Camino del trabajo

Cuando su familia se estableci¨® en M¨¦xico, procedente de Rep¨²blica Dominicana, Alejandro Cartagena, nacido en 1977, era un adolescente que mitigaba el dolor del desarraigo mirando ¨¢lbumes familiares durante horas. Esa memoria del pasado le sirvi¨® de "anestesia contra el desprendimiento", recuerda. Fue su primer acercamiento a la imagen. Despu¨¦s, por mera curiosidad comenz¨® a acudir a talleres de fotograf¨ªa hasta que encontr¨® a un maestro, Gerardo Montiel Klint, que le "hizo despertar" y renunciar al trabajo que ten¨ªa entonces en un restaurante familiar en el que hac¨ªa de todo. "Detestaba los problemas con los clientes. Eso, mejor lejitos".

La inmersi¨®n definitiva en la fotograf¨ªa lleg¨® cuando entr¨® a trabajar en la Fototeca de Monterrey, la ciudad donde vive. All¨ª pas¨® un lustro sobre todo escaneando negativos e imprimiendo fotos.?"Fue una formaci¨®n no buscada del todo, pero efectiva", subraya. Solo de Eugenio Espino-Barros engull¨® su obra completa, unas 3.000 im¨¢genes a lo largo de un a?o.

Quiz¨¢s por su pasado de joven aislado en un pa¨ªs extra?o, sus primeros disparos fueron autorretratos. "No sab¨ªa qui¨¦n era, ni qu¨¦ hacer. Estaba en crisis". De ah¨ª se abri¨® a fotografiar paisajes y a hacer retratos. "Fue la b¨²squeda del otro para formarme como ser humano". As¨ª lleg¨® hasta Carpoolers, que fue parte de un extenso proyecto que principi¨® en 2006 sobre los suburbios de Monterrey, entre ellos el de San Pedro, "una ciudad rica a la que acuden a diario muchos trabajadores".

Carpoolers ¡ªplasmado en un fotolibro que puede verse en la Biblioteca Nacional hasta el 4 de octubre en la exposici¨®n Los mejores libros de fotograf¨ªa del a?o, dentro de PHotoEspa?a¡ª es una colecci¨®n de im¨¢genes realizadas en 2011-12 sobre una forma r¨¢pida y barata de ir y volver de trabajar. "Donde viven estas personas no hay metro, ni llegan camiones de transporte y es peligroso". Para lograr su objetivo, Cartagena se situaba entre las 7 y las 9 de la ma?ana en un puente para peatones que cruza la avenida principal de San Pedro, y esperaba el paso de las furgonetas para sacar medio cuerpo al vac¨ªo. En esta imagen, dos de los individuos miran distra¨ªdos mientras el tercero consulta su m¨®vil.

De su oficio a Cartagena ¡ªparticipante en m¨¢s de 100 exposiciones en todo el mundo¡ª le interesa "saber c¨®mo viven las personas", pero en este caso busc¨® un tema que le era conocido: "Tra¨ªa esta idea en mi cabeza porque de chiquito lo ve¨ªa con mi abuelo. ?l era due?o de una de estas camionetas".