El hombre que prefer¨ªa hacer preguntas

El viernes falleci¨® James Salter, uno de los grandes escritores de la literatura norteamericana. Ha muerto con 90 a?os, perfectamente l¨²cido y en plenas facultades, y deja un hueco enorme para todos los amantes de la literatura.

James Salter forma parte del cat¨¢logo de Salamandra gracias a Anik Lapointe, que lo recuper¨® para el p¨²blico lector espa?ol en su etapa en Grup 62, y tambi¨¦n a Juan Mila, que continu¨® este trabajo en El Aleph y m¨¢s tarde en Salamandra. Hoy, tanto Anik como Juan forman parte de nuestro equipo de la editorial Salamandra, por lo que somos algo as¨ª como la ¡°familia¡± de Salter en el ¨¢mbito espa?ol.

El fen¨®meno Salter es de esos que en el mundo de la edici¨®n de hoy son cada vez m¨¢s dif¨ªciles de reproducir. Sus primeros libros se vendieron muy poco y s¨®lo seguimos insistiendo porque siempre nos ha parecido un escritor singular, apasionante, y consideramos un gran orgullo tenerlo en nuestro cat¨¢logo. ?Qu¨¦ grande fue nuestra alegr¨ªa cuando por fin este esfuerzo se vio recompensado tambi¨¦n en ventas! James Salter siempre quiso ser le¨ªdo por mucha gente, no le interesaban tanto las magn¨ªficas rese?as, sino llegar y conectar con los lectores. De ah¨ª que este redescubrimiento de su obra, que se dio especialmente en Espa?a, Am¨¦rica Latina y Estados Unidos, le hiciera mucha ilusi¨®n.

Estar rodeado de j¨®venes admiradores cuando present¨® Todo lo que hay en Estados Unidos fue una de sus mayores satisfacciones en estos ¨²ltimos a?os.

Creo que todos los que tuvimos la suerte de conocer a James Salter en persona coincidiremos en que era un hombre encantador, un aut¨¦ntico gentleman, gran conversador, de una educaci¨®n exquisita, que siempre mostraba un gran inter¨¦s por todo lo que lo rodeaba.

Salter era un hombre modesto, que prefer¨ªa hacer preguntas a hablar de s¨ª mismo, lo que tal vez fuera un rasgo que hizo m¨¢s dif¨ªcil su reconocimiento en un mundo donde lamentablemente cada vez hay que hacer m¨¢s ruido para ser valorado.

Fue uno de los candidatos al Premio Princesa de Asturias, y aunque finalmente no lo gan¨®, s¨¦ que este galard¨®n lo habr¨ªa hecho feliz.

Sigrid Kraus es directora de la editorial Salamandra.