Terry Hayes: ¡°Un atentado con viruela har¨¢ del sida una minucia¡±
El autor de 'Soy Pilgrim', uno de los 'thrillers' del a?o, analiza el espionaje y el terrorismo
Terry Hayes (Sussex,1951) viene del futuro, ha vivido el apocalipsis y se imagina realidades temibles. Guionista de las tres primeras pel¨ªculas de Mad Max o de Calma Total, productor y periodista de investigaci¨®n, Hayes se ha pasado a la novela de esp¨ªas y de conspiraciones para escribir Soy Pilgrim (Salamandra, traducci¨®n de Cristina Mart¨ªn), uno de los thrillers m¨¢s poderosos e impactantes de los ¨²ltimos a?os. En su novela, el esp¨ªa Pilgrim, antih¨¦roe cl¨¢sico, culto, joven y adicto a la acci¨®n va a la caza de un lobo solitario que ha sintetizado un virus de la viruela indestructible, una pesadilla que est¨¢ m¨¢s cerca de lo que parece. El libro, que mezcla con habilidad una trama policial con una conspiraci¨®n terrorista supone un fuerte impulso para el g¨¦nero.
Vibrante analista del mundo isl¨¢mico, Hayes cuenta su visi¨®n aterradora a EL PA?S desde Australia. El escritor brit¨¢nico avisa de que los servicios de inteligencia occidentales se enfrentan a infiernos que har¨¢n del 11-S una broma pesada y de la Guerra Fr¨ªa algo que a?orar.
Pregunta. Saracen, el terrorista de la novela, ha creado una cepa de viruela que es resistente a la vacuna. En un punto del libro dice usted que llegar¨¢ un momento en que los terroristas del 11-S nos parecer¨¢n primitivos. ?Se acerca ese momento?
Un mont¨®n de servicios de inteligencia se las han arreglado para contener salvajadas peores que el 11-S.
Respuesta. Todos deber¨ªamos aterrorizarnos con la viruela. Como se desarroll¨® una vacuna, la ciencia m¨¦dica perdi¨® inter¨¦s en encontrar una cura. Pero los sovi¨¦ticos desarrollaron una versi¨®n resistente a la vacuna y luego avances inimaginables hasta entonces en biolog¨ªa, ciencia, ingenier¨ªa gen¨¦tica, el desarrollo de Internet, la hemorragia de informaci¨®n en la Red, todo se combin¨® para hacer posible la resurrecci¨®n del virus y mejorarlo haci¨¦ndolo inmune a la vacuna. Esa es la peor amenaza a la que nos enfrentamos y, lamento decirlo, est¨¢ llegando. Los resultados ser¨ªan tan catastr¨®ficos que hasta unos pocos casos detendr¨ªan econom¨ªas y sociedades enteras. El ¨²nico m¨¦todo eficaz de contrarrestarlo es buscar una cura. Eso sacar¨ªa de circulaci¨®n esta enfermedad temible, el pat¨®geno m¨¢s potente del planeta. Puedo decir que el sida parecer¨¢ una minucia en comparaci¨®n con una cepa de viruela inmune a las vacunas.
P. Tras el fracaso despu¨¦s del 11-S y despu¨¦s de filtraciones masivas a manos de Snowden o WikiLeaks. ?Podemos creer en nuestros esp¨ªas?
R. Un mont¨®n de servicios de inteligencia han tenido cierto ¨¦xito, se las han arreglado para contener salvajadas peores que el 11-S. Generalmente no nos enteramos de atentados frustrados. La amenaza a la que se enfrenta Estados Unidos y la mayor¨ªa de los pa¨ªses occidentales es uno de los problemas m¨¢s complejos, entrecruzados y dif¨ªciles de afrontar del mundo. Te hace desear Berl¨ªn, el Puente de los Esp¨ªas y Karla tejiendo su red en Mosc¨². As¨ª pues, la inteligencia occidental ¨Ctanto la parte de operaciones encubiertas como la de an¨¢lisis¨C est¨¢ luchando todo el tiempo para enfrentarse con un enemigo amorfo y altamente motivado que amenaza aut¨¦nticamente la forma de vida de muchos, muchos millones de personas. Ahora estamos, probablemente m¨¢s que nunca, en un estado de cambio constante. Una competici¨®n muy equilibrada entre las dos partes. Dir¨ªa que los servicios de inteligencia est¨¢n ligeramente por delante en este momento, pero eso podr¨ªa cambiar ma?ana.
Las teor¨ªas de la conspiraci¨®n son fant¨¢sticas, pero la naturaleza humana es la naturaleza humana
P. ?C¨®mo han cambiado los servicios de espionaje, particularmente en el caso de Estados Unidos?
R. El mundo actual de recopilaci¨®n de informaci¨®n, operaciones encubiertas y an¨¢lisis es apenas reconocible si se lo compara con el que exist¨ªa hace veinte o incluso diez a?os. Es un juego completamente nuevo para una era completamente nueva y nada demuestra eso mejor que Snowden, en otra era no hace tanto tiempo habr¨ªan enviado a alguien para silenciarlo o lo habr¨ªan ejecutado despu¨¦s de juzgarlo por traici¨®n. Ahora ha dado origen a un debate masivo ¨Cy muy importante¨C sobre el estado de vigilancia y los l¨ªmites del gobierno. No creo que los tipos de la CIA que planearon la operaci¨®n de Bah¨ªa Cochinos pudieran siquiera concebir que hubiera una discusi¨®n al respecto.
Por suerte, la mayor¨ªa de nosotros nunca nos enfrentamos a una elecci¨®n moral cr¨ªtica
P. Sus personajes reconocen que les encantan las teor¨ªas de la conspiraci¨®n. ?Y a usted?
R. Cuando era un joven periodista, termin¨¦ en Estados Unidos cubriendo el Watergate. Creo, de memoria, que hab¨ªa inicialmente ocho personas implicadas en esa conspiraci¨®n, ?y no pudieron mantenerlo en secreto! Dice en la Biblia que Jes¨²s ten¨ªa doce disc¨ªpulos, y uno de ellos lo traicion¨®. Las teor¨ªas de la conspiraci¨®n son fant¨¢sticas, pero la naturaleza humana es la naturaleza humana. Todos hemos le¨ªdo que la llegada a la Luna nunca ocurri¨®, que fue todo falso. ?Puede imaginar a ese n¨²mero de personas manteniendo un secreto? En cuanto Neil Armstrong hubiera pronunciado sus famosas palabras ¨Cen el desierto de Nevada o en un estudio de sonido¨C se habr¨ªa producido una estampida entre los participantes para vender la historia a una editorial o a un estudio de cine.
Mejor no saber algunas cosas, es la estrategia que creo que empleamos la mayor¨ªa
P. Pilgrim, el protagonista, est¨¢ dispuesto a llegar muy lejos para combatir el mal y a saltarse la ley. ?Est¨¢ justificado hacer un pacto con el diablo, torturar y matar, para asegurarse de que el bien triunfa sobre el mal o, al menos, para garantizar que la maldad es castigada?
R. Pilgrim no es agente de la ley, la droga de Pilgrim, su trabajo, su obligaci¨®n, es la misi¨®n. Todo est¨¢ subordinado a la misi¨®n. Eso es lo que hacen los agentes encubiertos de inteligencia. Que otros hombres y mujeres se preocupen por el castigo. Su trabajo es ser m¨¢s listos e impedir que el Mal se manifieste y se haga real. La mayor¨ªa de los h¨¦roes en estos tipos de libros nunca cuestionan su causa o su propia moralidad. Si no ?Qu¨¦ haces? ?Preservar tu propia moralidad y observar el desarrollo de un suceso catastr¨®fico con innumerables v¨ªctimas inocentes? Por suerte, la mayor¨ªa de nosotros nunca nos enfrentamos a una elecci¨®n moral cr¨ªtica.
P. Mucho se ha dicho y escrito sobre el mundo del espionaje. Teniendo eso en cuenta, ?qu¨¦ le hizo querer escribir sobre ello?
R. Todos vivimos en el mundo posterior al 11-S, donde las amenazas son en cierto modo diferentes y mucho m¨¢s escalofriantes que en el viejo conflicto entre los sovi¨¦ticos y Occidente. La explosi¨®n de la tecnolog¨ªa ha alterado la partida para siempre. Internet ha hecho que informaci¨®n hasta ahora secreta est¨¦ f¨¢cilmente disponible, los alucinantes avances recientes en bioingenier¨ªa y replicaci¨®n viral han hecho que sea mucho m¨¢s probable que armas hasta ahora impensables caigan en manos no s¨®lo de estados canallas sino de individuos canallas, y el hecho de que el mundo parece estar entrando en una era en la que ya no hay muchos guardianes me dio la oportunidad de hacer algo diferente en forma de thriller.
Haz lo que haga falta, mata al que tengas que matar para que funcione mejor
P. La primera v¨ªctima en esta guerra es la verdad. Pero ?podr¨ªamos soportar saber incluso el diez por ciento de lo que ocurre en realidad?
R. Casi con certeza no. Tenemos una maravillosa capacidad, como especie, de potenciar nuestra supervivencia. Mejor no saber algunas cosas, es la estrategia que creo que empleamos la mayor¨ªa.
Escritor que fue "periodista de investigaci¨®n en otra vida", Hayes se documenta hasta tal punto que las notas terminan siendo mucho m¨¢s amplias que la propia novela.Sobre el final del libro y uno de los grandes hallazgos en forma de truco metaliterario, el autor no esconde sus cartas: ¡°Estaba acorralado y ten¨ªa que organizar un escape r¨¢pido¡±. Fan juvenil de Ernest Hemingway, Herman Hesse y W. Somerset Maugham -¡°era cuando hab¨ªa tiempo para leer¡±-, Hayes es hijo de John Le Carre y fan de Bourne y de la gran literatura popular, tema en el que tampoco se esconde.
P. ?Cu¨¢l es su opini¨®n en relaci¨®n con este gran debate entre la literatura culta y la literatura para un p¨²blico m¨¢s amplio?
R. Como narrador, yo no creo que haya ninguna disputa real entre literatura culta y literatura para un p¨²blico m¨¢s amplio. Quiero contar historias al p¨²blico m¨¢s amplio posible; no quiero hacerlo f¨¢cil, quiero retarlos, pero desde luego no quiero que suene oscuro, aburrido o directamente inaccesible. Detesto eso.
Cuando surgen algunas casualidades un poco forzadas en la trama, Hayes muestra todo su oficio: ¡°Con frecuencia me reconfortan las mejores obras de Charles Dickens y Alexandre Dumas: Dios m¨ªo, no se avergonzaban de las coincidencias. Y yo los adoraba por eso, para ellos, la historia era siempre el rey reinante. Haz lo que haga falta, mata al que tengas que matar para que funcione mejor¡±.
P. ?En qui¨¦n se bas¨® para crear un personaje que es una mezcla tan homog¨¦nea de Jason Bourne, Jack Bauer y un cerebro de Harvard?
Todos vivimos en el mundo posterior al 11-S, donde las amenazas son? mucho m¨¢s escalofriantes que en el viejo conflicto entre? sovi¨¦ticos y Occidente
R. Es dif¨ªcil decir de d¨®nde sale el personaje. Los que me conocen realmente bien dicen que gran parte de Pilgrim soy yo. Puedo ver ciertas similitudes, aunque nunca me han torturado ni he hecho algunas de las barbaridades que hace ¨¦l. Pilgrim es probablemente el hombre que me habr¨ªa gustado ser; la persona que esperar¨ªa ser si tuviera que enfrentarme a esa misma situaci¨®n terrible.
P. ?Qu¨¦ puede hacer la ficci¨®n por un lector que ya est¨¢ abrumado por la informaci¨®n revelada por Snowden y los documentos de WikiLeaks?
R. WikiLeaks y Snowden son brutales proporcionando informaci¨®n. Lo que la ficci¨®n puede hacer es aportar orden y sentido. Una narrativa, si se quiere. He le¨ªdo una buena cantidad de ese material en bruto y es fascinante, pero no avanza del modo en que puede hacerlo una historia bien contada.
Autor que se confiesa ¡°perdido¡± ante el proceso creativo, Hayes est¨¢ escribiendo ahora un thriller entre Perdidos y El planeta de los simios que saldr¨¢ publicado antes de que contin¨²e con los dos vol¨²menes de Pilgrim que tiene en mente. ¡°No quer¨ªa escribirlos hasta que supiera que hab¨ªa lectores. La cuesti¨®n es que no puedo imaginar nada peor que escribir algo y que nadie lo lea. Ser¨ªa un poco como cantar en un estadio vac¨ªo. Los narradores necesitan rostros en la oscuridad¡±, cuenta.
Con cierto halo de misterio, el autor emplaza a este periodista a dentro de diez a?os para ver qu¨¦ ha sido de su libro. Veremos qu¨¦ mundo de amenazas inciertas, pesadillas tenemos entonces.
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