Paolo Pinamonti deja el Teatro de la Zarzuela por el San Carlo de N¨¢poles
La marcha del gestor italiano sorprende al INAEM, que contaba con ¨¦l hasta 2016
Una escueta nota oficial lo anunciaba ayer. El director del Teatro de la Zarzuela, Paolo Pinamonti, en Madrid, Paolo Pinamonti (Venecia, 1958), dejar¨¢ su cargo en oto?o para recalar como responsable art¨ªstico en el San Carlo, de N¨¢poles. Ser¨¢ una transici¨®n ordenada, seg¨²n Montserrat Iglesias, directora general del Instituto Nacional de las Artes Esc¨¦nicas y de la M¨²sica (INAEM), organismo del que depende la Zarzuela. ¡°Nos alegramos por ¨¦l y le damos la enhorabuena por el nuevo nombramiento. Con nosotros ha hecho un gran trabajo y entendemos que el salto a N¨¢poles representa toda una oportunidad para su futuro¡±, comentaba Iglesias.
La suya ha sido una labor muy complicada. El Teatro de la Zarzuela, al margen de los conflictos laborales internos y desajustes provocados por la lentitud que imponen ¨²ltimamente los procesos burocr¨¢ticos dentro de un INAEM necesitado de su m¨¢s que urgente reforma, ha buscado insistentemente una nueva identidad desde que dejara de ser el centro de la ¨®pera en Madrid a ra¨ªz de la reapertura en 1997 del Teatro Real.
Pinamonti, que accedi¨® al cargo en 2011 ¡ªestaba previsto que lo dejara en 2016¡ª, le ha tratado de dar un car¨¢cter moderno y novedoso, esbozando di¨¢logos art¨ªsticos arriesgados entre un g¨¦nero dif¨ªcil de revitalizar, como la zarzuela, con otros como el musical, la ¨®pera c¨®mica o el barroco, por medio de creadores al margen de dicho ¨¢mbito. No siempre las ideas cuajaban sobre la intenci¨®n, pero se lleva a Italia el empe?o de haberlo intentado y haber roto algunas barreras.
Con la nueva temporada dise?ada, Pinamonti, cuya salida no era en absoluto esperada dentro ni fuera del teatro, tendr¨¢ un sustituto nombrado por concurso y seg¨²n el c¨®digo de buenas pr¨¢cticas, aseguraba ayer Jos¨¦ Mar¨ªa Lassalle, secretario de Estado de Cultura. Vuelve a Italia, donde naci¨® y creci¨® como gestor cultural. El veneciano Pinamonti estudi¨® filosof¨ªa y composici¨®n, dos armas que despu¨¦s le sirvieron como agitador en el panorama de la ¨®pera. Desarroll¨® su primera labor en la bienal de su ciudad, como responsable de m¨²sica contempor¨¢nea. De ah¨ª pas¨® a dirigir La Fenice y m¨¢s tarde el San Carlos de Lisboa. En Espa?a, antes de recalar en Madrid, estuvo al frente del Festival Mozart de A Coru?a.
Gui?os a Broadway
En la Zarzuela ha pretendido revitalizar el g¨¦nero chico y apoyar sus temporadas con un variado programa de danza sin dejar de meterse en experimentos con otras formas de expresi¨®n como el cine. Incorpor¨® al teatro musical a directores de escena como Andr¨¦s Lima, que se atrevi¨® con un t¨ªtulo barroco como Viento (Es la dicha de amor), de Jos¨¦ Nebra, al que aplic¨® una dramaturgia propia. Tent¨® a consagrados creadores del mundo oper¨ªstico como Graham Vick para que se atrevieran con obras de Ruperto Chap¨ª, caso de Curro Vargas, y esta temporada propuso el mestizaje de Broadway con la zarzuela en un espect¨¢culo que cre¨® divisi¨®n de opiniones, como fue la mezcla de Lady be good, de George Gershwin, con Luna de miel en El Cairo, de Francisco Alonso.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.