¡°A veces pienso que sigo en los cincuenta¡±

Eran los reyes de Hollywood. Qu¨¦ de Hollywood, del showbusiness. Sus juergas, sus risas y sus amor¨ªos eran comentados por todo Estados Unidos en los sesenta, y convirtieron Las Vegas en el para¨ªso perdido. En grupo fueron bautizados como el rat pack, y por separado se llamaban Frank Sinatra, Dean Martin, Sammy Davis Jr., Peter Lawford y Joey Bishop. Hab¨ªa varias mujeres alrededor, pero la ¨²nica que ten¨ªa de verdad t¨ªtulo de honor, la que era considerada rat pack boy era Shirley MacLaine. ¡°Frank era un tipo bastante aburrido, de verdad, aunque conmigo siempre fue agradable. En cambio, Dean¡­ Con Dean sab¨ªas que te ibas a re¨ªr siempre. En general todo el grupo era muy honesto, y eso les hac¨ªa estupendos¡±. Al otro lado del tel¨¦fono, desde un lugar que no confesar¨¢, MacLaine es todo risas, y su voz suena entre m¨²ltiples interferencias. Vive la mitad del a?o en Santa Fe (¡°Tiene que ver qu¨¦ paisajes. Y el arte¡±), y la otra mitad en Malib¨²: ¡°En los aviones me conocen perfectamente¡±. No solo por ella, sino porque viaja siempre con sus tres perros. ¡°Son mis alegr¨ªas. Yo ahora estoy enamorada de la vida¡±.

¡°No me doy ni a la nostalgia ni a los recuerdos. Prefiero seguir adelante¡±

Shirley MacLean Beaty, su aut¨¦ntico nombre, ha cumplido en abril 81 a?os. ¡°No pienso retirarme. ?Qu¨¦ iba a hacer en casa? Me apasiona actuar porque es una labor creativa. Adem¨¢s, me llegan propuestas, guiones apetecibles¡­ ?Le puedo hablar de ellos?¡±. Por supuesto, no se debe llevar la contraria a alguien que pudo con Billy Wilder. ¡°Pues he rodado Wild Oats, con Jessica Lange, y tengo dos proyectos m¨¢s, uno de animaci¨®n¡±. La raz¨®n de la entrevista es el estreno en Espa?a, el pasado viernes, de Elsa & Fred. ¡°Cuando apareci¨® la oferta, vi la pel¨ªcula original. Era estupenda¡±. De partenaire, Christopher Plummer. ¡°Que es mayor que yo¡±, suelta entre risas. ¡°?Ni a los ochenta se olvidan de poner jovencitas al lado de los galanes maduros! Nos conocemos desde hace mucho tiempo: es bueno trabajar con amigos¡±. Y en la direcci¨®n, Michael Radford. ¡°Un tipo muy educado, culto, con sapiencia. Espero que la pel¨ªcula tenga m¨¢s ¨¦xito en Espa?a que aqu¨ª en EE UU, que la estrenaron muy mal¡±.

MacLaine ha trabajado con los grandes, y es momento de volver a Wilder. ¡°Era impresionante verle lanzar pullas verbales. Pose¨ªa una mente tan r¨¢pida como endiablada¡±. Sin embargo, a continuaci¨®n puntualiza: ¡°He tenido una vida estupenda, aunque no me gusta mirar atr¨¢s. No me doy ni a la nostalgia ni a los recuerdos. Prefiero seguir adelante. Vivo sin agenda ni muchos horarios¡±.

En ese movimiento, la chispa que siempre ha emanado de sus ojos parece no consumirse. Y MacLaine a¨²n posee algo de ni?a gamberra, acrecentado por su personaje de Elsa & Fred. ¡°Gracias, es usted un mentiroso maravilloso. A veces me olvido de que tengo 81 a?os, pienso que sigo en los cincuenta, y mi cuerpo lo paga. Recuerdo muy bien aquella d¨¦cada porque fue la primera vez que sent¨ª que me enamoraba¡±. Durante casi tres d¨¦cadas, MacLaine mantuvo un matrimonio abierto con Steve Parker. ¡°S¨ª, y yo tuve largas relaciones sentimentales con otros hombres. Entonces no hab¨ªa conocido el amor verdadero. Me atra¨ªan m¨¢s otras cosas: el glamour, la belleza, el talento... Ahora estoy bien conmigo misma. No s¨¦ si estoy abierta a un ¨²ltimo amor como hace Elsa en la pel¨ªcula. De ella me gusta su forma positiva de ver la vida. Yo soy m¨¢s c¨ªnica, el mundo tiene poco arreglo¡±.

Y con todo, MacLaine sigue creyendo en la reencarnaci¨®n ¡ª¡°A estas alturas no voy a cambiar, entender¨¢¡±¡ª, en los ovnis ¡ª¡°Veo muchos desde mi casa de Santa Fe¡±¡ª y luchando contra lo que ella vea injusto. Por ejemplo, el trato a la tercera edad: ¡°Nuestra sociedad no sabe c¨®mo tratar a los mayores. Meter a un anciano en una residencia, por ejemplo, me parece inhumano. Lo veo y me duele. Ya no aprovechamos esa sabidur¨ªa de la vejez. Y eso que yo me considerado un caso aparte. Es como con las pel¨ªculas: ya no hay cine valiente ni productores que se la jueguen buscando calidad. En resumen, nosotros ¡ªal menos es mi creencia espiritual¡ª recibimos lo que damos, creamos nuestra propia vida¡±. Y a MacLaine a¨²n le queda camino.