Enrique Meneses, testigo del siglo XX
Gumersindo Lafuente y Jon Lee Anderson recuerdan a su colega y amigo fallecido en 2013. Meneses dej¨® listo un libro sobre Fidel Castro. Se publicar¨¢ cuando muera el l¨ªder cubano.
Poco antes de morir, el periodista Enrique Meneses (1929-2013) dej¨® listo un libro sobre Fidel Castro y Cuba. Jon Lee Anderson, reportero de The New Yorker, escribi¨® el pr¨®logo y, por expreso deseo de Meneses, la obra se publicar¨¢ despu¨¦s de la muerte del expresidente cubano. Lo cont¨® la tarde de ayer Gumersindo Lafuente, miembro fundador de porCausa, investigaci¨®n y periodismo, en una charla-homenaje al ¡°mejor fotorreportero espa?ol del siglo XX¡± llevada a cabo en el auditorio del madrile?o Canal Isabel II, al lado de la exposici¨®n con las principales im¨¢genes que capt¨® durante toda su carrera el primer periodista en subir a Sierra Maestra, el sitio donde se ultimaron los detalles de la Revoluci¨®n cubana, y que estar¨¢ abierta al p¨²blico hasta el pr¨®ximo 26 de julio.
Cuando Meneses se fue a vivir a Nueva York, se top¨® con los principales exponentes de la efervescencia cultural sesentera: Salvador Dal¨ª, Picasso, Alfred Hitchcock, Muhammad Ali, Jo?o Gilberto, Anna Huntington¡ Fue a Washington a la hist¨®rica marcha contra la discriminaci¨®n racial, aquella en la que Martin Luther King pronunci¨® su c¨¦lebre discurso He tenido un sue?o; despu¨¦s asisti¨® al entierro del asesinado J. F. Kennedy¡ Y a todos los retrat¨®.
Lafuente invit¨® a Jon Lee Anderson para evocar al personaje que ambos conocieron ¡°tard¨ªamente.¡± ¡°Jon, t¨² y Enrique son reporteros, personas honestas, con la capacidad de conectar con la gente y que han estado en varios sitios presenciando acontecimientos importantes para la historia reciente. Y lo que m¨¢s les une es Cuba¡±, dijo el tambi¨¦n fundador de Soitu, dirigi¨¦ndose al autor de La ca¨ªda de Bagdad (Anagrama), quien al instante tom¨® el relevo en la conversaci¨®n: ¡°Supe de Enrique por primera vez cuando yo estaba investigando la vida del Che. ?Porque ¨¦l tuvo una primicia del carajo! Quise buscarlo, pero no me dio tiempo. El libro me devor¨®. Luego, durante las veces que habl¨¦ con ¨¦l, sent¨ª que quer¨ªa llamarme la atenci¨®n, que tal vez ¨¦l pensaba que yo me hab¨ªa equivocado en algo en mi biograf¨ªa del Che. Sent¨ªa que no se atrev¨ªa a dec¨ªrmelo porque era demasiado caballero. Lo que s¨ª me dijo fue que al ver por primera vez a Fidel Castro y al Che Guevara y conversar con ellos sobre sus planes revolucionarios, pudo vislumbrar la clase de personas en que ambos se convertir¨ªan. Hasta el final de su vida Enrique habl¨® de Fidel. Dec¨ªa, entre muchas otras cosas: ¡®creo que Castro me va a sobrevivir.¡¯ Y no se equivoc¨®.¡±
Jon Lee Anderson conoci¨® a Enrique Meneses hace una d¨¦cada, en un Congreso de Periodismo Digital de Huesca (Arag¨®n) y dice que le pareci¨® ¡°un hombre joven de esp¨ªritu, lleno de gracia y amante de las aventuras. Un humanista. Un hombre modesto y, sobre todo, un hombre de mundo. Y reconoc¨ª en ¨¦l un alma hermana.¡± Pronto comenz¨® a ver detenidamente el trabajo fotogr¨¢fico de su colega espa?ol y lo que m¨¢s le llam¨® la atenci¨®n fue ¡°la cercan¨ªa con los personajes. Meneses trabaj¨® en una ¨¦poca pre paparazzi y para ¨¦l lo m¨¢s natural era estar a poca distancia de los grandes. Tiene una foto de Martin Luther King que le hizo a medio metro. Y al hojear este libro que ahora publica La F¨¢brica (La vida de un reportero), veo fotos que no he visto en otra parte¡±, dijo y enseguida pregunt¨®: ?Menes nunca fotografi¨® a Franco? ?O lo eludi¨®?¡± Gumersindo Lafuente respondi¨®: ¡°No. Es que ¨¦l trabajo fundamentalmente fuera de Espa?a.¡±
Enrique Meneses naci¨® el 21 de octubre de 1929. La Guerra Civil espa?ola lo sorprendi¨® en Biarritz (Francia) cuando estaba de vacaciones junto a su familia. Entonces, con su pasado republicano a cuestas, todos se fueron a Par¨ªs, donde, un poco m¨¢s tarde, vivir¨ªan la ocupaci¨®n alemana durante la Segunda Guerra Mundial. Luego se fueron a Portugal y, cuando ¨¦l ya era un adolescente, volvieron a Espa?a. Pero decidi¨® irse. Conoci¨® Egipto gracias al dinero que ganaba dando clases de franc¨¦s y espa?ol y doblando documentales tur¨ªsticos, hasta que un d¨ªa decidi¨® emprender una expedici¨®n por toda ?frica ¨C¡°de El Cairo al Cabo¡±¨C y as¨ª recorri¨® 27.000 kil¨®metros en cuatro meses haciendo clics y m¨¢s clics con su c¨¢mara. Al volver a El Cairo cubri¨® la guerra del canal de Suez y comenz¨® a colaborar con la prestigiosa Paris-Match, revista en la que luego publicar¨ªa sus fotograf¨ªas sobre Sierra Maestra.
Cuando se fue a vivir a Nueva York, se top¨® con los principales exponentes de la efervescencia cultural sesentera: Salvador Dal¨ª, Picasso, Alfred Hitchcock, Muhammad Ali, Jo?o Gilberto, Anna Huntington¡ Fue a Washington a la hist¨®rica marcha contra la discriminaci¨®n racial, aquella en la que Martin Luther King pronunci¨® su c¨¦lebre discurso He tenido un sue?o; despu¨¦s asisti¨® al entierro del asesinado J. F. Kennedy¡ Y a todos los retrat¨®. ¡°He querido estar donde se hac¨ªa la historia para sentirla en mis carnes. Son miles y miles de rostros que conservo en mi memoria, como sombras de un devenir lleno de alegr¨ªas y penas, payasadas y sufrimientos, mezquindades y hero¨ªsmo. No me arrepiento de nada de lo que hice, pero s¨ª de lo que pude hacer y no hice¡±, escribi¨® en Hasta aqu¨ª hemos llegado, sus memorias publicadas en 2006 y reeditadas recientemente por Ediciones del Viento.
¡°Meneses tuvo la habilidad para compenetrar con la gente de Estados Unidos en la d¨¦cada de los 60. La verdad es que hac¨ªa un periodismo que ya ha muerto. Era un periodismo que contaba el acontecer internacional en las grandes revistas y no en la tele. Estaban Life y Paris Match y alguna otra.¡±, destac¨® Jon Lee Anderson, quien record¨® que el viejo periodista siempre ten¨ªa su casa literalmente abierta y recib¨ªa constantemente a varios j¨®venes estudiantes de periodismo. ¡°Yo creo que iban tantos j¨®venes a conversar con ¨¦l para que les diera un poco de esperanza. Porque en esta ¨¦poca tan dif¨ªcil para el periodismo, en la que los j¨®venes no ven futuro, Enrique les daba un testimonio maravilloso sobre el oficio que les permit¨ªa vislumbrar un futuro mejor.¡±
Babelia
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.