz a la intelectualidad americana y europea. Universaliz¨® una m¨²sica que antes era solo afroamericana y corporal, y que, despu¨¦s, fue patrimonio de todos los continentes y de todas las tendencias.

En el Jazzaldia, en San Sebasti¨¢n, estuvo en 1987, con un doble cuarteto que un¨ªa a un colaborador de los viejos tiempos, Don Cherry, con algunos de los m¨¢s insignes m¨²sicos que le acompa?aron en la ¨¦poca harmol¨®dica (sistema mel¨®dico-arm¨®nico-r¨ªtmico que aplic¨® a su m¨²sica en los a?os post-free) como Jamaladeen Tacuma, Calvin Weston o Bern Nix.

Como an¨¦cdota, pidi¨® comida kosher. Le propusimos un men¨² a base de merluza en salsa verde, tambi¨¦n llamada a la koshkera. Lo disfrut¨® much¨ªsimo.

Miguel Mart¨ªn es director del Festival Internacional de Jazz de San Sebasti¨¢n-Heineken Jazzaldia.