¡®Cosplay¡¯, el sue?o y el negocio de ser tu ¨ªdolo
Cientos de aficionados se disfrazan de sus personajes favoritos en la Comic-Con de Gij¨®n
Una chica con una larga peluca rosa habla ante un micr¨®fono. A su espalda, desfilan im¨¢genes de armaduras mientras explica la mejor t¨¦cnica para cortarlas. En primera fila, una cabeza verde con orejas de elfo asiente. M¨¢s atr¨¢s, un mercenario armado hasta los dientes escucha entregado. Cuando la conferencia encara su final, por fin llega Wonder Woman. Quiz¨¢s estuviera ocupada salvando una vez m¨¢s el mundo pero, aunque sea con retraso, no quer¨ªa perderse la charla de su ¨ªdolo: la cosplayer Nadyasonika.
Con este nombre se conoce a Nadya Ant¨®n, mexicana de 25 a?os, famosa por ser otros. En concreto, personajes de culto de videojuegos, series, pel¨ªculas o c¨®mics. En eso consiste el cosplay, un movimiento que seduce a miles de aficionados por festivales de todo el mundo y que unos pocos han convertido en su profesi¨®n. "Diez", calcula Nadyasonika, son los que viven de ello en la faz del planeta. Ella, claro, est¨¢ incluida. ?Para qu¨¦, si no, ser¨ªa una de las invitadas estrella del festival Metr¨®poli que se celebra estos d¨ªas en Gij¨®n? M¨¢s en general, el certamen -al que este peri¨®dico fue invitado por la organizaci¨®n- dedica charlas y talleres al mundillo. Se puede aprender de todo: c¨®mo fotografiarte, c¨®mo crear los disfraces, c¨®mo ser un cosplayer mejor.
"Siempre hab¨ªa sido fan de c¨®mics y videojuegos. En 2006 unos amigos me animaron a ir disfrazados a un evento, as¨ª que me vest¨ª de Seras Victoria [del manga Hellsing]", recuerda Nadyasonika. Acabaron ganando el concurso y cogi¨¦ndole gusto al asunto. Tanto que en 2011 se lanz¨® a competir con un amigo en el torneo nacional de cosplay, esta vez en la piel de Sophitia, del videojuego Soul Calibur 3. Terminaron sextos, pero fue suficiente: desde ese d¨ªa el m¨®vil de Nadyasonika empez¨® a sonar con invitaciones de todo M¨¦xico, primero, y del resto del mundo, despu¨¦s.
Ahora viaja dos veces al mes, de Corea a Per¨², de Canad¨¢ a Jap¨®n. De hecho, de la Comic-Con del festival gijon¨¦s se marchar¨¢ a la m¨¢s c¨¦lebre cita hom¨®nima de San Diego, en Estados Unidos. Nadyasonika tiene un m¨¢nager, clubes de fans planetarios y j¨®venes que lloran cuando la ven. Y por tres d¨ªas de fotos y charlas en una convention puede llegar a cobrar varios miles de euros.
"Lo sigo disfrutando y contin¨²o interpretando a mis personajes favoritos. Lo importante es mantenerse humilde y tener una actitud positiva", explica. Su entusiasmo contagioso es el mismo que transmite cualquiera de los tipos disfrazados que desfilan por el certamen. Da igual preguntar a una Capitana Am¨¦rica, a un zombi o a un Flash que se disculpa por no correr tan r¨¢pido como el original: la respuesta siempre incluir¨¢ que es su "sue?o".
"He admirado mucho a Lara Croft. Me mor¨ªa por ser ella. As¨ª que empec¨¦ en 2010 y llevo el cosplay desde entonces como una pasi¨®n", relata Alba Borrego, que tiene 20 a?os y la ropa que su mito usaba en el videojuego Tomb Raider 4. Dice que es t¨ªmida y que el disfraz le sirve para desinhibirse. Y lo dice tras haber posado con paciencia y actitud sexy ante cualquier fot¨®grafo que la paraba por el camino.
Donde Nadyasonika es la excepci¨®n, Borrego es la norma. Porque la aplastante mayor¨ªa de los cosplayers lo practican como un hobby: como mucho, cuentan con ingresos gratuitos a las ferias, alojamiento y comida pagados. Pero no se trata de eso, sino del placer de ser tu mito por un d¨ªa. "Me he disfrazado de m¨¢s de 40 personajes pero mi favorito es Ojo de Halc¨®n, de los Vengadores", relata Jonathan Dur¨¢n, de 23 a?os, en las pausas entre las fotos que se saca con los aficionados.
Tanto ¨¦l como las dos chicas son tambi¨¦n cosmakers, es decir crean sus propios disfraces. La operaci¨®n puede costar desde un d¨ªa y pocos euros hasta dos meses y bastante m¨¢s dinero. Nadyasonika ha practicado tanto que ahora teje la ropa que usa habitualmente por la calle. Virginia Gonz¨¢lez (Jillstyler), en cambio, al principio tir¨® de un disfraz confeccionado y del bolsillo de sus padres. Adquiri¨® por 51 euros el traje oficial de Lara Croft y ahora lo pasea por ferias y eventos de Espa?a. "Es mi ¨ªdolo, quiero ser como ella". Por Lara se vuelca en el gimnasio. Y en la piel de Lara aparece en las fotos que ha esparcido sobre una mesa.
La venta de esas im¨¢genes es otra posible fuente de ingresos. Aunque el abanico es m¨¢s amplio: compa?¨ªas de videojuegos o cine suelen contratar a cosplayers para animar el estreno de sus nuevos productos. Y luego, una estrella como Nadyasonika puede vender accesorios online. Eso s¨ª, no todo el camino de la mexicana fue cuesta abajo: "Soy de Ciudad Ju¨¢rez y de una familia muy conservadora. Ten¨ªa que salir de casa a escondidas y escuchar frases como: ¡®?Para qu¨¦ vas as¨ª? ?Y qu¨¦ dir¨¢ la gente?". Ella nunca se preocup¨®, y por mucho que su madre siga sin adorar la idea por lo menos conquist¨® el apoyo de su padre.
Desde luego, s¨ª le preocup¨® bastante la desventura que le ocurri¨® al llegar a Gij¨®n. Su maleta se perdi¨® por el camino. Una molestia para cualquiera, un drama para una cosplayer que llevaba sus cuatro disfraces. Finalmente la ropa lleg¨® y pudo volver a ser Nadyasonika. Pero, ?y qui¨¦n es Nadya Ant¨®n? "Soy otra persona, superconservadora y muy diferente a como soy en el cosplay". Tampoco profundiza m¨¢s. Todo el mundo conoce cada una de sus 40 identidades. Pero hay una, la 41, que no piensa desvelar: la de ella misma.
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