El novillero salmantino Alejandro Marcos volvi¨® a gustar en Las Ventas

El novillero salmantino Alejandro Marcos hizo lo m¨¢s destacado de la tarde en Las Ventas, y recibi¨® la ovaci¨®n m¨¢s merecida del festejo. Manuel Vanegas, venezolano, result¨® herido, y Gerardo Rivera, mexicano, no pudo con el mejor novillo del env¨ªo, a pesar de la vuelta al ruedo que dio por su cuenta.

Con un cuarto de entrada, se lidiaron cinco novillos de Mart¨ªn Lorca y uno -el tercero- de Escribano Mart¨ªn, bien presentados, pero de poco juego en conjunto, en general, por su escaso dep¨®sito de casta, a excepci¨®n del emocionante quinto.

Manuel Vanegas: dos pinchazos y estocada trasera y ca¨ªda (silencio tras aviso); y estocada ca¨ªda (divisi¨®n al saludar); Gerardo Rivera: estocada desprendida (silencio tras aviso); y estocada (vuelta al ruedo por su cuenta y muy protestada tras aviso), y Alejandro Marcos: casi entera trasera, tendida y atravesada, y siete descabellos (silencio tras aviso); y pinchazo, estocada corta y dos descabellos (ovaci¨®n).

En la enfermer¨ªa fue intervenido Manuel Vanegas de ¡®herida incisa en regi¨®n cubital de la palma de la mano izquierda, contusiones y erosiones m¨²ltiples, pendientes de estudio radiol¨®gico. Pron¨®stico reservado¡¯.

Volv¨ªan los destacados de julio, juntos, en un mismo cartel para inaugurar un agosto en Las Ventas repleto tambi¨¦n de importantes novedades en cuanto al desarrollo del espect¨¢culo.

El torilero se despoj¨® del traje de luces y visti¨® de corto; el picador de turno sali¨® por la Puerta de Madrid, entre los tendidos siete y ocho, y no hubo ocasi¨®n para que el presidente mostrara el pa?uelo verde o blanco hasta que el toro fuera devuelto a los corrales o arrastrado al desolladero, como se ha acordado, con car¨¢cter experimental, para el mes de agosto.

Ya en el ruedo, volvi¨® a gustar el salmantino Alejandro Marcos, que hizo lo m¨¢s torero y destacado de la funci¨®n, y recibi¨® la ovaci¨®n m¨¢s merecida de la tarde. Vanegas cay¨® herido por el quinto despu¨¦s de haberse mostrado firme con su lote, y Rivera, todo coraz¨®n, se vio desbordado por el mejor novillo.

Vanegas dibuj¨® tres ver¨®nicas soberbias al novillo que abri¨® plaza, que desarroll¨® muchas complicaciones, no se entreg¨® en los enga?os, midi¨® constantemente al torero y se acost¨® por los dos pitones. Vanegas, que sorte¨® la cornada de milagro, plante¨® una batalla firme, sincera, aunque sin eco.

Volvi¨® a brillar Vanegas con el percal en el cuarto, novillo que respondi¨® en el primer tramo de faena, en la que el venezolano hilvan¨® dos buenas tandas a derechas. Fue una l¨¢stima que el animal se desfondara de buenas a primeras.

Rivera recibi¨® de hinojos a su primero, novillo suelto de salida, que derrib¨® al picador que hac¨ªa puerta, adem¨¢s de esperar y hacer hilo en banderillas. Como buen manso no quiso pelea en la muleta y se movi¨® a rega?adientes. Poco material para el mexicano, que hizo en el esfuerzo en un largo trasteo planteado muy en corto y entre las rayas.

El quinto cogi¨® de forma muy fea al compa?ero Vanegas; lo arroll¨® y lo llev¨® prendido varios metros a la altura de la chaquetilla. El lance produjo conmoci¨®n en los tendidos, m¨¢s a¨²n cuando el picador sali¨® tambi¨¦n por los aires en la primera vara.

A punto estuvo tambi¨¦n su lidiador, Rivera, de ser herido en banderillas, al salir trompicado en el tercer par al viol¨ªn por los adentros. Se repuso el hombre y, de rodillas, inici¨® faena, corriendo la mano como si estuviera de pie.

Fue un novillo importante por la emoci¨®n que tuvo en sus incansables y repetidoras embestidas, y desbord¨® por momentos al mexicano, demasiado encimista, sin darle al animal el sitio oportuno, y acelerado en la interpretaci¨®n de los muletazos.

Marcos salud¨® con elegantes delantales a su primero, aunque lo mejor fue el broche con la media a pies juntos. El novillero fue un punto pegajoso y punte¨® los enga?os. Lo mejor fue lo sereno y lo suelto que se le vio al salmantino en todo momento, lo bien que compuso la figura, sobre todo en los de pecho, y los recursos que demostr¨® en la apertura de faena con el reverso de la muleta, y en el final por bernadinas, arrucina incluida. Interesante labor, malograda a ¨²ltima hora con el descabello.

El sexto fue un novillo apagado, y Marcos, a¨²n sin llegar a estructurar faena compacta, la salpic¨® de muletazos sueltos de exquisito trazo y ejecuci¨®n.